catolicos-on-line, 16-10-15
En la mañana de ayer jueves, Life Site News (LSN tuvo
la oportunidad de charlas tranquilamente con el Cardenal Raymond Burke en Roma,
después de una conferencia de prensa en la que participó, invitado por «Voice
of the Family». El cardenal pide calma ante las afirmaciones heterodoxas de
algunos padres sinodales: «Si un obispo o un sacerdote, o cualquier otro,
anunciara o declarara algo que fuera contrario a la verdad de Nuestro Señor
Jesucristo, tal como nos ha sido enseñada por la Iglesia, seguiremos a Cristo».
LSN charló con el Cardenal sobre el Sínodo de la
Familia que está en marcha, y en particular, sobre una propuesta llamativa,
promocionada por otro participante en una reciente conferencia de prensa del
Vaticano, por la que se permitiría a los obispos locales tomar decisiones sobre
cómo actuar en temas de homosexualismo y divorcio.
El Cardenal Burke criticó, así mismo, la llamada
«propuesta Kasper», diciendo que está basada en la falsa idea «de que, de
alguna manera, la doctrina y la práctica pastoral están en conflicto mutuo».
A continuación, una transcripción de esa entrevista.
LSN: ¿Qué le parece la idea de la «diversidad
regional» de la Iglesia? ¿Deberían los obispos locales tener autoridad a nivel
pastoral para resolver los temas referentes a la «aceptación social de la
homosexualidad» y «los divorcios y las personas vueltas a casar»?
Card. Burke: Esto es contrario a la fe católica ya la
vida. La Iglesia sigue las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo tal como han
sido enseñadas desde el principio por Dios en la creación –lo que llamamos la
ley natural; lo que todo corazón humano entiende porque ha sido creado por
Dios- pero además, ha sido expuesto e iluminado por la enseñanza de Cristo y la
tradición de la Iglesia.
Y esta Iglesia es una sola en todo el mundo. No hay
cambio en sus verdades de una a otra punta de la tierra y de un tiempo a otro.
Ciertamente, la enseñanza de estas verdades tiene en cuenta las necesidades
propias de cada territorio, pero la enseñanza no se cambia. La enseñanza,
algunas veces, tiene que ser aún más fuerte en aquellos lugares donde está más
comprometida.
Por ello, esto no es aceptable. No entiendo de donde
viene esa idea. Lo que realmente significa es que la Iglesia ya no es católica,
universal. Quiere decir que ya no hay una única enseñanza en toda la tierra, en
todo el mundo.
Tenemos una sola fe. Tenemos unos sacramentos. Tenemos
un solo gobierno para toda la tierra. Esto es lo que significa ser «Católico»
Me gustaría ahora, comentar algo sobre lo que
significa «pastoral».
En muchas de las discusiones que se han tenido,
comenzando por la desafortunada presentación del Cardenal Kasper en el
Consistorio extraordinario de los días 20 y 21 de Febrero de 2014, sobre el
existente enfrentamiento (conflicto) recíproco entre la doctrina y la práctica
pastoral.
Esto es absurdo. La práctica pastoral existe para
ayudar a vivir las verdades de la fe; para vivir la doctrina de la fe en
nuestra vida diaria. No puede haber un conflicto entre estos dos conceptos.
No podemos tener a la Iglesia enseñando, por ejemplo,
que el matrimonio es indisoluble, y al mismo tiempo a alguien diciendo que por
«razones pastorales» una persona que está viviendo en una unión irregular está
preparada para recibir los sacramentos (1), lo que significaría que el
matrimonio ya no es indisoluble.
Esto son, sin duda, falsas distinciones, falsos
contrastes, que necesitamos aclarar por completo porque se está causando una
inmensa confusión a los fieles y, desde luego, en última instancia pueden
llevar a los fieles a errores graves con gran daño para su vida espiritual e
incluso para su eterna salvación.
¿Qué pueden pensar y hacer los fieles cuando ven a los
Padres Sinodales sugerir posturas heréticas sobre la homosexualidad y el
divorcio?
Nosotros seguimos a Nuestro Señor Jesucristo. Él es
nuestro Maestro. Y todos nosotros debemos mantenernos fieles y obedientes a Él
y a Su palabra, empezando por el Papa y los Obispos.
Si un obispo o un sacerdote, o cualquier otro, anunciara
o declarara algo que fuera contrario a la verdad de Nuestro Señor Jesucristo,
tal como nos ha sido enseñada por la Iglesia, seguiremos a Cristo.
Yo le digo a la gente, que se encuentra ansiosa
ciertamente, porque parece que en este tiempo hay una gran confusión y
afirmaciones que son realmente sorprendentes, que hay que mantener la calma.
Todo ello, porque en la Iglesia Católica tenemos una
autoridad que enseña, que se expresa, por ejemplo, en el «Catecismo de la
Iglesia Católica», y sencillamente, necesitamos estudiar con mayor hondura
todas estas cosas, adhiriéndonos a ellas con mayor ardor (entusiasmo), y no
dejarnos extraviar por falsas enseñanzas, sea cual sea la fuente de la que
brotan.
Muchos sugieren que hay muy poco desacuerdo en el
Sínodo y que la prensa (los medios) son los culpables de crear un conflicto
inexistente, ¿qué piensa de esto?
Antes de nada debo matizar mis afirmaciones, ya que yo
no formo parte del Sínodo. Carezco de misión dentro del Sínodo.
Yo he leído, no solo lo que publica la prensa, sino
también los informes oficiales del Vaticano. Y he tenido conversaciones con
unos y otros Padres Sinodales.
Yo entiendo, por otra parte, que hay un fuerte
desacuerdo dentro del Sínodo. Dadas las discusiones que han precedido al Sínodo
y también, dado el «Instrumentum Laboris», con las múltiples dificultades que
en él se presentan, yo consideraría muy difícil que no hubiera un gran
desacuerdo.
Así, no vamos a conseguir la verdad que importa. No
conseguiremos salvaguardar y promover la fe católica como lo necesitamos.
Mi impresión exacta es, de verdad, que hay desacuerdo.
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