Escrito por Everth Sánchez Henao, Redacción Web.
La
Nación.com.co, 24 Noviembre 2014
El obispo de Neiva, Froilán Casas reaccionó al comentario del Papa Francisco, quien dice que es
pecado cobrar por misas y sacramentos en la Iglesia Católica porque se
convierte en un negocio y ese no es el fin. “Nos califican de ricos cuando no
lo somos”, destaca el Casas, quien insiste en que si la Iglesia no cobra por
sus servicios católicos, entonces que los fieles den el diezmo como los
cristianos y otras religiones.
Froilán Casas, Obispo
de la Diócesis de Neiva es aterrizado. Dice que aunque han querido tildar a los
sacerdotes e iglesias de ricos, no lo son. Al contrario, ‘desnuda’ una difícil
situación de la Iglesia Católica en el Huila porque, contrario a otras
religiones, la Católica no les exige a los fieles el diezmo.
Pero tendrían que
empezar a pedirlo en caso de aplicarse la exigencia del Papa Francisco, quien
dijo el fin de semana que las iglesias no pueden convertirse en negocios. Y
calificó como pecados el hecho de que algunos templos cobren por eucaristías y
otros sacramentos.
Entonces, ¿de qué
viven los sacerdotes? Sino cobran por misas, ¿quién paga su energía eléctrica,
gas, agua, desplazamientos, alimentos?
Froilán Casas es
obediente al Papa Francisco, pero dice que sus palabras deben ser bien
interpretadas por los fieles y religiosos para que no se vean a los sacerdotes
como ricos, cuando no lo son.
¿Cómo reciben los
sacerdotes en el Huila el mensaje del Papa Francisco donde dice que las
iglesias no se pueden convertir en negocios?
La muestra es Neiva,
esos templos construidos a base de trabajo, tamales, empanadas, de basares,
además nosotros construimos y nos vamos, la casa episcopal es de la Diócesis,
la camioneta del Obispo es de la Diócesis comprada con la plata de los
católicos de Alemania, los autos de las parroquias en una buena parte tienen la
carta de propiedad de las parroquias. Vaya a ver las confesiones protestantes
allá piden el diezmo pero no critican a los pastores y apoyan con cariño todo.
Yo no sé, pareciera que hubiera una diferencia entre el cristiano católico y el
cristino de otras confesiones, por eso ellos han construido tantas cosas tan
rápido, porque tienen el diezmo, en ese sentido en el caso de Neiva y general
en Colombia necesitamos que nos ayuden más para hacer más obras, no puede ser
que no se pueda construir templos en algunos barrios porque ya el precio de los
terrenos es inaccesible, hay que apoyar las obras de la iglesia, pero aquí más
bien, cuando una persona da una ofrenda saca la moneda de 50 pesos, si la
busca, para no dar de otra clases.
Eso es una crítica, obviamente el Santo
Padre tendrá sus razones para hacerlo, pero ni más faltaba que nosotros a nivel
de Diócesis estemos utilizando lo religioso para hacer mercantilismo, para
hacer un estado de Jesús. Además en la iglesia tenemos un control serio en el
sentido de que evitamos la simonía como dice el texto de Hechos de los
Apóstoles, que sería comerciar con lo religioso, no hacer de Cristo un
mercadeo, es decir la tentación ha existido siempre en todas las culturas pero
es necesario controlarlo para que no aprovechemos el dinero para el
enriquecimiento, sino para el servicio de las personas y la comunidad.
¿El Papa dijo que no
había que cobrar por los bautizos, las bodas y otros servicios, que eso era
pecado?
No que tal, entonces
que nos den el diezmo los católicos, imagínese si cada católico diera la décima
parte de lo que gana al culto, al servicio, pues no habría que cobrar nada, pero
desafortunadamente nosotros no tenemos el diezmo, no es que se cobre
directamente pero es un servicio, entonces ¿cómo vive el sacerdote?, ¿cómo se
sostienen los templos?, ¿cómo se pagan los empleados?, ¿cómo se paga la luz?,
¿cómo se pagan los impuestos de la misma parroquia?, ¿cómo se paga la
prestación social de los pequeños empleados?, ¿cómo se pagan las casas
parroquiales?; en ese orden habría que entonces cerrar, porque ¿cómo se
sostiene?, ¿en qué organización no se requiere lo económico?
Yo pienso que el
Papa Francisco hace una crítica en algunos lugares donde se ha hecho mercadeo
con lo religioso, en ese sentido el Santo Padre tendrá la razón en decirlo,
afirmar eso es muy doloroso para nosotros los ministros de Cristo que vivimos
en situaciones terribles, yo tengo sacerdotes muy enfermos que no tenemos cómo
atenderlos, la casa de Rivera, pero no tenemos un lugar para acoger a los
sacerdotes ancianos que han dado su vida por promulgar el Evangelio, en el
ocaso de su vida no tienen un lugar con enfermera con todos los elementos
esenciales para que puedan tener una vejez y una convalecencia con condiciones
dignas de un ser humano.
En esa medida acabar con los apoyos económicos sería
que nos acabaran a nosotros los sacerdotes, porque no habría cómo pagar tanto,
con todas las normas que tiene el Estado colombiano desde el punto de vista del
derecho laboral sería imposible responder a tantas necesidades que hay en las
parroquias.
¿Usted conoce casos
en el Huila donde se hayan presentado abusos en los cobros, existan denuncias o
se esté comercializando en el nombre de Dios y la fe?
No, yo en mis
reuniones con el clero vivo compitiendo todo eso, por eso existe un arancel
donde se estableció todas las tarifas, que establece la Comunidad Eclesiástica
de Ibagué a la que pertenecemos y a la que yo haga parte, establecemos unas
tarifas bastantes cómodas, es más incluso casi insuficientes, por ejemplo por
un servicio matrimonial cuesta 150 mil pesos, pero la misma pareja gasta dos o
tres millones de pesos, de modo que sostener el culto no es fácil, yo creo que
controlamos dentro de nuestra realidad, no tenemos ni fiscalía, ni contraloría,
ni tenemos fuerzas coercitivas para control, ni nada de eso, simplemente
manejamos de acuerdo a nuestras normas internas el derecho canónico, tratamos
de hacer, exigir y de cumplir.
Cuando ha habido abusos en el manejo de los
matrimonios yo trato de corregir, de orientar y sancionar, pero que haya habido
situaciones desaforadas o delincuenciales yo creo que no ha habido, al menos en
lo que llevo en la Diócesis, ni tampoco en mi antecesor. Yo creo que toca leer
esas cosas con mucho cuidado porque fácilmente resultamos ante la opinión
pública como mercaderes de Cristo y eso es todo lo contrario, ojalá tuviéramos
en la iglesia el diezmo, que todo cristiano católicos dieran el diez por ciento
de lo que dieran en el mes, yo creo que tendríamos muchos más templos, cantidad
de cosas al servicio de la misma iglesia de la evangelización.
¿Lo que ha dicho el
Papa va en contra de la realidad actual en el Huila?
Yo no diría eso
porque no contradigo al Santo Padre, no sé en qué contexto lo ha dicho el Papa,
pero sí eso se da como mercadeo hay que censurarlo, en el caso del Huila y creo
que en Colombia no ocurre eso, nosotros en general todos los sacerdotes y
Obispos tenemos un nivel académico bastante aceptable, con todo y eso nosotros
no estamos en esa actitud de búsqueda de dinero, sino de utilizar el dinero,
ojalá haya para utilizarlo en salones de catequesis, equipos audiovisuales.
También en los doce apóstoles había un ministro de finanzas que fue Judas,
Cristo lo tenía, Judas era quien llevaba la bolsa como dice el Evangelio, de
manera que el dinero no es malo en sí, no hay que satanizar el dinero, ojalá
tengamos mucho para bien de todos, lo que hay que condenar es el abuso y la
mala administración del dinero.
¿Cuál es la situación
financiera actual de la iglesia católica en el Huila?
En el Huila tenemos
unos apartamentos que hay que recuperar, realmente de patrimonio de la Diócesis
entran entre nueve y diez millones de pesos por arrendamientos, pero la nómina
de la Curia por los 22 empleados oscila entre 20 y 24 millones de pesos por
todo lo que implica el tema salarial. Los salarios son muy bajitos, pero es que
ya un salario mínimo implica todo lo que son prestaciones de Ley, está
constando en Colombia casi un millón doscientos mil pesos mensuales. La Diócesis
de Neiva hay que buscarle incluso patrimonio para en un futuro podamos tener
una casa para sacerdotes mayores para que puedan estar en su vejez tranquilo y
no la tenemos, ojalá haya más dinero pero bien administrado, si lo administran
mal pues vamos al infierno empezando por el Obispo de Neiva.
Al no cobrar nada
como lo dice el Papa, ¿de qué van a vivir?
Nos tocaría que no
pagar luz, ni agua, ni teléfono, ni los empleados que prestan un servicio,
sería que nos acabaran porque no habría otra cosa, se acabaría todo, porque no
tendríamos nosotros de dónde sostenernos. Nos estarían ‘matando’, porque no
habría ya de dónde trabajar, nos califican de ricos, cuando no lo somos.
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