lunes, 5 de mayo de 2014

El carácter integral de la educación está en peligro


Reflexión de monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, en el programa "Claves para un Mundo Mejor" (3 de mayo de 2014)

AICA

Hoy quiero hablarles de un tema que, en realidad, no es muy grato pero a veces hay que afrontar también cuestiones que son urgentes y que saltan a la vista. Quiero hablarles acerca de la educación en la Argentina y de algunas cosas puntuales.

Ustedes vieron que en la Provincia de Buenos Aires comenzaron las clases casi un mes más tarde por una huelga de maestros. Esa huelga tenía un sentido evidentemente: los maestros no son reconocidos como deben ser reconocidos y no me refiero solamente al sueldo. Uno puede pensar, ciertamente, que se puede protestar de otra manera dando clases y no haciendo perder a los chicos todo ese tiempo pero los problemas de la educación no se refieren solamente a eso.

Creo que mucha gente hoy se da cuenta y he escuchado a muchos estudiosos y a políticos que reconocen efectivamente que el problema de la educación en Argentina es muy grave. La decadencia de la educación Argentina es muy grave.

Algunos hacen alusión sobre todo a las famosas pruebas PISA porque, efectivamente, estábamos siempre por adelante y hemos caído creo que al lugar cincuenta y pico o algo así. Eso es nada más que una medición pero todos sabemos que efectivamente la cosa no va, no anda bien.

Por supuesto que la responsabilidad no es solamente del sistema educativo y del funcionamiento actual del sistema educativo. Hay una compleja situación de causas y, creo, que tiene que ver, en cierto modo, con los cambios que se han producido en la sociedad Argentina y por empezar en la familia.

Les pregunto, por ejemplo, si hoy las familias siguen la escolaridad de los chicos como la seguían cuando yo era un niño e iba a la escuela. Por otra parte también el acceso que tienen los chicos a los medios de comunicación, a través de la informática y demás hace cambiar muchísimo la situación del escolar respecto del estudio, respecto del trato con los compañeros, respecto del acceso a temas que no pueden dominar.

Se nota, además, que el carácter integral de la educación está en peligro y se conoce, por ejemplo, que egresados de la escuela primaria no saben leer correctamente, que escriben a los tropezones y tantas otras cosas. Pero, en general, la educación es algo más que la instrucción. Entonces: ¿con qué universo mental salen los chicos de la escuela?.

Podemos, además, añadir aquí que el problema que se plantea es de carácter ideológico con la orientación de algunas de las nuevas asignaturas que se han ido introduciendo en el currículum. Pienso en Construcción de Ciudadanía, en amor y adolescencia y cómo se ha introducido allí la ideología de género, cómo se da acceso al conocimiento de las cosas sexuales y con que orientación. Se observa la falta de una antropología es decir de una idea del hombre centrada en el orden natural; lo que el hombre es por su naturaleza, por la creación de Dios en definitiva.

Por ello sabemos que hay problemas muy serios en este punto. Por eso decía que el tema no es grato pero hay que abordarlo.

Ustedes pueden pensar: ¿y yo qué puedo hacer? Pienso más o menos lo mismo aunque yo me suelto hablando de estas cosas pero sin embargo es la responsabilidad de los dirigentes del país y no pienso solamente en los gobernantes sino de la dirigencia general del país, que tiene que plantearse en serio que va a pasar dentro de unos años porque de la educación de los chicos de hoy depende el futuro de la Argentina. Y depende el mañana muy cercano de la Argentina que quizás lo vamos a sufrir nosotros mismos.


Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata

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