martes, 29 de septiembre de 2015

El Papa defiende a los no nacidos y la familia natural

 en discurso ante la ONU

By Susan Yoshihara, Ph.D.        
 25 de septiembre 2015 (C-Fam)

Los líderes mundiales rompieron en aplausos en veintisiete oportunidades durante el discurso del Papa hoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, incluso cuando pidió la defensa del «derecho a la vida» y cuando dijo que la familia es «la célula primaria de cualquier desarrollo social».

Los defensores de la vida y la familia recibieron sus palabras como un desarrollo de referencias más sutiles a sus causas durante el discurso del Papa ante el Congreso de los Estados Unidos. El presidente de Culture of Life, Robert Royal, dijo que las expresiones ante la ONU fueron una defensa enérgica y explícita de la vida humana y del matrimonio natural aun cuando no se usaron los términos «aborto» y «homosexualidad». Royal es miembro de la junta directiva de C-Fam, editor de Friday Fax.

En la ONU, el Papa Francisco ofreció varios ejemplos de cómo aplicar los cuatro principios de la doctrina social católica (el bien común, la solidaridad, la subsidiaridad y la dignidad humana), los cuales mencionó explícitamente durante su discurso ante el Congreso. En cuanto a la subsidiaridad, defendió «el derecho primario de las familias a educar» y el rechazo de «una elite omnipotente».

Condenó la «colonización ideológica», como lo hizo en la encíclica Laudato Si, en una referencia al hecho de que la ayuda a los países pobres se fundamenta en su aceptación del control demográfico y otras orientaciones que resultan ultrajantes para su gente y que están en contra de las leyes internas, como, por ejemplo, los derechos homosexuales.

A lo largo de su discurso, el Papa entrelazó su distintiva defensa del medio ambiente con la necesidad de poner fin a la excusión social y de edificar la solidaridad. Varias veces, durante la conferencia de 40 minutos, vinculó la biología de los seres humanos a la de la naturaleza. «Cualquier daño al ambiente, por tanto, es un daño a la humanidad», sostuvo el Papa. El lunes, en Cuba, dijo que el aborto de bebés discapacitados es un ejemplo de la «cultura del descarte», que calificó de muy «difundida e inconscientemente consolidada» en su discurso ante la ONU.

En un determinado momento, el Papa indicó que la defensa de la vida debe preceder al discurso sobre el medio ambiente: «La casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana», que incluye la «de los no nacidos», y añadió que «debe también edificarse sobre la comprensión de una cierta sacralidad de la naturaleza creada».

De igual modo, vinculó la defensa del matrimonio natural a la naturaleza misma. A la vez que elogió la codificación del derecho en documentos escritos como uno de los «éxitos comunes» más importantes de la ONU, invocó la ley natural, a la que llamó «ley moral inscrita en la propia naturaleza humana, que comprende la distinción natural entre hombre y mujer» que también exige «el absoluto respeto de la vida en todas sus etapas y dimensiones».

Por otro lado, lamentó la promoción de «falsos derechos» y dijo que «ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales». En este sentido, hizo eco de su predecesor, el papa Benedicto XVI, quien en su discurso de 2008 ante la ONU se refirió al intento de enfrentar derechos humanos, como ser los de la madre y su hijo, uno contra otro en una falsa competencia que deja en manos de las elites la decisión de quién triunfa.

Aunque el Papa mencionó normas políticas explícitas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las próximas conferencias sobre cambio climático en París, no las ratificó de manera expresa. Más bien, dijo que son señal de «esperanza». Advirtió sobre las palabras vacías que fijan objetivos pero no marcan una diferencia real en las vidas de «mujeres y hombres concretos […] que viven, luchan y sufren».


Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

sábado, 26 de septiembre de 2015

Develada una mafia de cardenales




En la presentación de su biografía autorizada, el arzobispo emérito de Bruselas, cardenal Godfried Dannels  reconoce que él y otros cardenales, unidos por el deseo de ‘modernizar' la Iglesia, formaron una «mafia» para influir en las elecciones de los papas. Tal hecho está penado con la excomunión.

S.E.R. Godfried Danneels (nacido en 1933) ha sido uno de los cardenales europeos más influyentes de los últimos años. Entre 1979 y 2010, fue presidente de la conferencia episcopal belga y arzobispo de Malinas-Bruselas. En 2010, Benedicto XVI le aceptó su renuncia. Esta semana Danneels presentó en Bruselas una biografía suya autorizada y reconoció, como se explica en el libro, la existencia de un grupo de cardenales centroeuropeos que desde 1996 se confabularon para controlar la sucesión de Juan Pablo II e impedir que accediera a la silla de Pedro el cardenal Joseph Ratzinger.

Los miembros de lo que Danneels define en el vídeo como «mafia», aunque también recibía el nombre piadoso de Grupo de Saint-Gall/Sankt Gallen por la abadía suiza en que celebraba sus reuniones, eran, aparte de él, que se incorporó en 1999, el cardenal arzobispo de Milán, Carlo Mario Martini (fallecido en 2012) y su compatriota Achille Silvestrini, los cardenales alemanes Walter Kasper y Karl Lehman, el británico Basil Hume (fallecido en 1999) y el obispo holandés Adriaan Van Luyn.

En vida de San Juan Pablo II, a Roma llegaron los rumores de que algo maquinaban los cardenales que se reunían en Saint-Gall y se envió al cardenal Camillo Ruini a investigar, pero éste dijo no haber encontrado nada sospechoso.
Los acuerdos entre cardenales para elegir papa, prohibidos
Cuando Ratzinger fue elegido papa en 2005, la «mafia» no se deshizo, sino que decidió oponerse a él y preparar la sucesión del pontífice alemán, comportamiento prohibido por el Derecho Canónico. Para ello, no dudaron en criticar en público a Benedicto XVI y reclamar que la Iglesia debía ser más ‘alegre’ y menos ‘antipática’.

Las maquinaciones y acuerdos entre los cardenales para elegir papa están prohibidos por la constitución apostólica ‘Universi Dominici Gregis’, promulgada en 1996, y cuyo artículo 79 reza así:

«Confirmando también las prescripciones de mis Predecesores, prohíbo a quien sea, aunque tenga la dignidad de Cardenal, mientras viva el Pontífice, y sin haberlo consultado, hacer pactos sobre la elección de su Sucesor, prometer votos o tomar decisiones a este respecto en reuniones privadas».

En el artículo 81, esos compromisos se castigan con la excomunión.

Alegría de Danneels por el matrimonio homosexual
El objetivo de la «mafia» de Saint Gall era ‘modernizar’ la Iglesia católica para adaptarla a los tiempos de hoy, lo que implica modificar la doctrina sobre el aborto y la ideología de género.
En la biografía, que pondrá a la venta el 29 de septiembre, se devela también que Danneels escribió en mayo de 2003 una carta al primer ministro belga Guy Verhofstad felicitándole por haber introducido en el país el matrimonio para los homosexuales y terminar, de esta manera, con la discriminación para las parejas formadas por personas del mismo sexo.

Esta actitud de Danneels contrasta con la que tuvo el actual papa cuando era arzobispo de Buenos Aires. Al discutirse en Argentina la aprobación del matrimonio para los homosexuales, el cardenal Jorge Bergoglio mandó a cuatro monasterios de su diócesis una carta en las que se pronunció así:
«No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una ‘movida’ del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios».

En abril de 2015, al cumplirse 25 años de la aprobación de la ley del aborto en Bélgica, dos políticos, Philippe Moureau (socialista valón) y Mark Eyskens (democristiano flamenco), afirmaron que el cardenal Danneels trató de convencer al rey Balduino de que, como católico y monarca, podía promulgar la ley. Cuando se le preguntó al religioso, éste contestó con un «No hay comentarios».


Las revelaciones sobre el deseo por parte de este grupo de cardenales centroeuropeos de controlar los últimos cónclaves no son nuevas. En 2014, el periodista inglés Austen Ivereigh, que fue subdirector de la revista ‘The Tablet’, director de las relaciones públicas del cardenal Cormac Murphy-O’Connor, arzobispo emérito de Westminester, y doctorado con una tesis sobre la Iglesia en la política de Argentina, publicó una biografía del papa Francisco, ‘The Great Reformer. Francis and the Making of a Radical Pope’.
En ella, su autor afirma que, en los días precedentes al cónclave de 2013, cuatro cardenales, Murphy O’Connor, Kasper, Daneels (quien ya no podía participar en el acto debido a su edad) y Lehmann, se aseguraron el consenso del cardenal Bergoglio para su eventual elección y después pusieron en marcha una campaña para conseguirla.
Entonces, los cardenales señalados respondieron que era mentira lo publicado. Según declaró el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, en teletipo recogido por Zenit el 1 de diciembre:
«Puedo declarar que los cuatro cardenales arriba mencionados niegan explícitamente esta descripción de los hechos, tanto en lo relacionado con la petición de un consentimiento previo por parte del cardenal Bergoglio, como en lo relacionado con la conducción de una campaña para su elección, y desean que se sepa que están sorprendidos y decepcionados por lo publicado».

Unos meses después, uno de los señalados en ese libro, el cardenal Danneels, reconoce que esa «mafia» o logia existía y, por tanto, que él mintió en 2014.

Pese a estar implicado en el encubrimiento de un caso de pederastia cometido por el obispo de Brujas (Danneels se negó a creer las primeras quejas y más tarde, en 2010, la víctima le grabó pidiéndole que retirase su denuncia), el papa Francisco le nombró por voluntad personal miembro del Sínodo sobre la Familia celebrado en 2014 y le ha vuelto a designar para el que se celebrará a finales de este año.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Canonización de Junípero Serra




Homilía del papa Francisco en la Misa de canonización del beato Junípero Serra (Santuario nacional de la Inmaculada Concepción, Washington D.C., 23 de septiembre de 2015)

«Alégrense siempre en el Señor. Repito: Alégrense» (Flp 4,4). Una invitación que golpea fuerte nuestra vida. «Alégrense» nos dice Pablo con una fuerza casi imperativa. Una invitación que se hace eco del deseo que todos experimentamos de una vida plena, una vida con sentido, una vida con alegría. Es como si Pablo tuviera la capacidad de escuchar cada uno de nuestros corazones y pusiera voz a lo que sentimos y vivimos. Hay algo dentro de nosotros que nos invita a la alegría y a no conformarnos con placebos que siempre quieren contentarnos.

Pero a su vez, vivimos las tensiones de la vida cotidiana. Son muchas las situaciones que parecen poner en duda esta invitación. La propia dinámica a la que muchas veces nos vemos sometidos parece conducirnos a una resignación triste que poco a poco se va transformando en acostumbramiento, con una consecuencia letal: anestesiarnos el corazón.

No queremos que la resignación sea el motor de nuestra vida, ¿o lo queremos?; no queremos que el acostumbramiento se apodere de nuestros días, ¿o sí?. Por eso podemos preguntarnos, ¿cómo hacer para que no se nos anestesie el corazón? ¿Cómo profundizar la alegría del Evangelio en las diferentes situaciones de nuestra vida?

Jesús lo dijo a los discípulos de ayer y nos lo dice a nosotros: ¡vayan!, ¡anuncien! La alegría del evangelio se experimenta, se conoce y se vive solamente dándola, dándose.

El espíritu del mundo nos invita al conformismo, a la comodidad; frente a este espíritu humano «hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo» (Laudato si’, 229). Tenemos la responsabilidad de anunciar el mensaje de Jesús. Porque la fuente de nuestra alegría «nace de ese deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva» (Evangelii gaudium, 24). Vayan a todos a anunciar ungiendo y a ungir anunciando.

A esto el Señor nos invita hoy y nos dice: La alegría el cristiano la experimenta en la misión: «Vayan a las gentes de todas las naciones» (Mt 28,19).

La alegría el cristiano la encuentra en una invitación: Vayan y anuncien.

La alegría el cristiano la renueva, la actualiza con una llamada: Vayan y unan.

Jesús los envía a todas las naciones. A todas las gentes. Y en ese «todos» de hace dos mil años estábamos también nosotros. Jesús no da una lista selectiva de quién sí y quién no, de quiénes son dignos o no de recibir su mensaje y su presencia. Por el contrario, abrazó siempre la vida tal cual se le presentaba. Con rostro de dolor, hambre, enfermedad, pecado. Con rostro de heridas, de sed, de cansancio. Con rostro de dudas y de piedad. Lejos de esperar una vida maquillada, decorada, trucada, la abrazó como venía a su encuentro. Aunque fuera una vida que muchas veces se presenta derrotada, sucia, destruida. A «todos» dijo Jesús, a todos, vayan y anuncien; a toda esa vida como es y no como nos gustaría que fuese, vayan y abracen en mi nombre. Vayan al cruce de los caminos, vayan… a anunciar sin miedo, sin prejuicios, sin superioridad, sin purismos a todo aquel que ha perdido la alegría de vivir, vayan a anunciar el abrazo misericordioso del Padre. Vayan a aquellos que viven con el peso del dolor, del fracaso, del sentir una vida truncada y anuncien la locura de un Padre que busca ungirlos con el óleo de la esperanza, de la salvación. Vayan a anunciar que el error, las ilusiones engañosas, las equivocaciones, no tienen la última palabra en la vida de una persona. Vayan con el óleo que calma las heridas y restaura el corazón.

La misión no nace nunca de un proyecto perfectamente elaborado o de un manual muy bien estructurado y planificado; la misión siempre nace de una vida que se sintió buscada y sanada, encontrada y perdonada. La misión nace de experimentar una y otra vez la unción misericordiosa de Dios.

La Iglesia, el Pueblo santo de Dios, sabe transitar los caminos polvorientos de la historia atravesados tantas veces por conflictos, injusticias y violencia para ir a encontrar a sus hijos y hermanos. El santo Pueblo fiel de Dios, no teme al error; teme al encierro, a la cristalización en elites, al aferrarse a las propias seguridades. Sabe que el encierro en sus múltiples formas es la causa de tantas resignaciones.

Por eso, «salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo» (Evangelii gaudium, 49). El Pueblo de Dios sabe involucrarse porque es discípulo de Aquel que se puso de rodillas ante los suyos para lavarles los pies (cf. ibíd., 24).

Hoy estamos aquí, podemos estar aquí, porque hubo muchos que se animaron a responder esta llamada, muchos que creyeron que «la vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad» (Documento de Aparecida, 360). Somos hijos de la audacia misionera de tantos que prefirieron no encerrarse «en las estructuras que nos dan una falsa contención… en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta» (Evangelii gaudium, 49). Somos deudores de una tradición, de una cadena de testigos que han hecho posible que la Buena Nueva del Evangelio siga siendo generación tras generación Nueva y Buena.

Y hoy recordamos a uno de esos testigos que supo testimoniar en estas tierras la alegría del Evangelio, Fray Junípero Serra. Supo vivir lo que es «la Iglesia en salida», esta Iglesia que sabe salir e ir por los caminos, para compartir la ternura reconciliadora de Dios. Supo dejar su tierra, sus costumbres, se animó a abrir caminos, supo salir al encuentro de tantos aprendiendo a respetar sus costumbres y peculiaridades. Aprendió a gestar y a acompañar la vida de Dios en los rostros de los que iba encontrando haciéndolos sus hermanos. Junípero buscó defender la dignidad de la comunidad nativa, protegiéndola de cuantos la habían abusado. Abusos que hoy nos siguen provocando desagrado, especialmente por el dolor que causan en la vida de tantos.


Tuvo un lema que inspiró sus pasos y plasmó su vida: supo decir, pero sobre todo supo vivir diciendo: «siempre adelante». Esta fue la forma que Junípero encontró para vivir la alegría del Evangelio, para que no se le anestesiara el corazón. Fue siempre adelante, porque el Señor espera; siempre adelante, porque el hermano espera; siempre adelante, por todo lo que aún le quedaba por vivir; fue siempre adelante. Que, como él ayer, hoy nosotros podamos decir: «siempre adelante». 

Virgen Generala

PATRONA Y GENERALA
NOTIVIDA, Año XV, Nº 986, 24 de septiembre de 2015
La Sala Primera de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, dictó sentencia en la causa de la “Asociación Civil Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) contra la Dirección General de Escuelas (DGE) de Mendoza, el Tribunal dispuso que las festividades de  la Virgen del Carmen de Cuyo y del “Patrón Santiago”, continúen en las efemérides escolares de la provincia.

El 02-07-13 la A.P.D.H. filial San Rafael, inició acción de amparo colectivo contra la Dirección General de Escuelas, con el objeto de que se declarase inconstitucional e inaplicable la Resolución N°2616-2012 de la DGE, particularmente en la parte que dispone se realicen actividades “de gran significatividad y con la participación de toda la comunidad educativa”, los días 25 de julio y 8 de setiembre, en conmemoración del “Patrón Santiago” y del “Día de la Virgen del Carmen de Cuyo”.

El 04-09-13 la juez de primera instancia dictó sentencia, declarando la inconstitucionalidad de la Resolución y le ordenó a la DGE que “de manera inmediata tomase todas las medidas necesarias para que en las escuelas de gestión pública bajo su potestad no se conmemore ese año el Día de la Virgen del Carmen de Cuyo, no pudiendo impartirse clases alusivas, ni realizar carteleras, entrevistas, proyección de videos, actividades diversas en las que participen alumnos, docentes y miembros de la comunidad”.

La D.G.E. apeló la medida y se presentaron como “Amigos del Tribunal” los institutos de enseñanza: “Alfredo R. Bufano”, del Instituto del Verbo Encarnado, y el de la Asociación Compañía de Cristo Crucificado; solicitando el rechazo de la acción de amparo.

El 29-11-2013 la Cuarta Cámara de Apelaciones de la Primera Circunscripción revocó la decisión porque esas fiestas son “parte del fondo común de la sociedad” mendocina y la Resolución respeta “el derecho de quienes desean omitir su participación activa en las mismas” pero la demandante interpuso un recurso extraordinario ante la Corte provincial.

El máximo Tribunal, que acaba de expedirse, desestimó el recurso y confirmó la sentencia de la Cámara de Apelaciones.

En el voto del Dr. Pérez Hualde, al que adhirieron los otros ministros de la Corte provincial, entre otras cosas se lee: “las conmemoraciones atacadas no son actos de culto o adoctrinamiento, sino evocadores de tradiciones mendocinas, cuya conmemoración persigue afianzar la identidad y pertenencia a la comunidad provincial”.

“El homenaje periódico anual de las figuras del Santo Patrono, inseparable del hecho mismo de la fundación; y de la imagen del quien fuera designada por el General San Martín, -y destinataria material de su bastón de mando- nuestro máximo prócer, como ‘Generala’ del Ejército de Los Andes que nuestra provincia con un esfuerzo histórico contribuyó a conformar con todos sus hombres y bienes; constituiría un acto de reduccionismo y de represión de las manifestaciones populares y de los sentimientos del hombre mendocino que exceden su concreta religiosidad personal misma, porque forman parte de su patrimonio histórico y de su tradición”.


“No sería posible una formación integral de nuestros educandos si se omitiera toda referencia, respetuosa en todos los casos, a las distintas posiciones que nos ofrece la religiosidad de nuestro pueblo. Una posición que pretendiera imponer sus propias ideas acerca de las religiones no puede ser aceptada como superior o de mayor valor que aquellos que, sin pretender violentar a los demás, persiguen expresar libremente su culto”.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Francisco y el catolicismo de Estados Unidos


Rosario/12, 21-9-15

  Por Martín Coria

En la prensa estadounidense se habla mucho en estos días de este Papa latinoamericano que no habla inglés y que nunca antes visitó los Estados Unidos.
Sin embargo, hay un aspecto de la vida pública de EE.UU. que debería ser muy familiar para el padre Bergoglio: el federalismo. Argentina y Estados Unidos son países federales. En ambos países el estado federal (en sus ramas ejecutiva, legislativa y judicial) tiene un gran peso e importancia en fijar la dirección general del país, pero también existe un amplio margen de acción para (buenos y pésimos) gobiernos estaduales o provinciales.

Existe un aspecto de la experiencia católica estadounidense muy poco conocido en América latina que tiene que ver con el sistema federal de gobierno y que ojalá Francisco, que desafía a los católicos a “hacer lío” en favor de los pobres y excluidos, pueda conocer: el trabajo de las conferencias de obispos estatales o provinciales (State Catholic Conferences).

Fruto directo de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, las conferencias católicas estatales son pequeñas ONG u oficinas de políticas públicas creadas por todas las diócesis de un mismo estado cuya misión es presentar las posiciones conjuntas de los obispos católicos locales durante el debate y discusión de políticas públicas estaduales, en especial de leyes y proyectos de ley. No son grupos de estudio o investigación sino equipos permanentes de profesionales que trabajan para incidir en políticas públicas en áreas de interés a los obispos. Así, las conferencias católicas estatales son el vehículo a través del cual los obispos fijan posición pública en temas como la ley de presupuesto provincial y en leyes o proyectos de todo tipo (vivienda, salud, sistema penal, educación, medio ambiente, entre otras). Trabajan todo el año legislativo, tienen personal rentado especializado en políticas públicas y doctrina social de la iglesia y como parte de su trabajo aprovechan, educan y movilizan a los laicos y organizaciones católicas locales (parroquias, colegios, hospitales).

Según la dirección que les impriman los obispos a quienes en definitiva representan y a quienes responden, las conferencias católicas estatales pueden trabajar en forma más o menos ecuménica e interreligiosa y el tema del aborto, por ejemplo, puede estar más o menos en el centro de su agenda e identidad.

Sería injusto reducir las conferencias estatales católicas a un “lujo” que se pueden dar los obispos en un país y en diócesis ricas. En la actualidad, más de cuarenta estados cuentan con su conferencia católica estatal, desde la inmensa California con sus 12 diócesis y 11 millones de católicos hasta la pequeña Dakota del Norte, con dos obispos y poco más de 144.000 católicos.

Las conferencias católicas estatales no hacen a los obispos católicos estadounidenses más “progresistas”, pero fortalecen el sistema democrático, mejoran la calidad del debate legislativo en áreas críticas y hacen visible a la sociedad en general y a los católicos en particular, cuál es la agenda de sus obispos (a qué y por qué se oponen, qué apoyan y sobre qué cuestiones guardan silencio). No le hablan a los gobernantes “desde afuera (del sistema) y desde arriba” sino “desde adentro” y de igual manera que lo hace el resto de los sectores de la sociedad civil. Aunque fundamentan su trabajo en el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia hablan el mismo lenguaje técnico y legislativo que funcionarios, legisladores y especialistas pueden entender. No hablan o se pronuncian “cuando quieren” sino cuando es necesario (en el momento en que se presentan y/o discuten las iniciativas en las legislaturas locales). Son, en general, equilibradas: reconocen méritos y avances y son claras y respetuosas a la hora de condenar u oponerse.


En suma, próximas a cumplir 50 años de vida muchas de ellas, las conferencias católicas estatales son una herramienta interesante para “hacer lío” en las provincias, si los obispos católicos argentinos se animan.

jueves, 17 de septiembre de 2015

El seguimiento de Jesús implica la adhesión plena a su Persona por la fe, guardando y manifestando sus enseñanzas en la vida de cada día


 P. Ricardo Mazza

Los textos bíblicos de este domingo nos interpelan acerca de la necesaria integración entre fe y vida, de manera que manifestemos con coherencia nuestro ser y obrar católicos.
El pasaje del evangelio refiere al núcleo de la fe (Mc. 8, 27-35) manifestado por Pedro diciendo de Jesús “Tú eres el Mesías”, y en el texto paralelo de Mateo afirmará, “Tú eres el Hijo de Dios vivo”. Por lo tanto, el que creamos que Jesús es el Hijo del Dios vivo constituye el fundamento de nuestro ser de creyentes, y lo que da sentido a nuestro obrar es el  prolongar este obsequio de  nuestro entendimiento y voluntad, en las obras de bondad, presentadas al que  viene a nuestro encuentro para hacernos merecedores de la salvación.

¿Salvación de qué? Por el pecado de los orígenes nos separamos de Dios, y extraviados, -manifestación de nuestros límites y debilidades-, caminábamos errantes sin atinar a la meta verdadera, ya que con solas nuestras fuerzas es imposible agradar a Dios.
Ahora bien, fuimos reconciliados con el Padre mediante este misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, anunciado en el texto del evangelio y anticipado ya en el Antiguo Testamento por medio del profeta Isaías (50, 5-9ª).

Ante el anuncio de la muerte y resurrección del Salvador, Pedro reacciona con criterios humanos rechazando esta posibilidad, siendo reprendido por  el Señor. Y así, aquél que dio testimonio de su divinidad, inspirado por Dios, se deja posteriormente llevar por lo mundano, mostrando así cuánto necesitamos de la iluminación  y gracia divinas para mantenernos fieles a la verdad recibida.

Al mismo tiempo, Jesús manifiesta la necesidad de renunciar  a nosotros mismos si pretendemos seguir sus pasos, de manera que “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”.
El seguimiento de Jesús implica que en la vida cotidiana demos testimonio de nuestra adhesión plena a su Persona por la fe, guardando sus enseñanzas en el corazón para manifestarlas en la vida de cada día.
Al respecto, el apóstol Santiago (2, 14-18) nos enseña que si la fe no está acompañada con las obras, está completamente muerta.

¿Qué significa que las obras deben acompañar la fe? que nuestro modo de obrar, incluso de pensar, con el cambio de mentalidad, la metanoia de la que habla san Pablo, asuma el pensar y el obrar del mismo Cristo.
El acto libre de fe por el que asentimos a la divinidad de Cristo, supone un obrar conforme a esa fe, ya sea en la vida matrimonial, en el noviazgo, en el trabajo o el desempeño de la profesión, en la relación con los amigos, en la política, en el uso del dinero o del poder.

De allí que es necesario que siempre nos preguntemos si ese obrar nuestro está de acuerdo con la fe  proclamada sobre la divinidad de Cristo, ya que no podemos afirmar  que creemos  en Cristo y al mismo tiempo aceptar todo lo que de pecaminoso se encuentra en la sociedad.
En la antífona del aleluya que hemos cantado,  san Pablo les dice a los gálatas (6,14) “Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo”.

La cruz de Cristo, por lo tanto, da verdadero sentido a la vida del cristiano, y el mundo está crucificado para el creyente, porque la cultura y enseñanza del  descreimiento no pueden enaltecer  el obrar humano.
¡Cuánta incoherencia se advierte en la sociedad actual respecto a las vivencias de fe católica! ¡Cuántos afirman que creen en Jesús como Dios, pero en la vida cotidiana se comportan como paganos! ¡Qué criterios se alojan en nuestro interior en relación con la honestidad de costumbres, respecto a la vida y su defensa, mirando al matrimonio y  a la familia! ¡Qué mirada tenemos respecto al uso del dinero y del poder! 
La aceptación de Jesús como el Hijo de Dios vivo, ¿me llevan a contemplarlo en el rostro del sufriente, del pecador, del enfermo y desechado de este mundo?
La fe en Cristo, ¿me lleva a participar de la misa dominical para glorificar a Aquél que con su muerte y resurrección nos ha salvado? ¿O preferimos la quinta, el descanso, el olvido de nuestro Creador?

Queridos hermanos, aprovechemos que la Palabra de Dios nos interpela en este domingo para examinarnos a fondo si vivimos con coherencia la estrecha relación entre fe y obras, disponiéndonos a cambiar si fuera necesario para que con la profesión de fe en Jesús Hijo de Dios, y las obras buenas que prolongan esa verdad vivida, demos testimonio ante el mundo de que ya vivimos las gracias que Jesús quiere entregarnos siempre para nuestro bien y santificación personal.

Padre Ricardo B. Mazza. Cura párroco de la parroquia “San Juan Bautista”, en Santa Fe de la Vera Cruz. Argentina. Homilía en el domingo XXIV durante el año. Ciclo B. 13 de septiembre de 2015.L  

miércoles, 9 de septiembre de 2015

El Cardenal Muller denuncia la persecución que sufren en la propia Iglesia los que quieren ser fieles al Magisterio



catolicos-on-line.org

El cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha advertido del peligro de un cisma como en el fatídico año de 1517 -cisma luterano-, según informa el periódico «Die Tagespost». Según el purpurado, en Alemania se debería estar muy alerta en lo que respecta a la separación entre doctrina de la fe y práctica religiosa y no olvidar la lección que nos da la historia de la Iglesia.

El cardenal invitó a ser fieles al anuncio del Evangelio y recordó que a los maestros de la fe no les está permitido adormecer a la gente en una falsa seguridad de salvación solamente para no provocar escándalo:

«No podemos engañar a las personas acerca de la sacramentalidad del matrimonio, de su indisolubilidad, de su apertura a los hijos y de la complementariedad fundamental entre ambos sexos. La ayuda pastoral no debe perder de vista la salvación eterna».

Las elucubraciones sobre una nueva concepción de la revelación en el sentido de la «realidad de la vida» fueron explícitamente rechazadas por el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe:

«No se trata de adaptar la Revelación al mundo sino de ganar el mundo para Dios».

El purpurado germano hizo estas declaraciones en el marco de la presentación de la traducción alemana del libro «Gott oder Nichts» («Dios o nada», en la versión española, N. del T.) del cardenal Robert Sarah.

Muy crítico con la Iglesia en Alemania

El cardenal criticó igualmente «el clima de pretensión de liderazgo alemán en la Iglesia Universal». A dicha pretensión habría que oponerle el alto número de apostasías, los confesionarios abandonados y los seminarios y conventos vacíos. Müller mencionó que a menudo se le pregunta de dónde saca el establishment de la llamada «iglesia alemana», con todos esos síntomas de decadencia, sus exigencias de liderazgo precisamente en cuestiones de moral sexual y de doctrina matrimonial. Solamente una «nueva evangelización persistente y llena de sinceridad y de celo apostólico» podrá contrarrestar el desenraizamiento del cristianismo en Alemania, apostilló Müller según «die Tagespost».

De cara al inminente sínodo episcopal sobre la familia el Prefecto lamentó la preocupante ceguera según la cual tanto la admisión a la comunión de los casados civilmente que todavía viven en un matrimonio canónico válido como el reconocimiento de las relaciones homosexuales serían «temas centrales de una pastoral del futuro». El cardenal afirmó literalmente:


«Se intenta por todos los medios -exégesis, historia, dogmática, psicología y sociología-, deconstruir y relativizar la doctrina católica sobre el matrimonio que se deriva del Magisterio de Jesús, con el único propósito de que la Iglesia tenga una apariencia conforme con la sociedad. Todo aquel que permanece fiel a la doctrina de la Iglesia es atacado públicamente e incluso difamado como adversario del Papa, como si el mismo Papa, junto a todos los obispos en comunión con él, no fueran testigos de la Verdad revelada, aquélla que les fue confiada para que la administraran con fidelidad, a fin de que no pudiera ser rebajada por los hombres a la medida humana».

Grégorie Pierre XX sella con Francisco el regreso a la plena comunión con Roma



Ambos, a cuatro manos, elevaron la eucaristía y se dieron mutuamente la comunión

 Fuente: Zenit.org

En la misa celebrada este 7 de septiembre en la capilla de la residencia Santa Marta en el Vaticano, se ha confirmado el itinerario de retorno a la Iglesia católica solicitado por el Patriarcado de los Armenios de Cilicia. La solicitud fue hecha el 24 de julio pasado por su beatitud Grégorie Pierre XX tras su elección como patriarca por el Sínodo de esa Iglesia Patriarcal.

El día después la Santa Sede anunció que “el Santo Padre ha concedido la Ecclesiastica Communio solicitada en conformidad al cánon 76 § 2”.

En la misa de hoy el Santo Padre recordó que la Iglesia tiene una forma jurídica animada por la caridad, en el rito de la Ecclesiastica Communio que fue concedida, cuyo texto ha sido leído después de la consagración, antes del intercambio del pan y el vino transubstanciado, entre el papa Francisco y el patriarca Gregorie Pierre XX, como expresión que confirma la raíz eucarística de la comunión entre el obispo de la Iglesia de Roma, que preside en la caridad, y la Iglesia patriarcal de Cilicia de los Armenos a través de su “Caput et pater”.

Ambos, a cuatro manos, elevaron la eucaristía primero bajo forma de pan y después en el cáliz y se dieron mutuamente la comunión. Entre los celebrantes estaba también el cardenal Leonardo Sandri, prefecto para la Congregación de las Iglesias Orientales, y todos los obispos del sínodo de la Iglesia patriarcal armenio católica.

En la carta enviada al responder a la solicitud de su beatitud Grégorie Pierre XX, de entrar en plena comunión con la Iglesia, el Papa le escribió que su elección a la guía de Cilicia de los Armenios “es para mí un motivo de profunda alegría y le agradezco por la carta en la que Su Beatitud me hizo solicitud de la comunión eclesiástica”.

Indicaba que “me uno a los fieles del Patriarcado para expresarle mi fraternal y cordial felicitación” y que implora para él “abundancia de dones divinos para que vuestro nuevo ministerio traiga numerosos frutos”.

Y el Pontífice tras indicar que conoce la terrible situación que vive Oriente Medio añade: “Iluminados por la luz de la fe en Cristo Resucitado, miramos al mundo llenos de esperanza y misericordia porque estamos convencidos de que la Cruz de Cristo es el árbol que da la vida''.


''Estoy seguro -prosiguió- de que Vuestra Beatitud, en comunión con los venerables Padres del Sínodo y con la ayuda del Espíritu Santo, sabrá con sabiduría evangélica, ser el ''Pater et Caput'', el Buen Pastor de la porción del pueblo de Dios que le ha sido confiada. Los numerosos mártires armenios y san Gregorio de Narek, Doctor de la Iglesia, no dejarán de interceder por Usted''.

martes, 8 de septiembre de 2015

El Papa reforma el proceso canónico para la nulidad del matrimonio



Ciudad del Vaticano, 8 de septiembre de 2015 (Vis).

 ''Mitis Iudex Dominus Iesus'' y ''Mitis et misericors Iesus'' sobre la reforma del proceso canónico para las causas de declaración de nulidad de matrimonio, respectivamente en el Código de Derecho Canónico y en el Código de los Cánones de las Iglesias Orientales son los dos Motu Propio del Santo Padre Francisco publicados hoy.

En el primero de ellos, ''Mitis Iudex Dominus Iesus'', el Papa escribe que el Señor Jesús, ''Juez clemente, Pastor de nuestras almas ha confiado al apóstol Pedro y a sus sucesores el poder de las llaves para cumplir en la Iglesia la obra de justicia y verdad; esta potestad suprema de atar y desatar aquí en la tierra, afirma, corrobora y reivindica la de los Pastores de las Iglesias particulares, por la que tienen el sacro derecho y, ante el Señor, el deber de juzgar a sus súbditos''.

''A lo largo de los siglos- prosigue- la Iglesia en materia matrimonial, tomando conciencia más clara de las palabras de Cristo, ha entendido y expuesto con más profundidad la doctrina de la indisolubilidad del sacro vínculo del matrimonio, ha elaborado el sistema de nulidad del consenso matrimonial y ha disciplinado más adecuadamente el proceso judicial en materia, de modo que la disciplina eclesiástica fuese cada vez más coherente con la verdad de la fe profesada''.

''Todo ello se ha hecho siempre teniendo como guía la ley suprema de la salvación de las almas... Consciente de ello he decidido emprender la reforma de los procesos de nulidad del matrimonio y con ese fin he constituido un grupo de personas eminentes por doctrina jurídica, prudencia pastoral y experiencia forense que, bajo la guía del Excmo. Decano de la Rota Romana esbozasen un proyecto de reforma, sin perjuicio del principio de la indisolubilidad del vínculo matrimonial.... Este grupo ha puesto a punto un esquema de reforma que tras meditada consideración y con el auxilio de otros expertos ha conformado este Motu Proprio''.

''Por lo tanto es la preocupación por la salvación de las almas que, hoy como ayer, sigue siendo el fin supremo de las instituciones, de las leyes y del derecho lo que impulsa al Obispo de Roma a ofrecer a los obispos este documento de reforma ya que ellos comparten con el la tarea de la Iglesia, de tutelar en la unidad en la fe y en la disciplina sobre el matrimonio, gozne y origen de la familia cristiana. El empuje reformador está alimentado por el gran número de fieles que, no obstante deseen estar en paz con su conciencia, a menudo están separados de las estructuras jurídicas de la Iglesia a causa de la distancia física o moral; de ahí que la caridad y la misericordia exijan que la misma Iglesia como madre se acerque a los hijos que considera separados''.

''En este sentido votó la mayoría de mis hermanos en el episcopado, reunidos en el reciente Sínodo extraordinario, que solicitó procesos más rápidos y asequibles. En total sintonía con esos deseos he decidido dar con este Motu proprio disposiciones con las que se favorezca no la nulidad de los matrimonios, sino la rapidez de los procesos, junto con una adecuada sencillez con el fin de que, a raíz de la lenta definición del juicio, el corazón de los fieles que esperan la aclaración de su estado no esté largamente oprimido por las tinieblas de la duda''.

''Lo he hecho -puntualiza Francisco- siguiendo las huellas de mis predecesores, que querían que las causas de nulidad matrimonial se tratasen de forma judicial y no administrativa, no porque lo imponga la naturaleza de la materia, sino porque más bien lo exige la necesidad de defender absolutamente la verdad del sacro vínculo: y precisamente esto lo asegura la garantía del orden judicial''.

El Papa señala a continuación algunos criterios fundamentales que han guíado la reforma:

''1.- Una sola sentencia en favor de la nulidad ejecutiva porque '' resulta oportuno que no se requiera una decisión doble en materia de nulidad matrimonial para que las partes puedan contraer un nuevo matrimonio canónico, sino que sea suficiente la certeza moral del primer juez según las normas del derecho''.

2.- El juez único bajo la responsabilidad del obispo.- La constitución del juez único, de todas formas clérigo, en primera instancia, se somete a la responsabilidad del obispo que... tendrá que garantizar que no haya algún tipo de laxismo.

3.- El mismo obispo es juez.- El obispo en su Iglesia, de la que es cabeza y pastor es, por eso mismo, juez entre los fieles que se le han confiado. Es de esperar, por lo tanto, que tanto en las diócesis grandes como en las pequeñas el mismo obispo de una señal de la conversión de las estructuras eclesiales y no delegue completamente a los despachos de la curia la función judiciaria en materia matrimonial... Sobre todo en el proceso más breve establecido para resolver los casos de nulidad más evidentes''.

4.-El proceso más breve.- Además de agilizar el proceso matrimonial se ha diseñado una forma de proceso más breve además del documental actualmente vigente- que se aplicará en los casos en que la nulidad esté sostenida por argumentos particularmente evidentes. No me ha pasado desapercibido -observa el Santo Padre- que un juicio abreviado pueda poner en peligro el principio de indisolubilidad del matrimonio; precisamente por eso he querido que en dicho proceso el juez sea el obispo mismo que, debido a su oficio pastoral es con Pedro el mayor garante de la unidad católica en la fe y en la disciplina''.

5.- El recurso a la Sede Metropolitana.- Conviene que se restablezca el recurso a la Sede del Metropolitano ya que ese oficio de cabeza de la provincia eclesiástica, estable a lo largo de los siglos, es un signo característico de la sinodalidad de la Iglesia.

6.-La tarea que corresponde a las Conferencias Episcopales.- Las Conferencias Episcopales que deben sentirse empujadas sobre todo por el ansia apostólica de llegar a los fieles dispersos, tienen que sentir fuertemente el deber de compartir la mencionada conversión y han de respetar absolutamente el derecho de los obispos a organizar la potestad judicial en su propia Iglesia particular... Junto con la cercanía del juez, en la medida de lo posible, las Conferencias Episcopales, deben dar una retribución justa y digna a los operadores de los tribunales, que se asegure la gratuidad de los procesos, porque la Iglesia, mostrándose a los fieles como madre generosa, en una materia tan estrechamente ligada a la salvación de las almas, manifieste el amor gratuito de Cristo que nos ha salvado a todos.

7.-El recurso a la Sede Apostólica.- Es conveniente, de todas formas, que se mantenga el recurso al Tribunal ordinario de la Sede Apostólica, es decir a la Rota Romana, respetando un principio jurídico antiquísimo, para que se refuerce el vínculo entre la Sede de Pedro y las Iglesias particulares, vigilando sin embargo, en la disciplina de dicho recurso, para contener cualquier abuso de derecho para que no se perjudique la salvación de las almas.

La ley propia de la Rota Romana se adecuará lo antes posible a las reglas del proceso reformado, en los límites de lo necesario.''

En el punto octavo el Papa recuerda que, dado el peculiar ordenamiento eclesial y disciplinario de las Iglesias Orientales, ha emanado separadamente las normas para reformar la disciplina de los procesos matrimoniales en el Código de los Cánones de las Iglesias Orientales.

Por último decreta e instituye que el Libro VII del Código de Derecho Canónico, (parte III, título I, capítulo I sobre las causas para la declaración de nulidad del matrimonio can.1671-1691) , se sustituya integralmente con las nuevas normas a partir del 8 de diciembre de 2015.
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En el Motu Proprio ''Mitis et misercors Iesus'', destinado a las Iglesias Orientales, el Papa Francisco recuerda que su venerado predecesor, san Juan Pablo II, al promulgar el Código de Cánones de las Iglesias Orientales afirmaba: ''Desde el principio de la codificación canónica de las iglesias orientales, la misma voluntad de los pontífices romanos de promulgar dos códigos, uno para la iglesia latina y otro para las iglesias orientales católicas, demuestra claramente que querían conservar cuanto ha sucedido por providencia divina en la iglesia, es decir, que ella, reunida por un único Espíritu, debe respirar como con los dos pulmones de Oriente y Occidente y arder en la caridad de Cristo, como con un solo corazón compuesto por dos ventrículos''.

''Yo también, siguiendo la misma huella, y teniendo en cuenta el peculiar ordenamiento eclesial y disciplinario de las Iglesias orientales he decidido emanar con un motu proprio distinto las normas para reformar la disciplina de los procesos matrimoniales en en Código de Cánones de las Iglesias Orientales''.

A continuación, el Santo Padre señala la importancia del ministerio del obispo que según las enseñanzas de los Padres orientales es ''juez y médico porque el hombre, caído y herido, a causa del pecado original y de sus pecados personales, convertido en un enfermo, con las medicinas de la penitencia consigue de Dios la curación y el perdón y se reconcilia con la Iglesia. Efectivamente, el obispo, constituido por el Espíritu Santo como figura de Cristo y en lugar de Cristo es ante todo ministro de la divina misericordia''.

El Obispo de Roma destaca que el recurso a la Sede Metropolitana es ''un signo característico de la forma primigenia de la sinodalidad en las Iglesias orientales que debe ser sostenido y alentado'' y destina a los Sínodos de las Iglesias orientales las recomendaciones que en el Motu Proprio ''Mitis Iudex Dominus Iesus'' dedica a las Conferencias Episcopales.

Finalmente decreta y establece que en el Título XXVI del Código de Canones de las Iglesias Orientales,Cap 1, art.1. Las causas para la declaración de la nulidad matrimonial (can. 1357-1377) se sustituya integralmente con las nuevas normas a partir del 8 de diciembre de 2015.