El santo padre se ha reunido esta mañana con la
comunidad de escritores, junto a las religiosas y a los encargados de la
administración de la publicación de los jesuitas "Civiltà Cattolica".
Esta publicación, desde 1850 desarrolla una labor que tiene una
"particular unión con el papa y la sede apostólica", ha recordado el
papa. Antes de la audiencia, Francisco se ha reunido brevemente con el director
de la revista, el padre Antonio Spadaro.
Como ya es usual en
el papa, ha centrado su discurso en tres palabras claves que pueden ayudarles
en su compromiso: diálogo, discernimiento y frontera.
Diálogo porque
desarrollan un importante servicio cultural, ha afirmado el papa. "Vuestra
tarea principal no es la de construir muros sino puentes; es la de establecer
un diálogo con todos los hombres, incluso con aquellos que no comparten la fe
cristiana, pero que tienen el culto de los altos valores humanos, e incluso con
aquellos que se ponen a la
Iglesia y la persiguen de diversas maneras" les ha recordado el santo padre. Sobre el
diálogo ha subrayado que significa "estar convencidos de que el otro tiene
algo bueno que decir, hacer espacio a su punto de vista, a su opinión, a sus
propuestas, sin caer obviamente, en el relativismo. Y para dialogar es
necesario bajar las defensas y abrir las puertas". Así mismo ha afirmado
que 'La Civiltà
cattólica' es la civilización del amor,
de la misericordia y de la fe.
Pasó después a la
segunda palabra, el discernimiento. El papa ha explicó que "vuestra tarea
es recoger y expresar las expectativas, los deseos, las alegrías y los dramas
de nuestro tiempo, y ofrecer los elementos para una lectura de la realidad a la
luz del Evangelio. Y les ha invitado a "tratar de encontrar a Dios en
todas las cosas". También les ha recordado que "Dios actúa en la vida
de todo hombre y en la cultura: el Espíritu sopla donde quiere". Del mismo
modo ha destacado que "un tesoro de
los jesuitas es precisamente el discernimiento espiritual, que trata de
reconocer la presencia del Espíritu de Dios en la realidad humana y
cultural". Para buscar a Dios en todas las cosas, en todos los campos del
saber, del arte, de la ciencia, de la vida política, social y económica son necesarios
el estudio, la sensibilidad y la experiencia, ha subrayado el papa. Y les ha
invitado a que su observación informativa sea amplia, objetiva y tempestiva.
Además ha señalado que es necesario "mantener abiertos el corazón y la
mente, evitando la enfermedad espiritual de la autoreferencialidad".
Y por último el santo
padre ha hablado de la tercera palabra, la frontera. "La misión de una
revista de cultura como La
Civiltà Cattolica entra en el debate cultural contemporáneo y
propone, de modo serio y, al mismo tiempo accesible, la visión que viene de la
fe cristiana. La fractura entre Evangelio y cultura es sin duda un drama.
Estáis llamados a dar vuestra contribución para sanar esta fractura que pasa
también a través del corazón de cada uno de vosotros y de vuestros
lectores". Este misterio, ha destacado el papa, "es típico de la Compañía de Jesús.
Acompañad, con vuestras reflexiones y vuestras profundizaciones, los procesos
culturales y sociales y a cuantos están viviendo transiciones difíciles,
haciéndose cargo también de los conflictos". Les ha pedido que no caigan en
la tentación de domesticar las fronteras "se debe ir hacia las fronteras y
no llevar las fronteras a casa para pintarlas un poco y domesticarlas".
Para finalizar el
encuentro el papa Francisco se ha despedido diciendo que viendo entre ellos a
los jóvenes, los menos jóvenes y a los ancianos, "vuestra revista es única
en su género, que nace de una comunidad de vida y de estudios; como en un coro
compenetrado en el que cada uno debe tener su voz y ponerla en armonía con la
de los demás".
(14 de junio de 2013)
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