viernes, 4 de marzo de 2016

El Card. Muller confía en que la Exhortación Apostólica no permita la comunión de los divorciados vueltos a casar



catolicos-on-line, 4-3-16

En una entrevista concedida esta semana al diario Kölner Stadt-Anzeiger de Colonia, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Müller, se ha referido a la cuestión de que si divorciados «vueltos a casar» podrían ser admitidos a la comunión. La respuesta es clara: no.

«No está en juego la enseñanza de Jesucristo. Y esta enseñanza es, hoy como siempre: lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. No puede haber ningún compromiso en esto», sostuvo el Cardenal Müller y aclaró que «como hombres no podemos convertir la palabra clara de Dios en algo confuso. Un buen enfoque pastoral es lo contrario a una relativización de las palabras de Cristo».

La autoridad vaticana reiteró que para el Papa Francisco la situación de los divorciados en nueva unión en la Iglesia no se limita a la comunión, sino que llama a su integración en la vida eclesial «cuyo último paso puede constituir la comunión, después de un proceso de conversión y arrepentimiento, siempre que cumplan con los requisitos válidos para todos».

«No es posible un segundo matrimonio o un segundo cónyuge, mientras viva el anterior, según la interpretación católica de las palabras de Jesús», indicó el cardenal Müller y agregó que «la Iglesia no es capaz de disolver o suspender un matrimonio válido y verdaderamente sacramental».

En este sentido, precisó que «el Papa y todos queremos evitar cuidadosamente que la gente se aleje de la Iglesia como comunidad de salvación. Hay otras formas -teológicamente válidas y legítimas- de participar en la vida de la Iglesia. La unión con Dios y la Iglesia no se limita a la recepción oral de la Eucaristía».

El purpurado fue interrogado específicamente sobre la propuesta que los obispos alemanes, con el Presidente del Episcopado, Cardenal Reinhard Marx a la cabeza, presentaron en el Sínodo de la Familia para permitir a los divorciados vueltos a casar comulgar «mirando cada caso» y en conciencia.


El Cardenal Müller explicó que esto sería posible solo «cuando los esposos -como el Papa Juan Pablo II recordó en su Exhortación Apostólica «Familiaris Consortio» (1981)- viven juntos como hermano y hermana». El entrevistador recordó al Prefecto de Doctrina de la Fe que el Cardenal Marx consideró irreal esperar que las parejas convivan en abstinencia sexual. «También eso pensaron los apóstoles cuando Jesús les explicó la indisolubilidad del matrimonio (Mt 19, 10). Pero lo que humanamente nos parece imposible es posible por la gracia de Dios», respondió el cardenal.

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