Memoria Litúrgica,
22 de junio
Por: Cristina
Huete García
Fuente:
hagiopedia.blogspot.com
Mártir inglés,
patrono de los gobernantes y los políticos
Martirologio
Romano: Santo Tomás Moro, mártir por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la
controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice, fue
encarcelado en la Torre de Londres, en Inglaterra; padre de familia de vida
integérrima y presidente del consejo real, por mantenerse fiel a la Iglesia
Católica murió el día 6 de julio, uniéndose así al martirio del obispo San Juan
Fisher († 1535).
Fecha de
beatificación: Culto confirmado por el Papa León XIII el 29 de diciembre de
1886
Fecha de
canonización: 19 de mayo de 1935 por el Papa Pío XI
Breve Biografía
Nació en Londres,
su padre era juez de Derecho común. Estudió en Canterbury Hall en Oxford y
enseño Derecho en Inns of Court; en el 1501, ingresó en el colegio de abogados.
Se planteó hacerse cartujo o sacerdote diocesano, pero terminó prefiriendo “ser
un fiel marido antes que un sacerdote infiel”. En 1504 se casó con Jane Colt,
con la que tendría cuatro hijos. Muerta su esposa en 1511, se casó por segunda
vez con Alice Middleton, viuda y madre de una hija. Fue padre de familia
numerosa, rico, gran señor, enamorado ferviente del arte y la cultura, experto
en leyes, político y estadista, y admirador de Pico della Mirándola, de quien
escribió su biografía, y de los Santos Padres y santo Tomás de Aquino. Muy
amigo de Erasmo de Rótterdam, que le dedicó “El Elogio de la locura”. Fue uno
de los hombres más cultos de su época. Escribió “La Utopía” (1516), que es uno
de los textos paradigmáticos de la filosofía política, en dialéctica con el
contemporáneo “El príncipe” de Macchiavelli.
En 1510 fue
miembro del primer parlamento de Enrique VIII, y en 1515 fue agregado comercial
de la embajada de Flandes. En 1517 fue nombrado miembro del Consejo Real. Tuvo
que acompañar a la familia real de palacio en palacio, lo que le obligó a
ausencias penosas de su hogar. En 1521 fue vicetesorero, en 1523 “speaker” de
la Cámara de los Comunes, y en 1525 canciller del ducado de Lancaster y además
mayordomo de ambas univesidades. Después de haber contribuido al éxito
diplomático de la paz de Cambrai (1529) gozó del favor de Enrique VIII, y tras
la caída del cardenal Wolsey, le sucedió en 1529, en el cargo de lord
canciller. Ayudó al rey en su oposición a Lutero, y escribió el libro “Diálogo
sobre las Herejías” y su “Apologia”. Se encontró con la imposibilidad de
sostener el divorcio del rey con Catalina de Aragón y, cuando en 1531, Enrique
VIII adoptó el título de jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra, renunció a
su cargo y, cuando se negó al juramento de supremacía fue encarcelado en la
Torre de Londres, desposeído de su fortuna, escribió “Diálogo de la fortaleza
contra la tribulación”. Fue decapitado 15 meses más tarde en la plaza
londinense de Tyburn.
Sus últimos
momentos tuvieron la ironía graciosa que conceden los mártires. Cuando fue a
subir al cadalso le dijo gentilmente al verdugo: "Sir, ¿quisiera ayudarme
a subir? Para bajar pensaré solo". Dirigiéndose al mismo verdugo, le dijo:
"Coraje amigo mío, no tengas miedo. Sobre todo recuerda que tengo el
cuello corto. Pon atención, ¡va tu honor!" y luego al poner la cabeza en
el cepo, la alzó para acomodarse la barba y dijo: "esta no ha traicionado,
por lo tanto no debe cortarse". Murió sin rencor. "Orad a Dios por el
rey, para que lo ilumine y lo inspire". Murió nueve días después del
cardenal san Juan Fisher (aunque le dijeron que éste había jurado).
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