El Obispo es un centinela cuya misión es
advertir
Aica, 13 Mar 2018
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, que
tiene a su cargo la columna editorial del programa Claves para un Mundo Mejor
que, con la dirección del periodista Tito Garabal, se emite los sábados por el
Canal 9 de televisión, volvió a referirse este sábado 10 de marzo al tema del
aborto, sobre el que había reflexionado en el programa de la semana pasada.
Pero en esta ocasión gran parte de sus reflexiones se refirieron a las
repercusiones del programa anterior, a algunos comentaristas que desvirtúan sus
palabras, y al maltrato al que es sometido por parte de periodistas que no
están de acuerdo con sus aseveraciones.
Lo que está en juego es si el embrión es un ser humano
El prelado comenzó comentando algunas repercusiones
que tuvieron lo dicho sobre el tema del aborto. "Me llama mucho la
atención cómo algunos periodistas -personas muy inteligentes- no advierten lo
que está en juego en este tema", y agregó: "Seguramente abrán leído o
escuchado cómo soy yo identificado por algunos periodistas”.
“Hay algunos periodistas -señaló- que se jactan de ser
especialistas en cuestiones religiosas; en realidad son especialistas en
chismes eclesiásticos. A uno lo reportean, pero después se quedan con el
micrófono y dicen que soy duro y que pertenezco al sector conservador de la
Iglesia. En realidad no es eso lo que está en juego acá, lo que está en juego,
como hemos dicho otras veces, es si el embrión, fruto de la concepción, es un
ser humano, si es una persona o si es una cosa. Esa es la cuestión científica
de la cual hay que partir”.
Lo que importa es la postura política y no la personal
“Pero me extrañan también otros casos -prosiguió
monseñor Aguer-, por ejemplo, un hombre como Joaquín Morales Solá, que es una
persona inteligente y un gran periodista, que dijo en el diario La Nación que
yo he cambiado la cuestión que se discute, que he dicho cosas que no tienen
nada que ver con el aborto, porque dije que el Presidente Macri no sabe hacer
bien la señal de la Cruz. Considero que sí, que tiene que ver. El Presidente se
ha educado en un renombrado colegio católico y hasta en la Universidad
Católica, y se supone que hacerse la señal de la cruz es lo primero que aprende
cualquier chico en el Catecismo.
Tiene que ver con su postura. Dijo que su
postura personal es a favor de la vida pero lo que realmente importa es su
postura política y no la personal, es la coherencia entre la formación
recibida, es decir, su postura personal y la actitud política. Un ejemplo muy
diverso lo ha dado el Presidente del Uruguay, el doctor Tabaré Vázquez, que
creo que no es un creyente, pero que ha dado un excelente ejemplo de lo que
debe ser un político, un político que se atiene al orden natural, a la razón”.
¿Por qué la pena de muerte a un inocente?
Y agregó más: “El señor Morales Solá dice que quiero
cambiar o hipotéticamente propongo cambiar el aborto por la pena de muerte al
violador. Yo no dije eso. Me extraña que un hombre tan inteligente no entienda
lo que los franceses llaman una “boutade” o una “saillie d’esprit”, lo que los
españoles llaman “facecia”, esto es una salida graciosa. La cuestión es si el
embrión es un ser humano al que se lo castiga con la muerte, o no. No es un disparate
lo que estoy diciendo. ¿Por qué se castiga al inocente, se lo descarta como una
cosa indeseable? También dice que los obispos me dejaron solo. En verdad, no sé
a qué se refiere; la observación de Morales Solá tal vez se refiere a un
comunicado que publicó la Comisión Ejecutiva del Episcopado, formada por 4
obispos. El tema del aborto está muy claro en el Magisterio de la Iglesia, y no
va a cambiar por más debate que se promueva. ¿Por qué no se promueve, por
ejemplo, la despenalización del robo?
La misión del obispo
Tras afirmar que “ya estoy acostumbrado a que me digan
lo que me dicen", poniendo como ejemplo al periódico Perfil que lo llama
"salvaje antiaborto", o el periodista Lanata que lo trató de
"bruto", monseñor Aguer manifestó que "es importante que aclare
lo siguiente: la actitud que yo tomo, las cosas que yo digo, tienen que ver con
el ministerio del obispo. No me estoy metiendo donde no debo. La palabra obispo
viene del griego 'epískopos' que significa 'centinela' o 'vigía'. La preposición
'epi' significa arriba, en lo alto, y 'skopéin' es mirar, observar, registrar
con atención. Por eso el obispo es un centinela, un vigía que está puesto ahí
arriba. Como me dice el papa Francisco en una afectuosa carta que me mandó con
motivo de mi jubileo episcopal: “El papa Juan Pablo II te puso en el
'fastigium' del sacerdocio”, es decir arriba o en la cima del sacerdocio. ¿Para
qué? No para hacerme la vida más cómoda, porque está uno allá arriba como
centinela para avisar, para decir: esto está bien, aquello está mal. Eso es el
oficio del obispo”.
“Hay un pasaje muy bello del profeta Ezequiel que se
refiere a lo mismo. En cierto modo es profético nuestro ministerio, y así nos
cuesta. Pero hay que cumplirlo, y alguien lo tiene que hacer y yo, humildemente,
trato de hacerlo lo mejor que puedo. Me puedo equivocar, exceder, pero tengo la
conciencia de que este es mi deber, y sobre todo en este caso en el que se
juega algo muy importante, se juega el futuro de la patria, el de un país como
la Argentina, que siempre hemos dicho que es un país mayoritariamente católico.
¡Donde pasan las cosas que pasan y no solo en este plano!”.
Ya en la parte final de sus reflexiones, el arzobispo
platense dijo que cree "no cometer una salvajada si digo que la mayoría de
la corporación periodística hace campaña a favor del aborto. Una excepción
valiosa: los editoriales del diario La Nación", y terminó diciendo:
"Es curioso que todos estos periodistas que me maltratan, callan
absolutamente todas las declaraciones que hago en materia social. De eso no
hablan. Son testigos de que hablé de la cuestión económica, del endeudamiento,
la pobreza, la miseria, la falta de trabajo genuino, pero eso lo registran, ni
se hacen eco, ni lo publican.
Una excepción: el doctor Nelson Castro, que es un
hombre inteligente, hace uno o dos años, me invitó a su programa, con gran
respeto, precisamente por unas declaraciones que yo había hecho en materia
social denunciando la cultura del descarte. Pero por lo general lo que yo digo
sobre esa materia no existe. Podría pensar que lo que se quiere, a veces, es
desprestigiarlo a uno, como si uno se cortara solo, ningún obispo lo sigue, es
un exagerado, un exaltado, o un “salvaje antiaborto”. Creo que es mi deber, y
por eso les aviso que voy a seguir con las salvajadas la semana que viene”.+
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