catolicos-on-line, 7-2-16
El principal funcionario de derechos humanos de la ONU
pidió a los países que tienen casos de virus de Zika que pongan a disposición
de las mujeres todos los llamados servicios de salud sexual y reproductiva,
incluido el aborto libre. Por su parte, líderes católicos argumentan que la
crisis sanitaria por el virus y su relación con aumento de casos de
microcefalia en bebés «no es justificación para defender el aborto».
Según informaron las principales agencias y medios de
prensa internacionales, el viernes día 5 de enero, el principal funcionario de
derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a los
países que tienen casos de virus de Zika a poner a disposición asesoramiento de
salud sexual y reproductiva para las mujeres, y a defender su derecho a
abortar.
«Las leyes y políticas que restringen su acceso a
estos servicios deben revisarse urgentemente en consonancia con las
obligaciones de derechos humanos», dijo en un comunicado el Alto Comisionado de
la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein. Los servicios
integrales de salud sexual y reproductiva, apunta el documento, abarcan el
cuidado de la salud materna, pero también la anticoncepción y el aborto.
Diversos reportes apuntan a una posible relación entre
el virus zika –transmitido principalmente por la picadura del osquito Aedes
aegypti– y casos reportados de microcefalia, una condición que provoca que los
bebés nazcan con cabezas pequeñas y defectos de nacimiento.
Consultada por lo que sucede en países
hispanoamericanos como El Salvador, que penalizan el aborto, la portavoz del
organismo de la ONU, Cecile Pouilly, dijo en una conferencia de prensa: «Es por
eso que estamos pidiendo a los gobiernos que se retracten y cambien esas leyes
(...) No solo no le ofrecen la primera información que esté disponible, sino
también la posibilidad de poner fin a sus embarazos si así lo desean».
El comunicado de este organismo de la ONU se une a la
decisión tomada por la OMS al declarar la situación como emergencia de salud
pública de importancia internacional, desatando, con el apoyo del importante
lobby pro-abortista internacional, la presión en favor de la legalización del
«derecho al aborto» en todos los países americanos.
Relación entre el virus y casos de microcefalia en
bebés en gestación
Si bien han hecho una serie de sugerencias para que
las mujeres embarazadas eviten las picaduras de mosquitos en las regiones
afectadas por la epidemia, los Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han precisado que «se necesitan estudios
adicionales para distinguir mejor esta relación».
Esta enfermedad, explican los CDC, «suele ser leve con
síntomas persistentes durante varios días a una semana». Raramente mueren
personas infectadas con el virus zika, señalan, y «usualmente no se enferman
tanto como para ir al hospital». También han destacado que «el virus no causará
infecciones en un bebé que es concebido después de que el virus se elimina de
la sangre».
Varios cardenales han respondido con palabras
contundentes en contra de la presunta solución
El cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, ha
rechazado con fuerza que el «aborto terapéutico» sea una respuesta adecuada al
problema. «El aborto terapéutico no existe. Terapéutico significa que cura, y
el aborto no cura nada. Arrebata vidas inocentes».
Por su parte, el arzobispo de São Paulo (Brasil),
Cardenal Odilo Scherer, alertó del peligro del aborto y la eugenesia en casos
de microcefalia originada por el virus del zika en mujeres embarazadas. «Creo
que si la humanidad se guía por privilegiar solamente a los que son saludables,
fuertes y poderosos, nos estaremos encaminando a la eugenesia. La ley de la
eugenesia manda a eliminar. Ese razonamiento en relación al ser humano es
absolutamente indigno de una civilización», declaró a la cadena BBC.
Sobre la crisis sanitaria que se ha generado por el
virus del zika y de la relación que tendría con la microcefalia en los bebés en
gestación, el Arzobispo de São Paulo indicó que «en todo embarazo siempre hay
la incógnita de que el bebé puede tener alguna anomalía» pero que es «un ser
humano desde el primer instante de su concepción». «Un bebé microcéfalo, aunque
tenga sus limitaciones, puede tener cierta autonomía. Es una persona que tendrá
alegrías en la vida. Entonces es preciso acoger a ese ser humano con sus
limitaciones y ver como una misión el acompañarlo durante toda su vida», indicó.
Reacciones en Colombia
La prensa colombiana reportó ayer el primer caso de
una mujer que se sometió a un aborto a las 32 semanas de embarazo, luego de que
a su bebé se le detectara microcefalia, presuntamente vinculada al zika.
A pesar de ser un promotor del aborto libre, el
ministro de Salud de Colombia, Alejandro Gaviria, en declaraciones recogidas
por la revista Semana reconoció que esta práctica «como medida preventiva
general no aplica, ni creo que sea una recomendación plausible de salud
pública».
«Frente a la opción de usar el aborto como una medida
terapéutica general, precautelativa, no ha sido considerada en Colombia», dijo,
y precisó que el aborto «no cabe dentro de las excepciones» despenalizadas por
la Corte Constitucional.
El P. Pedro Mercado, secretario adjunto de la
Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), exigió a las autoridades centrar sus
prioridades en prevenir el contagio y acabar con la transmisión del virus zika
y no la promoción del aborto, como pretenden diversas organizaciones promotoras
de esta práctica.
En declaraciones recogidas ayer por el diario
colombiano El Tiempo, el P. Mercado subrayó que «la prioridad debe ser acabar
con los mosquitos transmisores de la enfermedad y no con la vida de niños inocentes».
«Hay que impulsar más las medias de prevención», subrayó.
El secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de
Colombia lamentó que «la delicada situación provocada por el virus del zika en
algunos países, especialmente en Brasil, está siendo indebidamente aprovechada
por algunos grupos para hacer campaña a favor del aborto», tales como Women’s
Link Worldwide en Colombia, la multinacional Planned Parenthood, entre otras.
Reacciones en Brasil
Los obispos de la Conferencia de Obispos Católicos de Brasil
(CNBB) afirmaron que el virus del zika y la crisis sanitaria que ha generado en
países como este, además de la relación que tendría con la microcefalia en los
bebés en gestación «no es justificación para defender el aborto».
En un comunicado difundido a través de su sitio web,
los obispos brasileños señalaron que la crisis sanitaria del virus del zika «no
es justificación para defender el aborto en los casos de microcefalia como,
lamentablemente, proponen determinados grupos que se organizan para llevar este
asunto al Supremo Tribunal Federal, siendo esto una total falta de respeto
hacia el don de la vida».
Los prelados indicaron que «no nos debemos dejar
llevar por el pánico, (ni actuar) como si estuviéramos frente a una situación
invencible a pesar de su gravedad.
Actualmente el Ministerio de Salud de Brasil está
investigando 3,670 casos reportados de microcefalia en el país. Hoy confirmaron
que 404 son efectivamente de microcefalia, u otras alteraciones en el sistema
nervioso central, y que 17 de estos están relacionados con el virus zika.
También han descartado otros 709 casos.
Al respecto, los obispos brasileños resaltaron que
«merece una atención especial el virus zika por su probable relación con la
microcefalia, aunque aquello no se haya probado aún científicamente».
Así mismo llamaron «a toda la Iglesia en Brasil a
continuar e intensificar la lucha contra el mosquito aedes aegypti, trasmisor
del dengue, de la chikungunya y el zika. Por ello, con un gran esfuerzo en
conjunto, y con la participación de todos los sectores de la sociedad, seremos
capaces de superar estas enfermedades que atacan sin distinción a toda la
población brasileña».
Por otro lado, pidieron a los políticos que aseguren
la asistencia a las personas afectadas por esta enfermedad, sobre todo a los
bebés que nacen con microcefalia y a sus familias. «A ellos (los gestores
públicos) les compete implementar políticas que apunten a un sistema de salud
pública de calidad y que sea universal (…) Sin una política nacional eficaz de sanidad
básica se ven comprometidos todos los esfuerzos para combatir al aedes
aegypti», expresaron.
También pidieron a los líderes eclesiales a
organizarse y ayudar «de forma clara y objetiva a las personas para que tomen
conciencia sobre la gravedad de la situación y de la mejor forma para combatir
las enfermedades y a su transmisor».
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