lunes, 27 de mayo de 2019

Obispo alemán



 amenaza con “una ruptura mayor que la Reforma”

Por Carlos Esteban
Infovaticana,  27 mayo, 2019
“Estamos en crisis y frente a una ruptura que quizás es incluso más profunda que la Reforma, y en el comienzo de un tsunami espiritual e histórico”, ha afirmado en el curso de una convención en la Facultad de Teología de Münster el obispo de Essen y adalid de la Iglesia ‘renovada’ alemana, Franz-Joseph Overbeck. La amenaza es bastante evidente.

El ‘tsunami’ lo espera Overbeck, sobre todo, del “proceso sinodal” que, según anunció en marzo su presidente, el cardenal Reinhard Marx, iniciará la Conferencia Episcopal Alemana para revisar “con carácter vinculante” un amplio abanico de cuestiones relativas, sobre todo, a la moral sexual de la Iglesia, desde la licitud de las relaciones homosexuales y la cohabitación no matrimonial a la ordenación de las mujeres. Overbeck dice confiar en que de esta revisión salgan resultados “concretos”, so pena de que la Iglesia caiga en una “completa irrelevancia”.


Overbeck quiere que se “desarrolle” la doctrina de la Iglesia que, dice, necesita admitir sistemáticamente los nuevos descubrimientos “sociales y humano-científicos”. Todos sabemos exactamente lo que quiere decir toda esta jerga, ¿verdad? Una revisión, sí, a la baja. También pide

Overbeck que se deje de centrar tantos esfuerzos en asegurar la “identidad interna de la Iglesia”, lo que parece casar maravillosamente con ese Cristo que, según dijo el Papa ante la asamblea de Caritas, prefiere que avancemos sin tener las cosas del todo claras.

Overbeck también pone sus esperanzas reformadoras en el Sínodo de la Amazonía que se celebrará en Roma el próximo octubre, del que dijo al órgano de la CEA en Internet, Katholische.de, a principios de este mes que revisará desde la estructura jerárquica de la Iglesia a su doctrina moral con respecto a la sexualidad, pasando por la naturaleza misma del sacerdocio y el papel de la mujer dentro de la Iglesia. “Nada volverá a ser igual” en la Iglesia después de este sínodo, dijo, que habrá de representar una “ruptura”.

Lo sorprendente de estos progresistas que parecen ser el elemento dominante de la Iglesia alemana es que no miren, teniéndolos tan cerca, a sus ‘hermanos’ luteranos. Porque las reformas que buscan aplicar en la Iglesia las aplicaron hace ya tiempo los protestantes, desencadenando una crisis aún peor, y es decir mucho, que la que sufre allí la Iglesia católica. Si hay un modo seguro de asegurar para la Iglesia la “completa irrelevancia” es convirtiéndola en una absurda copia desleída y ritual de las modas ideológicas del momento. La gente suele preferir el original a la copia, y cualquiera que haya asistido regularmente a una misa ‘modernista’ al uso habrá comprobado que la única razón para soportar esa tortura hecha de banalidades es confiar en que sigue siendo válida la Sagrada Eucaristía que garantiza una Iglesia que no cambia con los vientos de la modernidad.

martes, 21 de mayo de 2019

Un gobierno mundial no es justo ni legítimo




Por Carlos Esteban |
Infovaticana, 17 mayo, 2019
La ley natural demanda el patriotismo, ha dicho en Roma el cardenal Leo Burke, y Dios “de acuerdo con el orden inscrito en el corazón humano, no hace justo ni legítimo un gobierno mundial único”.

La ley divina nos permite ver que un único gobierno mundial sería “totalitario”, ha recordado el cardinal norteamericano Leo Burke en el curso de una alocución en el Rome Life Forum titulado ‘Piedad filial y patriotismo nacional como virtudes esenciales de los ciudadanos del cielo en la tierra’. “Ante los retos de nuestro tiempo, hay quienes proponen y procuran un único gobierno mundial, es decir, la eliminación de todos los gobiernos nacionales, de modo que toda la humanidad quede bajo el control de una única autoridad política”, ha dicho. “Para quienes están persuadidos de que la única manera de alcanzar el bien común es la concentración de todo el gobierno en una única autoridad, la lealtad a la propia patria o patriotismo se ha convertido en algo perverso”.

Del mismo modo que es difícil, si no imposible, leer las diatribas del cardenal Robert Sarah contra la inmigración ilegal masiva hacia Europa sino como una respuesta al obsesivo entusiasmo migracionista del Santo Padre, se hace muy cuesta arriba no ver otro tanto en esta charla de Burke, uno de los dos únicos cardenales supervivientes entre los firmantes de los famosos Dubia, nunca respondidos.


En esta ocasión sería una respuesta tanto al globalismo evidente de Su Santidad como a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que, con el pretexto de la amenaza inminente del Cambio Climático, aspiran a constituir alguna forma de autoridad internacional por encima de los gobiernos nacionales. El propio Francisco, en una reciente alocución, hizo referencia a la “necesidad” de disponer de una autoridad supranacional de este tipo para hacer frente a los retos planetarios.

Pero, según Burke, “la divina autoridad, de acuerdo con el orden inscrito en el corazón humano, no hace justo ni legítimo un único gobierno mundial. De hecho, la ley divina ilumina nuestras mentes y nuestros corazones para que veamos que tal gobierno sería, por definición, totalitario, asumiendo la autoridad divina sobre el gobierno del mundo”.

Para el cardenal americano, “la soberbia pecaminosa que inspira el intento de un único gobierno mundial se ha comparado al orgullo de nuestros lejanos ancestros que, tras el Diluvio, pensaron que podría unir cielos y tierra con sus meras fuerzas construyendo la Torre de Babel”. Pero es en la familia y en nuestra patria, dice Su Eminencia, donde “Dios se encuentra con nosotros y ordena nuestras vidas”.

“Nuestra identidad personal procede principalmente de la familia, pero también de nuestra patria, porque la familia solo prospera en una comunidad más amplia”, asegura Burke. “Esa condición natural define nuestros derechos y deberes como ciudadano”.

Dando una visión cristiana al viejo adagio de que “las vallas hacen buenos vecinos”, Burke, lejos de ver contradicción entre esta postura y las obligaciones hacia la humanidad en su conjunto, alega que “el patriotismo, de hecho, fomenta la virtud de la caridad que claramente abarca a ciudadanos de otras naciones, reconociendo y respetando su distinta identidad cultural e histórica”.

miércoles, 8 de mayo de 2019

El Cardenal Muller


 critica duramente el borrador de «Reforma de la Curia»
(InfoCatólica) 7-5-19

El Prefecto emérito de la CDF ha criticado el borrador de «Reforma de la Curia» presentado al papa Francisco. Advierte que el texto no tiene un «concepto convincente del origen, la esencia y la misión de la Iglesia». El cardenal explica que «no hay dicasterios supremos porque todos son iguales» y que es un error pensar en la Iglesia como corporación internacional con equilibrios de poder entre una sede central y las «sucursales locales».

Entrevista concedida por el cardenal Müller a Passauer neue Presse:

Con su reforma de la Curia, el Papa Francisco aparentemente quiere degradar a la Congregación de la Fe como la máxima autoridad del Vaticano.¿Qué consecuencias tendría eso para el Magisterio de la Iglesia Católica?

-Es solo una reorganización de la Curia. El concepto de «reforma» debe reservarse en la Iglesia para la renovación espiritual de los fieles y sus pastores en la fe, la esperanza y el amor. La iglesia se basa en la fe católica de Cristo y en sus instituciones esenciales de origen apostólico y, por lo tanto, no puede transformarse arbitrariamente como un estado u organización hecha por el hombre. En el presente borrador de la «Curia romana y su servicio a la Iglesia en el mundo de hoy» no se puede ver un concepto concluyente del origen, la naturaleza y la misión de la Iglesia. Debería orientarse mucho más claramente sobre el concepto de iglesia y la comprensión de la Revelación del Concilio Vaticano II. Y es por eso que la Curia queda en un especie de estado de levitación, porque ya no está claramente asignada al servicio del Papa para la Iglesia Universal.

Entonces, ¿qué observa en el diseño?

-Este esbozo para una futura «Constitución apostólica» es un conglomerado de ideas individuales subjetivas, deseos piadosos, apelaciones morales con citas individuales de textos del Concilio y declaraciones del Papa actual. Pero sobre todo, no hay una distinción clara entre las instituciones seculares del Vaticano como estado soberano, la Santa Sede como sujeto del derecho internacional y la justificación puramente eclesiástica de la primacía del Papa, quien, como obispo de Roma en la sucesión del apóstol Pedro, es el principio visible y la base de la unidad de todas las Iglesias locales tal como nos revela la fe. Se reforzará el error fatídico de la reforma de la curia realizada por Pablo VI, quien convirtió la Secretaría de Estado en el corazón de la Curia. Según su definición, ayuda «directamente al Papa en la ejecución de su misión más alta» en sus tareas, es decir, el liderazgo de la curia, las relaciones con los estados y la capacitación de los diplomáticos pontificios. La misión más alta del Papa, sin embargo, es su enseñanza como miembro y jefe del colegio episcopal.

¿Dónde está la línea divisoria?

-Las tareas seculares son secundarias y de ninguna manera están relacionadas materialmente con el papado y algunas veces han ocultado su verdadera misión en la historia. Poner las tareas seculares antes de la misión espiritual de hoy es un error que ahora se debe evitar. El proyecto actual vacila entre una espiritualización de las actitudes exigidas a todos los trabajadores de la curia (se habla de una «conversión misionera») y una concepción secular de la iglesia, que debe ser dirigida como una corporación internacional, como si fuera un equilibrio de poder entre una Sede central y las subsidiarias y se diera un refuerzo del papel de las sucursales locales. El episcopado no puede ser mejorado o devaluado por Roma porque los obispos son ungidos por Cristo y actúan con autoridad apostólica propia, no como representantes locales del papa. Él es solo un obispo como todos los demás, aunque con un mandato especial para asegurar la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión de los sacramentos y la constitución de la Iglesia Universal. Es apoyado por el Colegio de Cardenales y, más específicamente, por la Curia Romana.

Volvamos de nuevo al papel de la Congregación para la Doctrina de la Fe: El nuevo dicasterio "supremo" será, según informes recientes, la Congregación para la Evangelización.¿No es bueno que la práctica tenga prioridad sobre la teoría?

-No hay dicasterios supremos porque todos los dicasterios son iguales. El borrador es una secuencia aleatoria de 16 ministerios que de alguna manera están al servicio del Papa, de los obispos individuales y de las conferencias episcopales. Por ejemplo, el servicio de limosnería del Papa está precedido por la liturgia y los sacramentos, que son elementos esenciales de la Iglesia. La evangelización es lo primero, aunque es una tarea de toda la Iglesia y no específica del Papa. ¿Cuál es la diferencia entre el Dicasterio de la Evangelización y el Dicasterio de la Doctrina de la Fe, que también debe «servir al Papa y a los obispos con la proclamación del Evangelio en todo el mundo»? ¿Puede haber una evangelización sin contenido y sin la proclamación de la «fe en Cristo, el Hijo del Dios vivo»? La fe no es una teoría sino la confesión de la iglesia y la confianza personal en que Dios nos salvará.

¿Qué sugiere usted  sobre el presente borrador?

-Aunque la enseñanza universal de la Iglesia es la razón de la existencia del primado papal, en el presente borrador la doctrina de la fe aparece solo como una tarea aleatoria del Papa entre muchas otras y, sobre todo, está subordinada a sus obligaciones temporales. Especialmente al describir las tareas del nuevo Dicasterio para la Doctrina de la Fe, existe una sorprendente ignorancia teológica entre los autores de esta sección.

¿Puede explicarnos su seria crítica?

-Los conceptos básicos de la teología católica, como la Revelación, el Evangelio, las Escrituras, la Tradición apostólica o el Magisterio eclesiástico se usan de manera incorrecta o errada. No se distingue entre doctrina revelada y el resto de la doctrina. Se evoca la sinodalidad y se usa este término como una palabra mágica. Al mismo tiempo, sin embargo, las congregaciones son abolidas y reemplazadas por el concepto funcional del dicasterio. La Congregación es solo el equivalente en latín del Sínodo y muestra la colegialidad interna del papado, en la medida en que el Papa busca consejo y apoyo en la Asamblea de la Iglesia Romana, -ya sea en el consistorio general de los Cardenales o en el parcial de un dicasterio- para su propio ministerio petrino. Es de esperar que esta sección sea formulada desde cero por un teólogo y canonista acreditado.

La reforma de la curia quiere fortalecer los «márgenes» de la iglesia.¿Qué significa esto para el «Centro», y más concretamente para la comprensión del oficio papal?

-Este discurso sobre fortalecer la periferia y recortar el centralismo mediante una supuesta reivindicación de soberanía, parece plausible, probablemente «bien» en los medios de comunicación, pero suena estridente y desafinado en un oído con formación teológica. Roma desde luego no es el centro de la iglesia, y lejos de allí, a millas de distancia, las iglesias locales tampoco son la periferia. El centro de la Iglesia es Cristo, y dondequiera que se celebre la Eucaristía, está plenamente presente. El Papa es en su oficio solamente el principio y fundamento de la unidad de la iglesia visible en el Credo y la adoración de Dios en los sacramentos. El sacerdote local es más importante para los fieles que el Papa, porque proclama el evangelio aquí y ahora, imparte  los sacramentos y, como pastor, lleva a las personas a Cristo.

jueves, 2 de mayo de 2019

Enrique Shaw


Los documentos del presunto Milagro de Enrique Shaw fueron presentados ante la Congregación para las Causas de los Santos
Acde, 2-5-19

 Fueron presentados los documentos de la instrucción Diocesana del presunto Milagro de Enrique Shaw ante la Congregación para las Causas de los Santos, fue a media mañana romana, cuando la Postuladora, Dra. Silvia Correale, el Vice Postulador, Dr. Juan Gregorio Navarro Floria, acompañados por Mons. Santiago Olivera llegaban para su presentación. Recordemos, que el pasado jueves 25 de abril, en la Catedral Castrense, Stella Maris, se clausuraba la Instrucción Diocesana, donde el Obispo Castrense de Argentina, junto al Tribunal Eclesial Castrense, lacraba los documentos hoy presentados en Roma.

En Roma, fueron recibidos por el Canciller de la Congregación para las Causas de los Santos, Padre Turek, cumplido este primer acto, el paso siguiente será la apertura oficial de las cajas lacradas. Allí, se estudiará la validez jurídica del trabajo efectuado por el Tribunal Eclesial Castrense, donde se examinará cada uno de los procesos concretados y que los mismos, se hayan efectuado según amerita la instrucción del caso.

Resulta especial, recordar las palabras de Mons. Santiago Olivera, brindadas en una entrevista radial concedida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la semana pasada sobre el Siervo de Dios, “fue un Padre de familia ejemplar, un laico destacado, un empresario Obrero, Enrique Shaw que antes de ser empresario quiso ser obrero, con el correr de los años, el padecimiento de una dura enfermedad vivida, le demandó contar con la donación de sangre. Fueron sus obreros quienes se la brindaron, a pesar del estado de su mala salud, él lo vivía de un modo gozoso, pensando siempre en los otros, a no mirar solo en el propio crecimiento, sino pensando a que estaremos bien si crecemos todos”.

Volviendo al trámite cumplido hoy en Congregación para las Causas de los Santos, si todo es correcto, entonces quedará avanzar con el proceso ordinario, el cual será desarrollado por los médicos, teólogos, Obispos y Cardenales, quienes darán su veredicto. Esta es una nueva etapa, son tiempos históricos en nuestra Diócesis, por ello juntos, renovemos nuestra fe y ruego, rezando por la efectividad del proceso.