sábado, 28 de marzo de 2015

Card. Burque: la confusión es alarmante



Por Mons. Juan C. Sanahuja

NOTICIAS GLOBALES,  28 marzo 2015


Presentamos algunos textos de la extensa entrevista concedida a Life Site por el Cardenal Raymond L. Burke, traducida al castellano por la web Adelante la Fe.

Con respecto a la asamblea extraordinaria del sínodo de obispos, de octubre del 2014, dice el cardenal Burke:

“Es claro que hubo una manipulación, porque las intervenciones reales de los miembros del sínodo no fueron publicadas, y cuando el informe de la mitad de la sesión, o la Relatio post disceptationem, fue dado a conocer, no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo en el sínodo. Y es claro que había individuos que, obviamente, tenían una influencia muy fuerte en el proceso sinodal, que estaban presionando con un programa que no tiene nada que ver con la verdad sobre el matrimonio, como Nuestro Señor mismo nos lo enseña, como nos es transmitida en la Iglesia. Ese programa se refería a tratar de justificar las relaciones sexuales fuera del matrimonio y los actos sexuales entre personas del mismo sexo y, en cierta manera, claramente relativizar -e incluso ocultar- la belleza de las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio como una unión fiel, indisoluble, procreadora entre un hombre y una mujer”. (…)

Y continúa:

“Cuando la Relatio post disceptationem fue publicada, por ejemplo, cuando se observaba la dirección que claramente se estaba dando al sínodo, se tenía miedo que, quizás, los padres sinodales no iban a hablar, pero lo hicieron. Y ellos hablaron con fuerza, un número de ellos, y gracias a Dios por eso. Confío que estos mismos padres sinodales -espero que muchos de ellos serán designados para la sesión de septiembre del 2015- también hablarán con fuerza en esa ocasión”.

A la pregunta: ¿Es materia de especial preocupación para usted el movimiento mundial “ecológico” y la promoción internacional de la planificación familiar y del control de la población?, responde el cardenal:


“Sí, estoy muy preocupado sobre esto, porque las personas están siendo conducidas falsamente a pensar, que deberían usar alguna forma de control de la natalidad con el fin de ser administradores responsables de la tierra. En realidad, la tasa de natalidad, en la mayoría de los países, es muy inferior a lo que debería ser para reemplazar la actual población. Dejando de lado todo esto, la verdad es que si Dios ha llamado a una pareja al matrimonio, entonces Él los está llamando también a ser generosos para recibir el don de una nueva vida humana. Y así, hoy necesitamos muchas familias numerosas, y gracias a Dios veo hoy, entre algunas parejas jóvenes, una generosidad notable con respecto a los niños”.

Papa:

"Estoy llevando adelante la causa de beatificación de un empresario argentino"

Claudia Peiró
Infobae, 27-3-15

En la entrevista concedida hace unos días a una periodista mexicana para Televisa, Francisco hizo un comentario que pasó relativamente inadvertido para el público en general, pero que causó una enorme alegría entre los familiares de Enrique Shaw, el rico empresario argentino, fallecido en 1962, al que el Sumo Pontífice estaba aludiendo.

El comentario de Jorge Bergoglio fue en respuesta a la pregunta de si con su "opción preferencial por los pobres", su austera forma de vivir, y sus constantes condenas al "dios dinero", él no estaba dejando a un lado a los ricos. "Hay personas con dinero, dinero limpio [que se dicen] ¿sólo los pobres son los buenos, y los ricos son los malos?", le preguntaron.
"Yo vengo de una familia (de) clase media, acomodada. O sea no es ninguna cosa de resentimiento –respondió el Papa-. Yo conocí gente rica y estoy llevando adelante acá la causa de beatificación de un empresario rico argentino, Enrique Shaw, que era rico, pero era santo. O sea, una persona puede tener dinero. Dios se lo da para que lo administre bien. Y este hombre lo administraba bien. No con paternalismo, sino haciendo crecer a aquellos que necesitaban de su ayuda".

El Vaticano acaba de aprobar en este mes de marzo la validez jurídica de la causa de beatificación y canonización de Enrique Shaw, quien ya fue proclamado Siervo de Dios y que fue fundador y primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).
Esto significa que la Santa Sede no consideró necesario requerir más documentación que la ya enviada por el Arzobispado de Buenos Aires para sustentar las pruebas de la santidad de Shaw. En efecto, en septiembre del año pasado, en una ceremonia que tuvo lugar en la UCA, los postuladores de la causa sellaron y lacraron las cajas conteniendo los más de 13.000 folios de documentación recopilados durante 16 años de instrucción de lo que se llama "fase diocesana" del proceso y que ahora, con este anuncio, puede seguir adelante en El Vaticano, en el ámbito de la Congregación para la Causa de los Santos.

El siguiente paso es el nombramiento de un relator para la redacción de la Positio, es decir, una biografía "sobre la vida, virtudes, fama de santidad y de signos de Enrique Shaw", según consigna un comunicado.
Enrique Shaw fue marino, empresario y padre de una numerosa familia de nueve hijos. Sobre su vida se ha realizado un documental, que puede verse completo en la página oficial, y una película.

Una de sus hijas, Sara Shaw de Critto, había evocado a su padre en un anterior artículo en Infobae, afirmando con orgullo que éste "se anticipó bastante a lo que hoy se conoce como Responsabilidad Social Empresaria". Y agregaba: "Él se fijaba en el conjunto; por ejemplo, cuando ya hacia el final de su vida, había poca demanda de vidrio y la fábrica estaba medio parada, los accionistas norteamericanos de la empresa [Rigolleau, de la que era director] –que fabricaba la marca Pirex- sugirieron despedir a 400 obreros. Mi padre les dijo: 'Si los despiden, yo renuncio'. Además los convenció de que era más caro despedir y luego tener que volver a contratar y formar gente. En cambio los puso a hacer otras tareas, pintar y reparar la planta por ejemplo. Y la fábrica sobrevivió y revivió".

Shaw, recordaba su hija, iba tres veces por semana a la fábrica, en Berazategui, y conocía los nombres de todos los obreros que trabajaban allí. A la hora de almorzar, iba un día a la casa de uno, un día a la de otro. "El estaba naturalmente muy cerca de la gente y sus problemas: entre dirigentes y obreros había un muro que él, en cambio, no veía ni sentía", dijo.

Ella está convencida de que la beatificación de su padre puede contribuir a instalar el ejemplo de un estilo diferente de empresa que define como "más humana, pero también más exitosa, porque Cristalerías Rigolleau era una empresa exitosa, lo que prueba que puede haber una convergencia entre lo ético y lo eficiente". "A largo plazo, incluso, es más rendidor. En las industrias, cuando sólo se piensa en el lucro, se actúa a corto plazo", sostiene.

viernes, 27 de marzo de 2015

Comenzó a funcionar la Universidad Salesiana Argentina (Unisal)


Aica, 27 Mar 2015

La Universidad Salesiana Argentina (Unisal) quedó formalmente inaugurada el jueves 26 de marzo con un acto protocolar en su sede de Gorriti 1249, en el centro de Bahía Blanca. Participaron del significativo acto representantes del ámbito municipal, provincial, universitario y eclesiástico, que se reunieron en la puerta del edificio “para celebrar la nueva oferta educativa de nivel superior” con la que cuenta la ciudad.

“Esto es un sueño que hemos podido concretar después de muchísimo esfuerzo cuando comenzamos, hace pocos días, a dictar clases. La casa se pobló de jóvenes, que son los verdaderos protagonistas”, declaró a la prensa local el padre Vicente Tirabasso SDB, vicerrector de la institución.

Estuvieron presentes en el acto el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti; el intendente municipal, Gustavo Bevilacqua; el diputado provincial Marcelo Feliú; el titular del Concejo Deliberante, Santiago Mandolesi Burgos; el secretario de Gobierno, Fabián Lliteras, y representantes de las otras universidades de la ciudad.

La UNISAL no posee subvención estatal alguna, ya que es de gestión privada. Hasta el momento concurren 50 alumnos y el plantel docente correspondiente al primer cuatrimestre fue designado.

“Muchos tendrán interrogantes respecto de nuestra calidad educativa. Ofrecemos la mejor calidad que podemos en un clima de acompañamiento y promoción de las capacidades de los jóvenes, con espíritu de familia, típico de Don Bosco”, sostuvo el sacerdote. En este proceso, además, el padre Tirabasso dijo que se ayudará a quienes tengan dificultades económicas para afrontar sus estudios, a través de un sistema de becas y de padrinazgos.

La aprobación de la Unisal se dio en abril de 2014, mediante un decreto presidencial. Pero el sueño de la universidad se remonta a 2006, cuando la Inspectoría Salesiana Sur Ceferino Namuncurá inició las tratativas.

En una primera etapa, la Unisal ofrecerá las carreras de Psicología, Abogacía, Comunicación y Educación. En una segunda etapa, se incorporarán las carreras que respondan a las necesidades actuales del medio y a la orientación popular de la misión salesiana en medio de los jóvenes.


La rectora de la universidad es la doctora Marta Pini; el vicerrector, el padre Vicente Tirabasso; el secretario de Extensión y Vida Estudiantil, Adrián Mandará, y el secretario de Administración es Eduardo García.+ 

Discurso de Mons. Gargnello, Arzobispo de Salta

 con motivo del Inicio del Ciclo Académico de la Universidad Católica de Salta
(19 de marzo de 2015)

Queridos amigos:

I. Pocos nos hemos reunido, pero estamos los que tenemos que estar y que son los grandes responsables –gracias por ello– de la obra de la universidad. Esto me ofrece un clima fraternal para compartir reflexiones personales.

Somos parte de esta sociedad que recibe, entre otras denominaciones, la de “sociedad del conocimiento”. El lugar que el mismo ocupa en la urdimbre misma de la vida humana aparece en el presente con mayor evidencia. El hombre crece y se desarrolla, y con él las comunidades, de la mano del conocimiento acompañado de la virtud y del ejercicio real de la solidaridad. La universidad es la institución responsable de la transmisión del conocimiento vigente, mediante la enseñanza, y de la ampliación de la frontera del conocimiento, mediante la investigación. Preservar los conocimientos adquiridos es cuestión de vital importancia para la humanidad, por ello podemos afirmar que la universidad es responsable, en importante medida, de la supervivencia de la especie humana en la faz de la tierra.

Hoy experimentamos amenazas a la vida del hombre, la aceleración de los cambios no sólo sociales y políticos sino en el equilibrio ecológico que afecta al clima comprometen el futuro. La universidad debe convertirse en una voz autorizada y escuchada que hable y actúe iluminando el camino de los habitantes de nuestra tierra a la hora de actuar con inteligencia y amor por una sociedad justa y solidaria con nuestra generación y con las que nos sucedan.

Por otra parte, vivimos en una época en la que cerca del 90% de los científicos que han habitado la tierra en la historia del hombre están vivos. Esto acelera vertiginosamente el desarrollo de la ciencia y la tecnología. La sociedad se enriquece con productos y servicios tecnológicos que están a su disposición y afectan su calidad de vida. En la base de este proceso de generación, de mantenimiento y de transmisión del conocimiento acumulado por las generaciones en el mundo está la Universidad que se convierte en el más noble y erudito lugar de la sociedad. ¡Cuánto perdería una comunidad si se perdieran nuestras universidades!

Desde su lugar en la historia que la convierte en guardiana del conocimiento humano; desde su responsabilidad en el presente que la proyecta como atalaya del hombre contemporáneo y desde la oportunidad de una hora que la desafía a servir a la calidad de vida de las sociedades, la universidad se sitúa en un puesto privilegiado. En ese lugar en la historia y en la vida de nuestra Salta, y más allá de ella, está, junto a la Universidad Nacional, nuestra Universidad Católica. Al contemplar a los jóvenes que confiados ingresan a nuestras aulas, a los profesores que responsablemente dan lo mejor de sí para generar el amor por la ciencia y la sabiduría no sólo en los alumnos sino en el clima existencial de la comunidad universitaria, al considerar el trabajo generoso de los directivos que dan su preocupación y dedican su tiempo a ocuparse en organizar, sostener y promover la vida y la calidad universitaria, al considerar el trabajo de los administrativos que cuidan la vida interna y la marcha de la institución y al personal que desde seguridad y limpieza acompañan a todos haciendo habitable y agradable nuestro mundo, doy gracias a Dios por el regalo de esta Universidad que empieza a transitar su 53° año de vida.

Con gratitud comienzo a reflexionar y a formularme algunas preguntas que quiero compartir con ustedes en este comienzo del año académico. Miro las oficinas, aulas, parques, bibliotecas, laboratorios como la reserva del conocimiento de nuestra Salta. Reserva que está guardada y viva en los libros, en las tesis, monografías, en las publicaciones, en los descubrimientos, quizás en hogares u oficinas que se beneficiaron de los mismos, pero sobre todo en la mente y en los corazones de ustedes. Son reflexiones y preguntas que, al pensar nuestra universidad como sostén responsable de humanidad me urgen a pedirles que no se cansen de hacer de la misma un laboratorio de humanización para que la ciencia y los científicos y líderes estén siempre al servicio del hombre y no sucumban a la tentación de usar al hombre en un desarrollo autista y destructor.

II. El inmenso horizonte que se dibuja frente a nuestra Universidad pone en evidencia que la misma es una tarea de todos. No podemos creer que la misma dependa de una sola persona o de un grupo. Todos somos responsables de nuestra Universidad.

Como consecuencia de esto me parece fundamental invitar, más aún, a pedirle a cada uno, que, por favor, asuma como propio el proyecto institucional de la Universidad Católica de Salta.

Durante la gestión rectoral del Dr. Alfredo Puig se recorrió un fecundo camino de diálogo que incluyó procesos de auto evaluación y evaluación externa y desembocó en la formulación de un plan estratégico preparado a lo largo del año 2009 y aprobado como “Lineamientos para el proyecto educativo universitario. Plan estratégico 2010-2015” en febrero de 2010.

En esa ocasión se presentaron las características que definen la identidad de nuestra comunidad, se propusieron los valores que nos movilizan y se precisó la visión y la misión que enmarcan e impulsan nuestra tarea. Instalado el motor que ha de dinamizar la tarea de todos en la docencia, la investigación y la extensión, diseñaron ocho ejes estratégicos que debían orientar la gestión universitaria. Los ejes propuestos fueron:
“Incrementar la eficiencia y eficacia de la gestión universitaria,
Desarrollar programas de mejora de la docencia universitaria,
Mejorar los procesos de formación de los estudiantes en busca de su excelencia académica,
Optimizar la vinculación con los graduados,
Consolidar los procesos de calidad en el diseño, desarrollo y evaluación curricular de las carreras de pregrado, grado y postgrado,
Fortalecer la investigación aplicada,
Potenciar las acciones de extensión, comunicación e imagen pública institucional,
Fomentar la internacionalización” (1).
En el transcurso de la actual gestión conducida por el Pbro. Lic. Jorge Manzaraz, se reflexionó sobre un “Plan de desarrollo institucional 2012-2016”. El mismo, redefine la visión y la misión de la universidad insistiendo en la identidad católica de la misma y propone cinco objetivos de desarrollo institucional que de algún modo sintetizan los ejes estratégicos del plan anterior y que han sido formulados del modo siguiente:
“Consolidar la identidad institucional a través de la formación,
Optimizar la calidad académica,
Mejorar las condiciones para la investigación,
Incrementar la presencia de la universidad en todos los ámbitos,
Gestionar los recursos en orden a las prioridades fijadas por la universidad”.
Considero que el discurso del P. Jorge, que acabamos de escuchar, profundiza la huella de este sendero. De este modo la comunidad va madurando la conciencia de su ser, de su misión y de su tarea. Me parece importante que la comunidad asuma los objetivos y procure crecer tratando de alcanzarlos. El ideal, en la medida en que es asumido por todos, potencia las fuerzas de cada uno, alimenta nuestro sentido de pertenencia y favorece un clima de libertad interior que facilita el compromiso con la fraternidad y sostiene la responsabilidad. Si conocemos la meta caminaremos con mayor agilidad y responsable empeño.

Este plan debe traducirse en un estilo de trabajo que comprometa a todos y que ilumine y sirva de referencia a nuestras siete facultades y seis escuelas en sus diferentes especializaciones, licenciaturas, maestrías y tecnicaturas, sea en el sistema presencial sea en el sistema de educación a distancia. No podemos dejar de intentar recorrer cada día el camino que nos traza esta tarea.

III. Nuestra universidad es católica. Hace a la definición de nuestra casa y la cualifica esta nota. Al respecto me parece oportuno recordar que el Plan Estratégico 2010-2015, al formular la identidad de nuestra comunidad nos advierte que “la Universidad Católica de Salta tiene como objetivo servir a la comunidad a través de la evangelización de la cultura por medio de la enseñanza superior, la investigación y el servicio al medio” y luego nos ofrece las características esenciales de nuestro ser y quehacer. Porque me parece que se ha logrado decir muy correctamente lo que queremos lo cito:
a. “Una impronta católica inculturizada en la región con una historia y característica bien definidas,
b. La reflexión a la luz de la razón y de la fe de cada saber respetando sus métodos específicos y definiendo el destino último tanto del hombre como de sus acciones,
c. La fidelidad al mensaje cristiano bajo la guía segura del Magisterio de la Iglesia, atendiendo a los signos de los tiempos,
d. El esfuerzo institucional al servicio de la vida y la dignidad de todo hombre y de todos los hombres,
e. La búsqueda de la verdad en toda la realidad hasta el reconocimiento de la Verdad que es Cristo. Él es quien da consistencia a todas las cosas y es Camino y Vida para los hombres de todos los tiempos,
f. El desarrollo de una personalidad en Cristo, haciendo de cada miembro de la comunidad universitaria y de la sociedad, un testigo del Misterio, apasionado por la Verdad, comprometido con el bien común en todas sus formas, capaces de aportar a los problemas soluciones plenamente humanas.
g. La aplicación de la interdisciplinariedad a las disciplinas específicas de cada carrera, fomentando el diálogo entre saberes y su enriquecimiento mutuo (2)”.

De este modo, caminando por estos derroteros, perseguimos nuestros objetivos esforzándonos por formar una comunidad auténticamente humana, animada por el espíritu de Cristo, conscientes que la unidad que buscamos y servimos, deriva de la común consagración a la verdad, de la idéntica visión de la dignidad humana y, en último análisis, de la persona y del mensaje de Cristo. El Plan de desarrollo institucional 2012-2016 nos ayuda en este camino precisando aspectos que hacen a la identidad católica de nuestra universidad.

Amigos: que nuestra comunidad universitaria esté animada por un espíritu de libertad y de caridad, esté caracterizada por el respeto recíproco, por el diálogo sincero y por la tutela de los derechos de cada uno. Ayudémonos a alcanzar nuestra plenitud como personas, promovamos la unidad (3).

IV. Resumiendo lo hasta aquí compartido podríamos preguntarnos. ¿Cuál debería ser nuestra actitud frente a la vida de nuestra universidad? Hace un tiempo falleció Mons. José Pittau sj . La noticia se publicó en L’Osservatore Romano. Al conocerla recordé su visita a nuestra universidad en diciembre de 2003 con ocasión de realizarse el Encuentro de Rectores de las Universidades Católicas de Argentina organizado por la Comisión de Pastoral Universitaria de la Conferencia Episcopal Argentina. Recordé la actitud humilde y las palabras sapientísimas de quien venía como Secretario de la Congregación para la Educación Católica. Había presentado su renuncia por razones de edad y se disponía a trasladarse a Japón para servir durante sus últimos años en una parroquia en Tokio. Recordé que su actitud impresionó a algunos jóvenes de nuestra pastoral universitaria y tengo grabada la imagen de todo el auditorio de pie para aplaudir su breve y sabio discurso cuando le otorgaron el doctorado “honoris causa”.

En aquella ocasión nos dirigió dos discursos. Citaré algunos párrafos tomados de ambas alocuciones. Las hago mías: “Muchas veces hablamos de los grandes objetivos para el futuro de las universidades y nos olvidamos que la universidad es para los estudiantes...Tengamos siempre presente el motivo de nuestra vida universitaria. Hemos dedicado la vida para ser profesores, profesores quiere decir que tenemos una profesión, como los religiosos, nos entregamos a Dios... La profesión que tenemos es de trabajar para mejorar, para crear nuevamente este mundo a través de los estudiantes. Y, para que los estudiantes puedan crear este nuevo mundo, tenemos que darle algo sólido, intelectual, vital, espiritual, social... tenemos una responsabilidad enorme... Nosotros, los profesores, tenemos en mano el futuro de nuestra nación, el futuro de América Latina... Si pudiéramos formar estos estudiantes, serán quizás unos 10.000 hombres y mujeres intelectualmente sólidos, moralmente rectos, dispuestos a servir con creatividad y fidelidad, el mundo sería diferente, 10.000 creadores, 10.000 que han recibido el don del Señor y lo han recibido para darlo a los demás... (Esto desafía sobre todo a los docentes y directivos)... Todos los días tendremos que buscar algo nuevo, todos los días tendríamos que ser un poco mejores. Si no tenemos este deseo de mejorar, de cambiar, de crear algo nuevo, no somos profesores de universidad ni administradores de una universidad... Si repetimos siempre lo mismo, si mostramos siempre lo mismo, esto no es universidad... Tengamos el coraje de decirle a nuestros alumnos: “Tú tienes que ser diferente, tú tienes que dar algo nuevo, algo limpio, algo creativo para la nación” y mostrémosle con nuestra actitudes que esto es posible y cómo hacerlo” (4).

V. Hasta aquí las reflexiones. Termino compartiendo las preguntas que me formulé a partir de lo meditado:

¿Nos desafía saber que nuestra tarea universitaria se ubica entre las más importantes en la comunidad humana y en la Iglesia?

¿Queremos construir un mundo mejor humanizando el proceso de globalización con la promoción de un saber que busca la verdad y sirve a los demás?

¿Estamos dispuestos a asumir nuestra vocación de profesionales de la educación comprometiéndonos en la tarea de formar a nuestros alumnos con solidez intelectual, rectitud moral y disposición para la creatividad y la fidelidad?

Cada uno de ustedes se formulará sus propias preguntas. Quiero decirles, de corazón, en el comienzo de un nuevo año académico, que intentaré, desde mi lugar, acompañarlos en el intento. El lema de nuestra universidad nos está desafiando. Que el proceso de auto evaluación que nos ha de empeñar en este tiempo como parte del crecimiento permanente de nuestra institución sea asumido como una oportunidad de reafirmar nuestro compromiso de superación permanente. Que el Señor y la Virgen del Milagro los acompañe a todos. Muchas gracias.

Mons. Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta

Notas
(1) UCASAL, Plan estratégico 2010-2015, pág 11
(2) Ibid.
(3) Constitución Apostólica “Ex Corde Ecclesiae”, 21

(4) Publicado en Comisión Episcopal De Pastoral Universitaria, Las Universidades Católicas hoy en Argentina, identidad y compromiso en este mundo globalizado. Páginas 23 y siguientes. Ed. Virtudes

jueves, 26 de marzo de 2015

Sacerdote argentino, candidato a diputado


Noticelam, 25 de Marzo, 2015

                                  
ENTREVISTA al arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello.

A fines de febrero de este año, se conoció que el sacerdote católico Jorge Crespo se postuló como pre candidato a diputado por el Frente Salteño que va en las mismas listas que el Partido Justicialista Renovador para la Victoria.

Según consignan algunos medios locales, el padre Crespo habría dejado de ejercer el ministerio sacerdotal temporalmente y entregado las llaves de la parroquia a su cargo a un secretario de arzobispado del Salta.

Ante esta situación, el arzobispado de Salta emitió el siguiente comunicado:

“La Arquidiócesis de Salta informa que el Sr. Pbro. Jorge Crespo unilateralmente ha decidido presentarse a las próximas elecciones provinciales como candidato a diputado, careciendo de la correspondiente autorización canónica.

Se informa que, siguiendo las normas de la Iglesia, el Sr. Arzobispo le ha urgido a renunciar a dicha candidatura y a reintegrarse en el ejercicio del ministerio que ha abandonado”.

Desde NOTICELAM, conversamos con el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, y este es el fruto de esa charla.

En su arquidiócesis se ha vivido el caso de un sacerdote que se presentó como candidato a diputado. ¿Qué situación se generó y cómo lo fueron resolviendo?

El caso todavía lo tenemos; no está resuelto. Él se presentó en una decisión unilateral ──porque no habíamos hablado nada previamente sobre el tema── y nos enteramos porque él le había entregado una carta a un párroco que no me la podía entregar y ya se había hecho pública la noticia de su candidatura.

Después de consultar con los asesores en derecho, me advierten que lo que yo tenía que hacer es invitarlo a renunciar a la candidatura y pedirle que retomara el ministerio. Pero no lo hizo. Como la noticia ya se conocía, tuve que informarle a la opinión pública mediante un comunicado muy breve esto que acabo de decir: que al enterarnos de esta decisión unilateral, le pedimos al padre Crespo que por favor renuncie a dicha candidatura y se reintegre al ministerio.

¿Y qué sucedió?

No sucedió. A tal punto que él deja la capilla donde estaba trabajando y se produce el descuido y la desatención del lugar de su ministerio. Y estamos esperando su respuesta, porque según sea ésta, yo tengo que proceder siguiendo los cánones.

¿Cómo seguiría el procedimiento?

Si él sigue en esto, hay que suspender el ejercicio del ministerio, cosa que ha sucedido por buenos caminos en muchos otros casos. Aun si acordara con el obispo que es conveniente por la situación del momento, el sacerdote pide la suspensión del ministerio hasta tanto se reintegre, pero lo hace de una manera civilizada.

En este caso estamos hablando de un cargo electivo. ¿Qué pasa cuando el sacerdote está en carrera a un cargo ejecutivo?

Fíjese lo que pasa con el padre [Juan Carlos] Molina de la SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico): él pide apartarse del ministerio mientras ejerza la función pública, porque se trata de una tarea que le insume muchas horas del día; no puede cumplir con ambas cosas.

Y en un caso así, ¿se busca un consenso con el obispo local, cómo es?

Más que consenso, hay que pedir permiso para poder hacer un trabajo. Porque el marco está en lo siguiente: la Iglesia ha ido madurando a lo largo del tiempo y, sobre todo en la Gaudium et Spes que establece muy claro que, si bien nosotros coincidimos en el servicio al ser humano completo, sean cristianos o no, los ámbitos son distintos. Uno es el Estado y otro es la Iglesia. Por eso esa autonomía y colaboración exige o postula que distingamos los oficios y las tareas de los sacerdotes y pastores y, las tareas y oficios de los laicos. Compete a los laicos la transformación de mundo, según el proyecto de Dios.  Eso es fruto del mejor desarrollo de la doctrina de la Iglesia siempre en fidelidad a los grandes principios.

En otras épocas al sacerdote le correspondía actuar en el mundo político. Ahora vamos a celebrar el Bicentenario y más de un tercio del aquel Congreso de Tucumán de 1816 eran religiosos. Pero los tiempos han cambiado. El laicado ha crecido. Después de 30 años de democracia, pensar que no van a encontrar en el laicado candidatos para un cargo, a mí me revela un cierto fracaso en la dirigencia política. Y de parte nuestra, es no terminar de descubrir la fuerza transformadora del bien que hacemos cuando actuamos como debemos actuar.

Por otra parte, no somos tantos en el ministerio como para dejar el ejercicio y hacer tareas que pueden hacer los laicos. Además están más preparados los laicos. Apelar a que un cura sea llamado para juntar votos, de algún modo es decir que hemos fracasado con todas nuestras escuelas católicas, las universidades católicas, los movimientos, las instituciones… ¿Qué hemos formado? Aun en los pueblos más humildes uno encuentra gente de sentido común que puede ser un buen gobernante y no necesitan a un sacerdote.

¿Usted volvió a hablar con el padre Crespo?

No he podido hablar todavía.

¿Le gustaría?

No tengo ningún problema. Imagínese que nosotros somos una diócesis con no tantos curas y nos conocemos demasiado bien. No es que no nos podamos ver. De mi parte no hay una actitud de fastidio. Me parece a mí que no se ha obrado de modo correcto. La Iglesia tiene sus reglas de juego para preservar el derecho de los sacerdotes y el derecho de los fieles. No hay que verlo como un problema de animosidad mutua. Hay que tratar de madurar para actuar según la Iglesia, en su sabiduría, nos va enseñando.

VIRGINIA BONARD


(Agradecemos la cooperación de Rosa Aramayo, responsable de Prensa de la Universidad Católica de Salta)

jueves, 19 de marzo de 2015

Las elecciones, exigencia de compromiso ciudadano



Conferencia Episcopal Argentina

“Ciudadanos responsables en el seno de un pueblo” (Papa Francisco)

1. Después de más de treinta años de vida democrática ininterrumpida y en vísperas del Bicentenario de la Independencia, este año 2015 está marcado por una serie de actos electorales en todos los niveles (nacional, provincial y municipal). En tal contexto, nos parece oportuno compartir algunas reflexiones con nuestros hermanos argentinos.

2. Las elecciones periódicas y la alternancia en el ejercicio de las funciones de gobierno son elementos normales y al mismo tiempo indispensables de la vida republicana. Como tales, no habrían de encender violencias o generar enfrentamientos irreductibles, sino ser ocasión para un sano ejercicio de las libertades políticas y civiles. También deberían ser una oportunidad para fortalecer un mayor compromiso de todos los ciudadanos con lo público. No hemos de reducir el ejercicio democrático sólo a la cuestión electoral cada dos años, sino asumir cada día la necesaria participación ciudadana.

3. El proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina. Es necesario crecer en madurez para que un cambio de autoridades no signifique una crisis sino una alternativa normal de la vida democrática.

Invitamos a los candidatos que intervengan en las campañas electorales para que ofrezcan sus propuestas, sin incurrir en agresiones. Que se traten con respeto y cordialidad por cuanto no son enemigos, sino adversarios circunstanciales que puedan continuar dialogando y trabajando juntos para el bien común, al día siguiente de la elección. No pedimos un imposible.

4. Reiteramos lo expresado en “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad (2010-2016)”: “la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución, cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social. Resulta imprescindible asegurar la independencia del poder judicial y la plena vigencia de la división de los poderes republicanos en el seno de la democracia” (N° 35). Nos parece importante afirmar y reconocer que hay una diferencia sustantiva entre el Estado y el Gobierno, y tanto más entre el Estado, los partidos y las personas. Si queremos que los cambios de gobernantes no impliquen ignorar legítimos logros, debiéramos alcanzar un adecuado nivel de madurez cívica, donde:

4.1. en temas importantes y permanentes, sea posible acordar entre los distintos partidos y sectores sociales políticas de Estado que se desarrollen más allá de los cambios de gobierno, de manera que las legítimas iniciativas que cada nuevo candidato proponga implementar, no signifiquen hacer tierra arrasada y abandonar todo lo hecho hasta ese momento. Puede ayudar a ese objetivo que algunas de esas políticas hayan sido previamente acordadas entre quienes se postulan a los cargos públicos. Pensamos en algunos objetivos que deberían ser compartidos por todos, como: la superación de la marginación y la pobreza extrema; la desnutrición infantil; la generación de fuentes de trabajo; el respeto de los derechos humanos y la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural; el fortalecimiento de una educación inclusiva y de calidad; la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas; la disminución de la inflación que impide el crecimiento y erosiona gravemente los ingresos de los más pobres; la transparencia en la administración pública y la lucha contra toda forma de corrupción.

4.2. el acceso al Gobierno no implique la designación o contratación adicional de personal perteneciente a un partido o sector. Es indispensable dotar a la Administración Pública de un cuerpo profesional y permanente de funcionarios que ingresen y asciendan en atención al mérito y no a las afinidades ideológicas.

4.3. se pueda pensar en el largo plazo y no solamente en el rédito político inmediato. Por ejemplo, en obras públicas de envergadura cuya concreción demande un tiempo prolongado, que probablemente no sean terminadas por el gobierno que las comience, pero son indispensables para el desarrollo del país. También lo referido al endeudamiento externo necesita de acuerdos para una gestión exitosa y eficaz.

5. La elección de gobernantes, en los poderes ejecutivos y legislativos de todos los niveles, no debe ser el resultado del “marketing”. Queremos exhortar a los ciudadanos a un ejercicio de elección responsable, donde se evalúe a los candidatos no por su imagen mediática sino:

5.1. por la honestidad e integridad de las personas, tomando en cuenta su trayectoria, los valores vividos y no solamente declamados. La Argentina ha conocido gobernantes que no usaron la función pública como una ocasión para su enriquecimiento personal o el beneficio de sus amigos, sino como un verdadero servicio, aún a costa de su propio patrimonio.

Podemos aplicar a nuestro país lo que el papa Francisco ha dicho hace pocas semanas en su visita a las Filipinas: "es más necesario ahora que nunca que los líderes políticos se distingan por su honestidad, integridad y compromiso con el bien común” 1.

5.2. por la capacidad y la idoneidad para la función. No se trata únicamente de pergaminos académicos -que muchas veces también son necesarios- sino de una preparación personal adecuada, y de exhibir el respaldo de equipos de gobierno que puedan hacerse cargo con competencia de la complejidad de la administración del Estado o de la tarea legislativa.

5.3. por las propuestas y las ideas. En caso de candidatos que ya han ejercido funciones públicas: se habrá de tener en cuenta el empeño que han puesto en cumplir con sus promesas. Es necesario que cada candidato haga conocer con claridad y detalle lo que se propone impulsar y realizar. En este sentido, nos parece indispensable que se organicen debates serios y a fondo, donde se puedan confrontar propuestas y proyectos. Es inaceptable evadir el debate de ideas y plataformas.

5.4. por la voluntad y capacidad de diálogo. Dialogar y escuchar al otro no es signo de debilidad, sino de grandeza. Es importante reconocer que los otros también tienen algo que decir y aportar, y estar dispuestos a trabajar juntos por el bien común.

6. La elección presidencial, con toda su importancia, no debe ocultar la relevancia de las elecciones en otros niveles, y en particular la de legisladores. La Nación exige fortalecer su calidad institucional en el proceso legislativo, para que el Congreso sea un ámbito de verdadera discusión de ideas y búsqueda del bien común.

Al ponerse de relieve las diversidades entre propuestas, candidatos e ideologías, no debe hacernos perder de vista lo que nos une. El Papa nos invita a mirar nuestros vínculos más allá de legítimas pertenencias partidarias o de sector. Por eso nos dice que “convertirse en pueblo es todavía más, y requiere un proceso constante en el cual cada nueva generación se ve involucrada. Es un trabajo lento y arduo que exige querer integrarse y aprender a hacerlo hasta desarrollar una cultura del encuentro en una pluriforme armonía” (Francisco, El gozo del Evangelio, N° 220).

7. Estamos en vísperas del Bicentenario de la Independencia. Los aniversarios importantes, como éste, son ocasión para mirar hacia atrás el camino recorrido: ¿qué hemos hecho los argentinos con nuestro país? Y también mirar con esperanza hacia el futuro: ¿de qué debemos liberarnos aún, qué cadenas nos atan todavía impidiéndonos ser mejores como pueblo? ¿Qué lugar ocupamos y qué lugar queremos ocupar, como Nación independiente y soberana, en el contexto internacional? ¿Qué relaciones deseamos cultivar a nivel regional y latinoamericano en el contexto de la Patria Grande? ¿Qué podemos ofrecer al mundo para que nuestro país sea un lugar más semejante a lo que Dios sueña para la humanidad?

8. Las elecciones de este año, deberían ser un momento propicio para iniciar un examen de conciencia colectivo, y para proponernos como sociedad metas exigentes, que nos estimulen a crecer en la cultura del diálogo y el encuentro.

9. La responsabilidad es de todos. Nadie podría excusarse razonablemente de participar, según sus posibilidades, en el esfuerzo de seguir afianzando una mejor convivencia en nuestra Patria. Convivencia que debe sustentarse en los valores de verdad y justicia, de libertad, solidaridad y reconciliación, en orden al crecimiento de la amistad social. Como fieles de Cristo, miembros de su Iglesia, ofrecemos nuestro compromiso y nuestra plegaria. Que la Virgen Madre de Dios y madre nuestra nos sostenga para alcanzar estos horizontes, con humildad y perseverancia.


Firman: Los Obispos participantes de la 170° Reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, Buenos Aires, 18 de marzo de 2015.+

martes, 17 de marzo de 2015

DIPLOMATURA EN PASTORAL EDUCATIVA


Aica,  16 Mar 2015

El próximo 25 de marzo se iniciará la 3ª cohorte de la Diplomatura en Pastoral Educativa que el Centro de Estudios Salesianos de Buenos Aires (Cesba) presentó por primera vez en marzo de 2014.

Se trata de un curso bajo la modalidad virtual que pretende ser “un espacio de formación y reflexión para capacitar a distintos actores del mundo educativo para transformar en clave pastoral los diseños didácticos, curriculares, de gestión y convivencia de las comunidades educativas”.

La actividad consta de 4 módulos de 7 semanas cada uno y transcurre, aproximadamente, durante un año calendario. Más de 100 directivos y docentes de las casas salesianas se han diplomado a fines del año pasado. Más de 120 docentes y directivos de la Segunda Cohorte están por comenzar a transitar el Módulo 3.

Los estudiantes que se dieron la oportunidad de transitar esta propuesta formativa han coincidido en una valoración altamente positiva de la Diplomatura.

La inscripción cierra el 18 de marzo.


Informes: secretaria.fad@cesbaires.edu.ar. 

miércoles, 11 de marzo de 2015

"SEÑOR, CUÁNTO ME CONOCES Y YA NO TE FÍAS DE MI. AYÚDAME A CONVERTIRME Y SEGUIRTE, BUSCANDO SIEMPRE TU VOLUNTAD, SIRVIÉNDOTE DE CORAZÓN"



Padre Ricardo B. Mazza*

El libro del Éxodo hace referencia a la Alianza que Dios concreta con el pueblo elegido. Las diez palabras o decálogo, refieren al núcleo que debe comprometer a los hombres con Dios y con su prójimo.
Dios manifiesta con creces el amor por su pueblo liberándolo de la esclavitud de Egipto, diciendo “Yo soy el Señor tu Dios que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud” (Éx. 20, 1-17), constituyendo esta verdad el fundamento de la respuesta del hombre a lo largo del tiempo, descubriendo posteriormente que ya desde los orígenes del mundo, el Creador ha demostrado su preferencia por la creatura humana, aún sabiendo de su infidelidad permanente.
Las diez palabras constituyen así un camino posible a transitar con la ayuda divina, en medio de las debilidades humanas y las oscuridades de las inteligencias, hacia la verdadera felicidad y plenitud humanas, en amistad con el Señor y en el servicio de los hermanos, de tal modo que podamos expresar con gozo con el salmo interleccional “Señor, Tú tienes palabras de vida eterna” (salmo 18, 8-11).

El compromiso con el Dios de la Alianza no se circunscribe a un tiempo concreto de la historia de la salvación, sino que desde el aquí, mira el futuro del hombre en este mundo y después de la vida terrena.
Ahora bien, la pascua de los judíos debía celebrarse en el templo, con el sacrificio de víctimas, para conmemorar las obras maravillosas de Dios en la liberación del pueblo de la esclavitud de Egipto. Se trataba, en el fondo, de una memoria de lo que fuera el fundamento de la Alianza que se actualizaba cada año, pero que se había transformado en costumbres que quitaban la santidad del mismo templo, lo que lleva a Jesús a actuar de forma categórica siguiendo la profecía de Zacarías (14,21) “En aquél día no habrá ya traficantes en el templo del Señor de los ejércitos”.
Cristo, expulsando a los mercaderes y mercancías, muestra su voluntad de purificar la Casa de Dios, que de recinto de oración, se ha convertido en un mercado (Jn. 2, 13-25), indicando que la Pascua ya no requiere sacrificios de animales, sino que la única Víctima es Él mismo ofrendado en la Cruz.

Para nosotros es también todo un signo, ya que nos invita a sanear nuestra propia interioridad que muchas veces está ocupada por el pecado y por actitudes que  nos van haciendo perder el carácter sagrado con el que fuimos consagrados por el sacramento del  bautismo.
Jesús es el nuevo Templo, que se instala superando el antiguo templo de Jerusalén, siendo Él mismo el ámbito en el que el hombre nuevo ha de dar verdadero culto a Dios. Es el Templo de su cuerpo que adquiere presencia por medio del signo salvador de su muerte y resurrección, comienzo de la Nueva Alianza que  sella con su sangre.
Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos (I Cor. 1, 22-25) se convierte en “fuerza y sabiduría  de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos” y esta locura de Dios “es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres”.

También en nuestros días la cruz de Cristo es para muchos un sin sentido, una muestra de debilidad, pero para quienes tenemos fe, se encuentra en ella la verdadera fortaleza de nuestra debilidad, capaz de afrontar  la fuerza de un mundo que se muestra incapaz de brindarnos lo que la cruz ofrece.
El tiempo de cuaresma que estamos transitando nos invita una vez más a dirigirnos al encuentro del único Salvador de nuestras vidas y de la sociedad toda, nos convoca a purificar nuestras vidas para ser verdaderos templos de Dios, en los que se manifieste realmente el Templo del Padre.

En nosotros, cerca de la Pascua ya, pueden cumplirse las palabras del evangelio que acabamos de proclamar cuando afirman que “durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su Nombre al ver los signos que realizaba. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie. Él sabía lo que hay en el interior del hombre”.
En efecto, Cristo nos conoce a todos, pero puede suceder que aunque digamos creer en Él, no logremos que se fíe de nosotros porque nuestra fe no es operante, porque no terminamos nunca de dejar el hombre viejo, porque no nos dejamos reconciliar por el Padre, porque queremos seguir viviendo el cristianismo según nuestros puntos de vista y no de acuerdo a las enseñanzas del evangelio, porque nos cuesta morir a tantas convicciones falsas que nos hemos fabricado para  no seguirlo tal como es.
A pesar de escuchar tantas veces a Jesús, ¡cuánto cuesta que nos olvidemos de nosotros mismos para dejarnos transformar por medio de su Palabra de Vida! ¡Cuánto quisiéramos un Cristo a imagen nuestra, según nuestros puntos de vistas, en lugar de adherirnos a su Persona!

Delante del Señor digámosle: ¡Señor, cuánto me conoces y ya no te fías de mí! ¡Ayúdame a convertirme, para que pueda seguirte fielmente sin condicionamiento alguno, buscando siempre tu voluntad, sirviéndote de corazón a Ti  y a mis hermanos de fe!
Hermanos: preparemos nuestro corazón con la verdad de la conversión de la mente y corazón, haciendo realidad en nuestras vidas las palabras del libro del Éxodo que hoy se dirigen a nosotros: “Yo soy el Señor, tu Dios”, que te hice salir del pecado por la muerte redentora de Jesús.


*Párroco de la parroquia “San Juan Bautista”, en Santa Fe de la Vera Cruz,  Argentina. Homilía en el tercer domingo de Cuaresma, ciclo “B”. 08 de marzo de 2015.- http://ricardomazza.blogspot.com; ribamazza@gmail.com.-