Juan Pablo II y Juan
XXIII serán declarados santos; Álvaro del Portillo, beato
Juan Pablo II y Juan
XXIII serán santos antes de que concluya el año. Francisco ha firmado hoy los
decretos para su canonización. Con una salvedad: Juan XXIII, el llamado ‘Papa
bueno’ que puso en marcha el Concilio Vaticano II, subirá a los altares sin
necesidad de haber realizado el preceptivo segundo milagro. Así lo ha decidido
Francisco, que ha optado por conceder a Angelo Giuseppe Roncalli, más conocido
como Juan XXIII, una dispensa para que pueda ser canonizado sin exigirle la
realización de un segundo milagro.
“Evidentemente, para
el Papa basta el reconocimiento de un sólo milagro para abrir el camino a la
canonización”, señalaba Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede , en
referencia a Juan XXIII, quien fue beatificado en el año 2000 y que ahora será
canonizado.
Bergoglio también ha
firmado el decreto para que sea beatificado Álvaro del Portillo, el sucesor de
José María Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus, con quien sin embargo no
ha hecho ninguna excepción. A Álvaro del Portillo se le atribuye una curación
milagrosa. El milagro aprobado por la Santa Sede se refiere a la curación instantánea
del niño chileno José Ignacio Ureta Wilson: a los pocos días de nacer, sufrió
un paro cardiaco de más de media hora y una hemorragia masiva. Sus padres
rezaron a Álvaro del Portillo y, cuando los médicos pensaban que el bebé estaba
muerto, sin ningún tratamiento adicional y de modo totalmente inesperado, el
corazón del recién nacido comenzó a latir de nuevo.
Ninguna dispensa
tampoco para Juan Pablo II, que habría realizado un segundo milagro, a sumar al
que ya le sirvió para ser proclamado beato en mayo de 2011 tras curar a Marie
Simon-Pierre, una monja francesa a la que le había sido diagnosticado
Parkinson. El segundo milagro atribuido a Karol Wojtyla habría ocurrido el
mismo día de su beatificación y habría tenido como protagonista a una mujer de
Costa Rica, según ha señalado Lombardi. Los rumores que circulan son que la
mujer se habría curado de una grave lesión cerebral tras encomendarse a Juan
Pablo II.
Francisco también ha
firmado el decreto para que sean proclamados mártires algunas personas
“asesinadas por odio a la Fe
en España” durante la
Guerra Civil. Se trata del sacerdote Juan Guardiet y Pujol,
de Maurizio Íñiguez de Heredia y 23 compañeros de la orden de San Juan de Dios,
de Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros de la Congregación de las
Misiones y de la monja María Asunción (Juliana González Trujillano) y otras dos
religiosas de la Madre
del Divino Pastor.
Ecclesia, 5-7-13
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