Por Mons. Juan C. Sanahuja
NOTICIAS GLOBALES,
28 marzo 2015
Presentamos algunos textos de la extensa entrevista
concedida a Life Site por el Cardenal Raymond L. Burke, traducida al castellano
por la web Adelante la Fe.
Con respecto a la asamblea extraordinaria del sínodo
de obispos, de octubre del 2014, dice el cardenal Burke:
“Es claro que hubo una manipulación, porque las
intervenciones reales de los miembros del sínodo no fueron publicadas, y cuando
el informe de la mitad de la sesión, o la Relatio post disceptationem, fue dado
a conocer, no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo en el sínodo. Y
es claro que había individuos que, obviamente, tenían una influencia muy fuerte
en el proceso sinodal, que estaban presionando con un programa que no tiene
nada que ver con la verdad sobre el matrimonio, como Nuestro Señor mismo nos lo
enseña, como nos es transmitida en la Iglesia. Ese programa se refería a tratar
de justificar las relaciones sexuales fuera del matrimonio y los actos sexuales
entre personas del mismo sexo y, en cierta manera, claramente relativizar -e
incluso ocultar- la belleza de las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio
como una unión fiel, indisoluble, procreadora entre un hombre y una mujer”. (…)
Y continúa:
“Cuando la Relatio post disceptationem fue publicada,
por ejemplo, cuando se observaba la dirección que claramente se estaba dando al
sínodo, se tenía miedo que, quizás, los padres sinodales no iban a hablar, pero
lo hicieron. Y ellos hablaron con fuerza, un número de ellos, y gracias a Dios
por eso. Confío que estos mismos padres sinodales -espero que muchos de ellos
serán designados para la sesión de septiembre del 2015- también hablarán con
fuerza en esa ocasión”.
A la pregunta: ¿Es materia de especial preocupación
para usted el movimiento mundial “ecológico” y la promoción internacional de la
planificación familiar y del control de la población?, responde el cardenal:
“Sí, estoy muy preocupado sobre esto, porque las
personas están siendo conducidas falsamente a pensar, que deberían usar alguna
forma de control de la natalidad con el fin de ser administradores responsables
de la tierra. En realidad, la tasa de natalidad, en la mayoría de los países,
es muy inferior a lo que debería ser para reemplazar la actual población.
Dejando de lado todo esto, la verdad es que si Dios ha llamado a una pareja al
matrimonio, entonces Él los está llamando también a ser generosos para recibir
el don de una nueva vida humana. Y así, hoy necesitamos muchas familias
numerosas, y gracias a Dios veo hoy, entre algunas parejas jóvenes, una generosidad
notable con respecto a los niños”.
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