Reflexión de monseñor
Héctor Aguer, arzobispo de La
Plata , en el programa "Claves para un Mundo Mejor"
(3 de mayo de 2014)
AICA
Hoy quiero hablarles
de un tema que, en realidad, no es muy grato pero a veces hay que afrontar
también cuestiones que son urgentes y que saltan a la vista. Quiero hablarles
acerca de la educación en la
Argentina y de algunas cosas puntuales.
Ustedes vieron que en
la Provincia
de Buenos Aires comenzaron las clases casi un mes más tarde por una huelga de
maestros. Esa huelga tenía un sentido evidentemente: los maestros no son
reconocidos como deben ser reconocidos y no me refiero solamente al sueldo. Uno
puede pensar, ciertamente, que se puede protestar de otra manera dando clases y
no haciendo perder a los chicos todo ese tiempo pero los problemas de la
educación no se refieren solamente a eso.
Creo que mucha gente
hoy se da cuenta y he escuchado a muchos estudiosos y a políticos que reconocen
efectivamente que el problema de la educación en Argentina es muy grave. La
decadencia de la educación Argentina es muy grave.
Algunos hacen alusión
sobre todo a las famosas pruebas PISA porque, efectivamente, estábamos siempre
por adelante y hemos caído creo que al lugar cincuenta y pico o algo así. Eso
es nada más que una medición pero todos sabemos que efectivamente la cosa no
va, no anda bien.
Por supuesto que la
responsabilidad no es solamente del sistema educativo y del funcionamiento
actual del sistema educativo. Hay una compleja situación de causas y, creo, que
tiene que ver, en cierto modo, con los cambios que se han producido en la
sociedad Argentina y por empezar en la familia.
Les pregunto, por
ejemplo, si hoy las familias siguen la escolaridad de los chicos como la
seguían cuando yo era un niño e iba a la escuela. Por otra parte también el
acceso que tienen los chicos a los medios de comunicación, a través de la
informática y demás hace cambiar muchísimo la situación del escolar respecto
del estudio, respecto del trato con los compañeros, respecto del acceso a temas
que no pueden dominar.
Se nota, además, que
el carácter integral de la educación está en peligro y se conoce, por ejemplo,
que egresados de la escuela primaria no saben leer correctamente, que escriben
a los tropezones y tantas otras cosas. Pero, en general, la educación es algo
más que la instrucción. Entonces: ¿con qué universo mental salen los chicos de
la escuela?.
Podemos, además, añadir
aquí que el problema que se plantea es de carácter ideológico con la
orientación de algunas de las nuevas asignaturas que se han ido introduciendo
en el currículum. Pienso en Construcción de Ciudadanía, en amor y adolescencia
y cómo se ha introducido allí la ideología de género, cómo se da acceso al
conocimiento de las cosas sexuales y con que orientación. Se observa la falta
de una antropología es decir de una idea del hombre centrada en el orden
natural; lo que el hombre es por su naturaleza, por la creación de Dios en
definitiva.
Por ello sabemos que
hay problemas muy serios en este punto. Por eso decía que el tema no es grato
pero hay que abordarlo.
Ustedes pueden
pensar: ¿y yo qué puedo hacer? Pienso más o menos lo mismo aunque yo me suelto
hablando de estas cosas pero sin embargo es la responsabilidad de los
dirigentes del país y no pienso solamente en los gobernantes sino de la
dirigencia general del país, que tiene que plantearse en serio que va a pasar
dentro de unos años porque de la educación de los chicos de hoy depende el
futuro de la Argentina. Y
depende el mañana muy cercano de la Argentina que quizás lo vamos a sufrir nosotros
mismos.
Mons. Héctor Aguer,
arzobispo de La Plata
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