Ecclesia, 16-6-17
Una tetera de cobre en un mueble en la cocina. Allí
había escondido el objeto robado el hombre de 42 años que el 2 de junio pasado
sustrajo de la basílica de Colle Don Bosco de Castelnuovo la reliquia de Don
Bosco. Gracias a las huellas digitales dejadas en el lugar los carabineros de
Parma lograron dar un rostro al hombre, residente en la provincia de Turín y ya
conocido de las Fuerzas del Orden. Lo detuvieron al alba, en su casa, este
jueves 15 de junio después de días de investigaciones, a las cuales dieron su
contribución también los Carabineros dedicados a la Tutela del Patrimonio
Cultural, los militares del arma del Comando de la provincia de Asti.
No era de oro
El autor del robo, arrestado y conducido a la
comisaría de Asti, confesó que había robado la reliquia, no tanto para
entregarla a coleccionistas, sino porque erróneamente creyó que el objeto era
de oro macizo. El relicario fue recuperado en perfecto estado con los sellos
todavía íntegros sobre la ampolla que contiene la reliquia de Don Bosco.
El alivio de los Salesianos
El hallazgo de la reliquia es un “alivio para los
Salesianos, para la Iglesia de Turín y para los tantos amigos de Don Bosco
esparcidos en el mundo que han demostrado su cercanía” ha afirmado Don Enrico
Stasi, inspector de los Salesianos de Piamonte y de Valle d’Aosta, que ha
agradecido a la magistratura, a los Carabineros y a todos aquellos – dijo –
“que han contribuido a la positiva solución de este desagradable episodio”. “La
ocasión de la restitución y del retorno de la reliquia en su colocación
originaria – agregó Stasi – será para nosotros y para los fieles un ulterior
signo de benevolencia y de bendición de Don Bosco para con aquellos que
continúan a tener vivo su espíritu en el mundo”.
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