Documento de Trabajo Nº 10
A manera de introducción quizás puede servir un breve racconto histórico, de ninguna manera
exhaustivo, sobre las relaciones “institucionales”, si puede aceptarse el
término, entre la
Iglesia Católica y la ideología liberal, en todas sus
vertientes.
Desde el Siglo XVIII en que comienzan a ponerse las bases filosóficas del liberalismo se viene
cuestionando la compatibilidad o no entre dicha ideología y los principios de la Iglesia Católica.
La polémica no ha concluido aún – incluso entre intelectuales de renombre- pese
a que en todos los documentos magisteriales elaborados desde entonces, incluso
cuando en alguno se introduce algún matiz o ambigüedad, dicha inquietud ha
tenido una clara respuesta negativa: la Iglesia ha enseñado, desde entonces y hasta
ahora, que resulta desde todo punto de vista imposible profesar la ideología
liberal y mantenerse fiel a la doctrina de Cristo.
En
el Siglo XIX, puntualmente a partir de la actuación, escritos y posiciones asumidas
por el presbítero Felicité de Lammenais -que terminó apostatando-, y su
consecuencia directa, las encíclicas condenatorias Mirari Vos y Singulari Nos, el
enfrentamiento se hizo aún más patente y virulento.
Hacia
mediados del Siglo XIX nuevamente se presenta esta dicotomía -liberalismo -
catolicismo durante el proceso de unificación italiana, con las polémicas
iniciadas por el conde de Cavour, Gustavo Benzo y demás representantes del
catolicismo liberal, pretendidamente humilde y fiel, respondidas adecuada y
firmemente desde la Iglesia
por Pío IX – pese a que había llegado al trono de Pedro como la esperanza
liberal- y atendidas pastoralmente -hoy el término está muy en boga- por Don
Bosco (cfr. Aventuras de Don Bosco, Hugo Wast, Ed. Fax).
Precisamente
el Pontífice recién mencionado, de larguísimo reinado, autor del Syllabus Errorum (posteriormente
receptado por el Concilio Vaticano I) y de la encíclica Quanta Cura, que condenaban de manera expresa y tajante la
ideología liberal, fue quien puso las bases para comenzar a plasmar en
documentos lo que luego habría de recibir el nombre de Doctrina Social de la Iglesia , y que sería la
respuesta católica a muchas de las cuestiones que dieron origen al liberalismo.
Luego
de él llegó León XIII, que dio impulso a la DSI , y condenó igualmente las posiciones
liberales a través de su encíclica Libertas
y distinguió en ella los tres grados o niveles del liberalismo.
El
Siglo XX ha estado plagado de polémicas sobre este y otros puntos vinculados a
las relaciones de la Iglesia
católica con la modernidad, a través de teólogos y filósofos que, algunos
dentro de la ortodoxia y otros con posiciones abiertamente heréticas,
pretendieron conciliar ciertos principios del liberalismo con la doctrina
católica.
En
la actualidad, y especialmente en los últimos cinco años, la polémica ha
cobrado nueva fuerza luego de la profundización del concepto de “Sana laicidad”
elaborado por S.S Benedicto XVI, y las elaboraciones doctrinarias interpretando
esa idea llevadas a cabo por el Prof. Fernando Romero Moreno, por una parte, que
defiende desde el tradicionalismo la posición magisterial y del Dr. Gabriel
Zanotti, por el otro, que desde su reconocido catolicismo y proclamado
liberalismo intenta probar que sí puede compatibilizarse con la fe católica un
liberalismo que, no encuadrando en ninguna de los tres grados explicados por
León XIII, no proponga “separar” Iglesia y Estado, sino distinguir el ámbito de
acción de cada uno.
Luis María Caballero
Referencias
Ideología y Catolicismo (Meneghini, Mario; Cátedra Juan Pablo Magno. 2011)
Ensayo crítico del liberalismo
como concepción del mundo (Caturelli, Alberto; Gladius.
2008)
Don Bosco y su tiempo (Wast, Hugo; Ediciones Fax. 1957)
Esencia del liberalismo (Castellani, Leonardo; Editorial Huemul. …)
Carta Apostólica Octogesima Adveniens:
Encíclica Libertas:
Encíclica Quanta Cura:
Syllabus complectens praecipuos nostrae aetatis
errores (Syllabus errorum)
Los neomaritaineanos. Una
aproximación al nuevo liberalismo católico (Romero
Moreno, Fernando):
Liberalismo y catolicismo hoy (Zanotti, Gabriel):
Una respuesta a “El liberalismo es
pecado” (Zanotti, Gabriel):
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