asesinado por la guerrilla comunista del ELN
C.L. / ReL, 7 julio 2017
Francisco autorizó a la Congregación para las Causas
de los Santos, a cuyo prefecto, el cardenal Angelo Amato, recibió en audiencia
este viernes, a publicar varios decretos declarando milagros, martirios y
virtudes heroicas.
Uno de los martirios reconocidos por la Santa Sede es
el del obispo de Arauca, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve (1916-1989), asesinado
por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo terrorista colombiano de
orientación comunista del que fueron dirigentes los ex sacerdotes Camilo Torres
(1929-1966) y Manuel Pérez (1943-1998).
Monseñor Jaramillo era un obispo volcado con los más
necesitados desde los planteamientos de la doctrina social de la Iglesia y la
caridad cristiana, y opuesto a la Teología de la Liberación y la exacerbación
de los conflictos sociales explotada por grupos como el ELN.
El 2 de octubre de 1989 viajaba en un todoterreno
entre Fortul y Tame, municipios del departamento de Arauca, acompañado por tres
sacerdotes, un seminarista y una mujer, cuando tres hombres vestidos de civil y
que se identificaron como miembros del ELN les detuvieron. Inicialmente
retuvieron solo a monseñor Jaramillo y al sacerdote Elmer Muñoz, dejando ir a
los demás. Posteriormente se les unieron otros ocho terroristas, que increparon
al prelado antioqueno, que contaba entonces 73 años, por su buena relación con
las Fuerzas Armadas.
De todo ello fue testigo el padre Muñoz, a quien
posteriormente también liberaron. Pero algo intuyó monseñor Jaramillo sobre lo
que iba a pasar, porque antes de que se fuera le pidió al sacerdote que se
confesaran mutuamente.
Al día siguiente, Don Elmer regresó al lugar en
compañía de unos campesinos y se encontró el cuerpo sin vida del prelado, con
signos de tortura y siete disparos de fusil en el cuerpo.
Jaramillo nacido en Santo Domingo (Antioquia), era
miembro del Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal, una congregación fundada
por el obispo Miguel Ángel Builes en 1927. Ordenado sacerdote en 1940, cuando
llegó a Arauca como vicario apostólico en 1970 comenzó un intenso apostolado
social, que prosiguió tras ser erigida la diócesis en 1984 y ser nombrado su
titular. Había sido amenazado de muerte varias veces por el ELN.
"Tenía fama de sencillo, era un hombre de
oración. Leí algunas homilías suyas y son hermosas, vivió de una manera
entregada a sus fieles, sabiendo que se arriesgaba", recordó el miércoles
el nuncio en Colombia, Ettore Balestrero.
Dos colombianos más
En un día grande para la Iglesia en Colombia, el Papa
firmó también el reconocimiento de otro mártir, el sacerdote Pedro María
Ramírez Ramos (conocido como el Cura de Armero), y de las virtudes heroicas de
Ismael Perdomo Borrero, quien fuera arzobispo de Bogotá.
El Cura de Armero nació en 1899 en La Plata y fue
ordenado sacerdote en 1931. Tras desempeñar diversos destinos, fue nombrado
párroco de Armero en 1948. El 10 de abril de ese mismo año, durante el periodo de
violencia contra el gobierno conservador de Mariano Ospina que siguió al
asesinato de Jorge Eliece Gaitán, candidato liberal a la presidencia de la
República, un grupo de personas irrumpió en la iglesia y, tras profanar el
templo, asesinaron a machetazos al sacerdote acusándole de ocultar armas. Las
religiosas que se habían refugiado en la iglesia con él le animaron a escapar,
a lo que él se negó por entender que su deber estaba en su parroquia.
En cuanto al arzobispo Ismael Perdomo Borrero, nació
en 1872, fue ordenado sacerdote en 1896 y en 1897 se doctoró en Teología
Sagrada. En 1928 fue nombrado arzobispo de Bogotá y en 1949 vicario castrense
de las Fuerzas Armadas de Colombia. Falleció el 3 de junio de 1950 tras dos
años de enfermedad, con fama de santidad.
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