martes, 20 de marzo de 2018

Los primeros cinco años del Papa Francisco


Santiago MARTÍN, sacerdote
catolicos-on-line, marzo 2018

El Papa Francisco ha cumplido cinco años al frente de la Iglesia. Cuando él empezó su pontificado dijo en varias ocasiones que éste sería corto y aludió a la cifra de cinco años como un referente. De momento, estos ya se han cumplido y el Papa tiene buena salud y buen ánimo para seguir gobernando la Iglesia, como demuestra su programa de viajes, entre otras cosas. Pero, aunque el pontificado no ha acabado, cinco años es un tiempo suficiente para poder decir algo sobre el mismo.

Hay que reconocer que esta semana se ha dicho no algo, sino mucho, en parte también por ese desafortunado incidente en torno a la presentación de una carta del Papa Benedicto sobre unos libros dedicados a profundizar en las bases filosóficas y teológicas del pensamiento del Papa Francisco. Un incidente que ha llevado a la principal agencia de noticias de Estados Unidos y probablemente del mundo, Associated Press, a acusar al Vaticano de manipulación y de crear “fake news”, falsas noticias.

Pero, incidentes aparte, me ha gustado el análisis que ha hecho el secretario de Estado, cardenal Parolín. Él destacaba, en primer lugar, que los principales documentos del Papa aludieran siempre a la alegría: Evangelii Gaudium, Amoris Laetitia e incluso, indirectamente, Laudato Si; una alegría que nace, sobre todo, de saberse amados por Dios. En segundo lugar, Parolín se refería a la misericordia; el Papa ha insistido, en línea de continuidad con sus predecesores, en mostrar al mundo que el Dios en el que creemos los católicos es un Dios rico en misericordia, que sabe acoger al pecador, que sigue amando a sus hijos, aunque éstos se alejen de Él. Por último, el secretario de Estado se refería a la evangelización como otra de las grandes preocupaciones del Pontífice, significada en frases que ya se han hecho célebres, como que prefiere una Iglesia herida a una Iglesia inmovilizada, o que los sacerdotes deben tener olor de oveja.

También se ha referido Parolín a las críticas que ha recibido y recibe el Papa, más desde dentro que desde fuera de la Iglesia. Distinguió entre aquellas que son agresivas y que, por lo tanto, destruyen, de aquellas que son constructivas, que nacen del amor al Papa y a la Iglesia. Para el secretario de Estado, es normal que las haya porque las ha habido siempre.

Es probable que la ponderada y favorable opinión del cardenal no sea compartida por muchos. Las reformas que el Papa está imprimiendo en la Iglesia están siendo recibidas con entusiasmo por algunos -los que habían sido más críticos con los Papas anteriores- y con gran preocupación por otros -los que habían sido más leales-. De todas las formas, hay que recordar que cinco años es algo, pero que el tiempo de Francisco no ha acabado y aún puede haber sorpresas. Por eso es difícil hacer un juicio sobre algo que no ha terminado. Falta ver si el fruto que producen esas reformas es el que el Papa quería: la evangelización de los que están fuera de la Iglesia y la revitalización de la vida cristiana de los de dentro. ¿Se han acercado a Cristo y a su Iglesia los no católicos o han vuelto a la práctica religiosa los no practicantes? ¿Hay más santidad, más vida de oración, más caridad, entre los que van a misa? ¿Han aumentado las vocaciones y el entusiasmo de los sacerdotes y religiosos por vivir su vocación? Eso será lo que indique si Francisco ha tenido éxito o si ha fracasado.


Pero, por encima de todo, lo que debemos hacer es rezar por el Papa. Es lo que Francisco pidió desde el primer día de su Pontificado, y es probable que ni sus más acérrimos defensores ni tampoco sus más feroces críticos, lo hagan. No debemos dejarle sólo. Necesita nuestra oración para que Dios le ilumine en la difícil tarea que ha puesto sobre sus hombros.

lunes, 19 de marzo de 2018

Declaración del Card. Kasper




las uniones homosexuales son «análogas» al matrimonio cristiano

(LifeSiteNews/InfoCatólica) 18-3-18

Las declaraciones aparecen en el nuevo trabajo de Kasper, «El mensaje de Amoris Laetitia: una discusión fraterna», que se publicó recientemente simultáneamente en alemán e italiano.

El cardenal Walter Kasper parece afirmar que las uniones homosexuales contienen «elementos» del matrimonio cristiano e incluso son «análogos» a él de una manera similar a la relación entre la Iglesia Católica y las comunidades cristianas no católicas.

Además, el cardenal está atribuyendo sus afirmaciones a la exhortación apostólica del Papa Francisco, Amoris Laetitia, a pesar de que el documento lo contradice explícitamente.

«El Papa no deja lugar a dudas sobre el hecho de que los matrimonios civiles, las uniones de hecho, los nuevos matrimonios después de un divorcio (Amoris Laetitia 291) y las uniones entre personas homosexuales (Amoris Laetitia 250s) no corresponden a la concepción cristiana del matrimonio», escribe Kasper en un libro recientemente publicado sobre Amoris Laetitia.

«Él dice, sin embargo, que algunas de estas parejas pueden realizar, de manera parcial y análoga, algunos elementos del matrimonio cristiano (Amoris Laetitia 292)», continúa Kasper.

Kasper compara tales relaciones con la relación entre la Iglesia Católica y los grupos cristianos no católicos, quienes según el Concilio Vaticano II contienen «elementos de santificación y verdad» de la Iglesia.

«Al igual que fuera de la Iglesia católica hay elementos de la verdadera Iglesia, en las uniones mencionadas anteriormente pueden existir elementos presentes en el matrimonio cristiano, aunque no cumplan por completo, con el ideal», agrega Kasper.

Kasper contradice a Juan Pablo II, e incluso a Amoris Laetitia

Las palabras de Kasper sobre las uniones homosexuales parecen contradecir directamente no solo las enseñanzas de Juan Pablo II, sino también Amoris Laetitia, el documento que pretende explicar.

Bajo el papado de Juan Pablo II y la administración del cardenal Josef Ratzinger (más tarde el Papa Benedicto XVI), la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede repudió expresamente la idea de que las uniones homosexuales pueden ser «análogas» al matrimonio. El documento fue emitido en 2003 y recibió la aprobación de Juan Pablo II.

«No hay absolutamente ningún motivo para considerar que las uniones homosexuales sean de ninguna manera similares o incluso remotamente análogas al plan de Dios para el matrimonio y la familia», declaró la Congregación. «El matrimonio es santo, mientras que los actos homosexuales van en contra de la ley moral natural. Los actos homosexuales cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. Bajo ninguna circunstancia pueden ser aprobados».

Otro párrafo de la carta de Benedicto XVI



Gabriel Ariza
Infovaticana, 17 marzo, 2018

 Finalmente la carta completa del Papa emérito ha visto la luz, y parece que uno de los párrafos no estaba incluido en la lectura que hizo Viganó y cuya transcripción publicó Sandro Magister.
No sólamente el Vaticano manipuló la fotografía de la carta para ocultar el párrafo en el que el Papa emérito rechazaba prologar la obra. Il Foglio publica hoy la carta completa, sin censuras ni manipulaciones fotográficas:

“Sólo al margen quisiera anotar mi sorpresa por el hecho de que entre los autores figure también el profesor Hünermann, que durante mi pontificado se ha destacado por haber  liderado iniciativas antipapales. Participó de modo relevante al lanzamiento de la “Kolner Erklarung”, que sobre Veritatis Splendor atacó de modo virulento la autoridad magisterial del Papa, especialmente sobre cuestiones de teología moral. También la “Europaische Theologengesellschaft”, que fundó, inicialmente planteada como una organización en oposición al magisterio papal. A continuación, el sentir eclesial de muchos teólogos impidió esta orientación, conviritendo esa organiación en un instrumento normal de encuentro entre teólogos”.

Hünermann

Cuando se pidió al teólogo Peter Hünermann, feroz detractor de los dos pontificados previos a Francisco, que citara alguna iniciativa positiva del Papa Benedicto XVI, respondió sucinto: “El hecho de haberse retirado”.

Como quizá recuerden, Hünerman es uno de los autores de los ‘libritos’ que glosan el pensamiento teológico de Francisco y que el responsable de comunicación del Vaticano (sorprendentemente, aún no cesado), Monseñor Viganò, presentó a Benedicto XVI para que los prologara.

 Esto añade Benedicto sobre Hünermann en otro párrafo ocultado torpemente en la maniobra de Viganò:

“Sólo al margen quisiera anotar mi sorpresa por el hecho de que entre los autores figure también el profesor Hünermann, que durante mi pontificado se ha destacado por haber  liderado iniciativas antipapales. Participó de modo relevante al lanzamiento de la “Kolner Erklarung”, que sobre Veritatis Splendor atacó de modo virulento la autoridad magisterial del Papa, especialmente sobre cuestiones de teología moral”.

Para entender la ‘sorpresa’ de Benedicto, quizá convenga recordar que Hünermann fue en 2007 firmante, junto a otro de los autores de estos ‘libritos’, Jürgen Werbick, y el archidisidente Hans Küng, de una declaración de teólogos de lengua alemana en la que se demandaba la ordenación de mujeres y casados, la participación de los laicos en la elección de obispos y la aceptación de las uniones homosexuales, entre otras reformas radicales.

Fuente: Carlos Esteban -Infovaticana, 19 marzo, 2018



viernes, 16 de marzo de 2018

Padre José Cuesta sdb



Acaba de cumplirse el segundo aniversario del fallecimiento de nuestro asesor y amigo, don José, a quien sus hermanos salesianos le dedicaron un folleto de recuerdo y homenaje. De esa publicación seleccionamos aquí algunos párrafos.

Un hombre estudioso

El P. Cuesta poseía hábitos muy desarrollados de orden y concentración, lo que sumado a una natural curiosidad, lo conducía a informarse sobre los más diversos campos. Era una persona abierta a la cultura, a la vez que deseoso de dominar sólidamente todo lo que hacía a su vocación salesiana y específicamente al ministerio sacerdotal.

Además del título de Maestro Normal Nacional y los itinerarios de estudios filosóficos y teológicos, fue profesor de Latín y Griego, de Filosofía y Letras. En los años transcurridos en Tucumán aprovechó para hacer la carrera de Psicólogo con Orientación Clínica, en la Universidad Nacional de Tucumán. De allí egresó en octubre de 1977. Su promedio de 8,36 lo hizo graduarse “magna cum laude”.

Gustaba de compartir todo lo que fuera material espiritualmente formativo. Así enviaba textos a quienes integraban el Apostolado de la Oración y la Pastoral de la Salud de la parroquia en La Paz, su tierra natal. En Mendoza difundió la Escuela para Padres. Así también difundía, de modo prolijo y constante, las enseñanzas de los Papas, bajo lo que él denominó, en la Parroquia María Auxiliadora, la Cátedra Juan Pablo Magno, para trasmitir la doctrina social de la Iglesia.

En el camino de la vida

Con el paso de los años todos vamos pasando por diversas etapas, y aunque uno ya se considere adulto, lo mismo sigue madurando, asimilando valores y modificando a veces el modo en que enfrenta la realidad. Por eso los salesianos hablamos de formación permanente: porque nunca dejamos de formarnos. En ese sentido el P. Cuesta también le tocó vivir la época del entusiasmo en la que prevalece la acción, marcada por un fuerte protagonismo y con el logro de muchos resultados, desplegando numerosas cualidades.

Con el paso de los años –y gracias a Dios que nos habla a través de los hermanos y de la realidad- uno va dando cada vez más espacio a la contemplación, a la oración, a una acción que no por ser más calma es menos fecunda.

 Quienes hemos conocido y apreciado al P. Cuesta hemos visto en ésos cambios que expresan un serio trabajo interior.
El conocedor de tantos temas, de a poco fue dejando más espacio al silencio. Y ante la dura prueba de una enfermedad que asomó repentina y  abrupta, no lo vimos rebelarse, sino por el contrario, aceptar con docilidad el límite, el dolor. La vida toda del P. José, en esos últimos meses, se volvió la Misa que ofrecía con humildad.

Don José, que su ejemplo nos sirva de guía.

La colecta de fieles es miserable




La Nueva Mañana,  15/03/2018

Luego que el Jefe de Gabinete de ministros de Nación, Marcos Peña encendiera la polémica por los sueldos que reciben los Obispos e integrantes de la Iglesia católica por parte del Estado, Monseñor Aguer salió a responder y acusó al funcionario “de no saber qué hago con el sueldo”.

Es que Peña resaltó ante el Congreso Nacional que la Iglesia Católica recibe anualmente un presupuesto de $130.421.300 y que el haber mensual de un obispo diocesano es de $46.800, mientras que de un obispo auxiliar alcanza los $40.950.

“Me preguntaban qué hacía con los $40 mil, no me lo guardo. Mi sueldo lo gasto para darle a los pobres y para pequeñas cosas mías”, respondió Aguer, ante la polémica que se planteó luego del discurso de Peña.

Sin embargo, Aguer no sólo salió al cruce del gobierno nacional, sino que cruzó a los fieles del catolicismo y los tildó de “miserables”.  “Hay una mala educación en los fieles católicos que no aportan en la limosna, la colecta es miserable”, lanzó Aguer en dialogo con Nelson Castro en Radio Continental.

jueves, 15 de marzo de 2018

Mons. Buenanueva



 ¿En qué gasta un obispo el sueldo que percibe del Estado?

Aica,  15 Mar 2018

A través de las redes sociales, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, dio su parecer sobre el presupuesto que el Estado destina a la Iglesia católica: “Me parece bien que un diputado le pregunte al Jefe de Gabinete por lo que el Estado destina a la Iglesia católica. Es información pública, a disposición de quien quiera conocerla. No ha habido ninguna revelación de ningún secreto escondido”, consideró el obispo.

A su vez, advirtió con extrañeza que “el monto destinado al culto católico está en el Presupuesto Nacional, que aprueban los mismos diputados que preguntan”. Aún así, aclaró, sigue siendo legítima la pregunta: “En definitiva, el Estado administra el dinero que le damos los ciudadanos de nuestro bolsillo. Los católicos pagamos impuestos. Es bueno que sepamos cuánto destina nuestro Estado a nuestra Iglesia”, continuó.

Además, monseñor Buenanueva recordó que “lo que recibimos los obispos no es un sueldo. No nos hacen ninguna de las retenciones propias de un salario ni pagamos ganancia. Se trata de una asignación que llega a nombre de los obispos y que, por lo general, se destina al sostenimiento de los obispados”.

“Los católicos sostenemos de nuestro bolsillo la obra evangelizadora de la Iglesia. No está mal que el Estado use de nuestro dinero para ayudar a las Iglesias. Ocurre en la mayoría de los países, incluso los más secularizados y laicos”, explicó, y consideró que “sería bueno discutir el sistema actual de la Argentina” que, a su modo de ver, “hoy resulta inapropiado”, por lo que opinó que “tiene que ser revisado y adecuado a los estándares actuales de las sociedades modernas”, porque además es “fuente de conflicto permanente”.

“De tanto en tanto, cuando conviene sacudir un poco a la Iglesia, sale a la luz el tema de los ‘sueldos’ de los obispos”, expresó el prelado, y compartió sus declaraciones al periódico “La Voz”, donde explica “En qué gasta un obispo los $46.800 que recibe del Estado nacional”.

“De los 46.000 pesos que recibo, hay un porcentaje que va a un fondo solidario. Hace unos años me tuve que operar de los ojos y la Conferencia Episcopal, con ese fondo, me ayudó. Lo demás, unos 42.000, son para mantener mi casa, para la comida y para mi vehículo. Lo que queda va al sostenimiento de los gastos ordinarios del obispado, que son muchos”, detalló.+

miércoles, 14 de marzo de 2018

Carta del Papa Emérito




Benedictus XVI
Papa Emeritus

Reverendísimo
Mons. Dario Edoardo Viganò
Prefecto de la Secretaría para la Comunicación
Ciudad del Vaticano
7 de febrero de 2018

Reverendísimo Monseñor,

Le agradezco su cortés carta del 12 de enero y por regalo adjunto de los once opúsculos editados por Roberto Repole.

Aplaudo esta iniciativa que quiere oponerse y reaccionar contra el tonto prejuicio, según el cual el papa Francisco sería solamente un hombre práctico privado de particular formación teológica o filosófica, mientras que yo habría sido únicamente un teórico de la teología que habría comprendido poco de la vida concreta de un cristiano actual.

Los opúsculos muestran, con razón, que el papa Francisco es un hombre de una profunda formación filosófica y teológica, y por eso ayudan a ver la continuidad interior entre los dos pontificados, aunque con todas las diferencias de estilo y de temperamento.

Sin ambargo no puedo escribir sobre ellos una breve y densa página teológica, porque en toda mi vida ha sido siempre claro que he escrito y me he expresado solamente sobre libros que había leído verdaderamente. 

Lamentablemente, aunque sólo por razones físicas, no estoy en condiciones de leer los once opúsculos en un futuro próximo, por cuanto me esperan otros compromisos que ya he asumido.

Estoy seguro de que me comprenderá y lo saludo cordialmente.
Suyo,
Benedicto XVI

martes, 13 de marzo de 2018

Mons. Aguer




El Obispo es un centinela cuya misión es advertir

Aica, 13 Mar 2018

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, que tiene a su cargo la columna editorial del programa Claves para un Mundo Mejor que, con la dirección del periodista Tito Garabal, se emite los sábados por el Canal 9 de televisión, volvió a referirse este sábado 10 de marzo al tema del aborto, sobre el que había reflexionado en el programa de la semana pasada. 

Pero en esta ocasión gran parte de sus reflexiones se refirieron a las repercusiones del programa anterior, a algunos comentaristas que desvirtúan sus palabras, y al maltrato al que es sometido por parte de periodistas que no están de acuerdo con sus aseveraciones.

Lo que está en juego es si el embrión es un ser humano
El prelado comenzó comentando algunas repercusiones que tuvieron lo dicho sobre el tema del aborto. "Me llama mucho la atención cómo algunos periodistas -personas muy inteligentes- no advierten lo que está en juego en este tema", y agregó: "Seguramente abrán leído o escuchado cómo soy yo identificado por algunos periodistas”.
“Hay algunos periodistas -señaló- que se jactan de ser especialistas en cuestiones religiosas; en realidad son especialistas en chismes eclesiásticos. A uno lo reportean, pero después se quedan con el micrófono y dicen que soy duro y que pertenezco al sector conservador de la Iglesia. En realidad no es eso lo que está en juego acá, lo que está en juego, como hemos dicho otras veces, es si el embrión, fruto de la concepción, es un ser humano, si es una persona o si es una cosa. Esa es la cuestión científica de la cual hay que partir”.

Lo que importa es la postura política y no la personal
“Pero me extrañan también otros casos -prosiguió monseñor Aguer-, por ejemplo, un hombre como Joaquín Morales Solá, que es una persona inteligente y un gran periodista, que dijo en el diario La Nación que yo he cambiado la cuestión que se discute, que he dicho cosas que no tienen nada que ver con el aborto, porque dije que el Presidente Macri no sabe hacer bien la señal de la Cruz. Considero que sí, que tiene que ver. El Presidente se ha educado en un renombrado colegio católico y hasta en la Universidad Católica, y se supone que hacerse la señal de la cruz es lo primero que aprende cualquier chico en el Catecismo. 
Tiene que ver con su postura. Dijo que su postura personal es a favor de la vida pero lo que realmente importa es su postura política y no la personal, es la coherencia entre la formación recibida, es decir, su postura personal y la actitud política. Un ejemplo muy diverso lo ha dado el Presidente del Uruguay, el doctor Tabaré Vázquez, que creo que no es un creyente, pero que ha dado un excelente ejemplo de lo que debe ser un político, un político que se atiene al orden natural, a la razón”.

¿Por qué la pena de muerte a un inocente?
Y agregó más: “El señor Morales Solá dice que quiero cambiar o hipotéticamente propongo cambiar el aborto por la pena de muerte al violador. Yo no dije eso. Me extraña que un hombre tan inteligente no entienda lo que los franceses llaman una “boutade” o una “saillie d’esprit”, lo que los españoles llaman “facecia”, esto es una salida graciosa. La cuestión es si el embrión es un ser humano al que se lo castiga con la muerte, o no. No es un disparate lo que estoy diciendo. ¿Por qué se castiga al inocente, se lo descarta como una cosa indeseable? También dice que los obispos me dejaron solo. En verdad, no sé a qué se refiere; la observación de Morales Solá tal vez se refiere a un comunicado que publicó la Comisión Ejecutiva del Episcopado, formada por 4 obispos. El tema del aborto está muy claro en el Magisterio de la Iglesia, y no va a cambiar por más debate que se promueva. ¿Por qué no se promueve, por ejemplo, la despenalización del robo?

La misión del obispo
Tras afirmar que “ya estoy acostumbrado a que me digan lo que me dicen", poniendo como ejemplo al periódico Perfil que lo llama "salvaje antiaborto", o el periodista Lanata que lo trató de "bruto", monseñor Aguer manifestó que "es importante que aclare lo siguiente: la actitud que yo tomo, las cosas que yo digo, tienen que ver con el ministerio del obispo. No me estoy metiendo donde no debo. La palabra obispo viene del griego 'epískopos' que significa 'centinela' o 'vigía'. La preposición 'epi' significa arriba, en lo alto, y 'skopéin' es mirar, observar, registrar con atención. Por eso el obispo es un centinela, un vigía que está puesto ahí arriba. Como me dice el papa Francisco en una afectuosa carta que me mandó con motivo de mi jubileo episcopal: “El papa Juan Pablo II te puso en el 'fastigium' del sacerdocio”, es decir arriba o en la cima del sacerdocio. ¿Para qué? No para hacerme la vida más cómoda, porque está uno allá arriba como centinela para avisar, para decir: esto está bien, aquello está mal. Eso es el oficio del obispo”.

“Hay un pasaje muy bello del profeta Ezequiel que se refiere a lo mismo. En cierto modo es profético nuestro ministerio, y así nos cuesta. Pero hay que cumplirlo, y alguien lo tiene que hacer y yo, humildemente, trato de hacerlo lo mejor que puedo. Me puedo equivocar, exceder, pero tengo la conciencia de que este es mi deber, y sobre todo en este caso en el que se juega algo muy importante, se juega el futuro de la patria, el de un país como la Argentina, que siempre hemos dicho que es un país mayoritariamente católico. ¡Donde pasan las cosas que pasan y no solo en este plano!”.

Ya en la parte final de sus reflexiones, el arzobispo platense dijo que cree "no cometer una salvajada si digo que la mayoría de la corporación periodística hace campaña a favor del aborto. Una excepción valiosa: los editoriales del diario La Nación", y terminó diciendo: "Es curioso que todos estos periodistas que me maltratan, callan absolutamente todas las declaraciones que hago en materia social. De eso no hablan. Son testigos de que hablé de la cuestión económica, del endeudamiento, la pobreza, la miseria, la falta de trabajo genuino, pero eso lo registran, ni se hacen eco, ni lo publican. 
Una excepción: el doctor Nelson Castro, que es un hombre inteligente, hace uno o dos años, me invitó a su programa, con gran respeto, precisamente por unas declaraciones que yo había hecho en materia social denunciando la cultura del descarte. Pero por lo general lo que yo digo sobre esa materia no existe. Podría pensar que lo que se quiere, a veces, es desprestigiarlo a uno, como si uno se cortara solo, ningún obispo lo sigue, es un exagerado, un exaltado, o un “salvaje antiaborto”. Creo que es mi deber, y por eso les aviso que voy a seguir con las salvajadas la semana que viene”.+

lunes, 5 de marzo de 2018

Los protestantes argentinos



 declaran estar en contra de la despenalización del aborto

Infocatolica, 5/03/18

Comunicado de ACIERA:

La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) en representación de más de 15 mil congregaciones evangélicas a lo largo de todo el territorio nacional, y conformada por millones de ciudadanos argentinos, defienden el derecho a la vida, como derecho fundamental y superior a todos los demás, posicionándose a favor de la vida de la madre y del niño por nacer, y expresa su postura en contra del proyecto de la despenalización del aborto, en el marco del debate que se ha instalado.

Comprendemos que la práctica de abortos clandestinos, más allá de cuantos sean, es en sí misma, un problema humanitario y de la sociedad actual. Que las secuelas emocionales del aborto, clandestino o legal, son profundas y difíciles de sobrellevar. Pero entendemos que la salud pública argentina necesita encontrar propuestas que cuiden y protejan a la madre y a su hijo, y defiendan la vida, tanto de la mujer como la del niño por nacer.

El falso argumento en favor del aborto, llamado «derecho a elegir», nada dice del «derecho a vivir» del que está siendo gestado. La ideología favorable al aborto trata de instalar la idea de que solo existe una persona, negando la realidad y el dato duro de la ciencia que afirma que hay dos. La biología, la embriología, la deontología médica, así como las ciencias humanas como el derecho, la filosofía y la antropología demuestran que esa postura es falsa. Nuestra posición en favor de la vida no es confesional o religiosa, sino científica, racional y ética.

Afirmamos el valor supremo de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Ya que afirmar que la vida humana comienza después de la fecundación, no es científico, es una afirmación arbitraria, fruto de ideologías o intereses ajenos a la ciencia. Afirmamos que no puede haber vida humana, sin haber persona humana, ya que el embrión no es una persona en potencia, lo es en acto.

Afirmamos que la legislación argentina, la Constitución Nacional, el Código Civil y Comercial y los Tratados Internacionales protegen al niño por nacer desde su concepción, y lo hace sujeto de derecho. Afirmamos que el derecho que la mujer tiene sobre su cuerpo encuentra su límite frente al cuerpo del otro, ya que el embrión no es parte del cuerpo de la madre, su ADN es distinto al de sus progenitores. Nadie puede decidir quién vive y quién no tiene derecho a seguir viviendo, ya que no existe un derecho a matar. El derecho natural y superlativo es a la vida, que es el fundamento de todos los DDHH. En tal sentido, la legislación debe tutelar la vida, ya que no hay derecho cuando la finalidad es la muerte.

Entendemos que no hay vinculación alguna entre la profesión médica y el aborto, por tal razón no debe enmascararse el aborto como parte del servicio de salud pública, ya que no es propio de la medicina el matar personas inocentes e indefensas. El aborto es contrario a la salud. El aborto no es la interrupción de un embarazo. El aborto intencional es un acto de extrema violencia que termina con la vida de un inocente. Por eso, entendemos que la despenalización del aborto en todas sus formas quebranta una ley superior, el mandato universal «No Matarás». Por lo tanto, es necesario encontrar soluciones que no vulneren el primero de todos los derechos humanos que el Estado y sus representantes legislativos debe tutelar, que es el «derecho a vivir».

Proponemos crear espacios para la discusión seria y profunda de esta temática y todas sus implicaciones. Renunciar a la cruel frivolidad de ver el aborto como una solución rápida a problemas sociales, emocionales y egoístas. Desarrollar políticas públicas y acciones privadas que valoren la vida, en especial de los más débiles y desprotegidos y ofrezcan alternativas posibles y viables para la no concreción del aborto. La PREVENCIÓN, la educación sexual, el acompañamiento a las mujeres embarazadas, y la mejora de la ley de adopción son propuestas alternativas, justas y solidarias que fortalecerán nuestra sociedad. Proponemos abordar esta problemática sin prejuicios ni juzgamientos, con actitudes amorosas y comprensivas hacia quienes han pasado por el aborto o están considerando su realización.

Al exponer esta temática lo hacemos con mucho cuidado porque sabemos que hay situaciones difíciles y dolorosas, de violencia, marginalidad, pobreza, falta de formación, soledad y abandono; pero nuestra más íntima convicción, es que el aborto nunca es la solución. Rogamos para que Dios nos ilumine e ilumine a nuestra sociedad para encontrar caminos de vida frente a tanto dolor.

De lo expuesto, pedimos a los legisladores nacionales su comprensión acerca de que la vida es el primero de los Derechos Humanos que el Estado debe tutelar desde el momento de la fecundación, votando en contra de la legalización del aborto.

Es falso que el inicio de la vida humana corresponde a una construcción social. Es falso que los científicos no se ponen de acuerdo en cuándo comienza la vida. Los adelantos tecnológicos y el avance de la medicina han descubierto que el único acto que lleva en sí mismo la potencia de generar una vida humana es la fecundación, unión de los dos gametos masculino y femenino.

Por lo tanto, en representación de miles de familias argentinas que están a favor de la vida, solicitamos a las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, a los jueces, legisladores, funcionarios, profesionales de la medicina, comunicadores sociales, docentes, políticos y la sociedad toda, que sean aliados de la vida y de la dignidad de la persona humana, sea cual fuere la etapa de desarrollo en que se encuentre y trabajar en unidad para eliminar las causas de este mal que nos aqueja y encontrar las mejores soluciones para construir una sociedad cada vez más justa e inclusiva, que garantice los derechos humanos de todos los humanos, nacidos y por nacer.

Consejo Directivo Nacional de ACIERA