sábado, 17 de mayo de 2014

Atinada crítica a Vargas Llosa

“Cavernario”, “crasa ignorancia”, “barbarie”, “troglodita”, “exabruptos homófonos”, “atrasados e incultos”, “sandeces”, son las palabras con las que el señor mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, en su artículo Para salir de la barbarie, del 21 de abril, se ha referido quienes se oponen a un proyecto de ley de unión civil entre personas del mismo sexo en Perú, en especial contra un comunicado de la Conferencia Episcopal Peruana y el “inefable” arzobispo primado de Lima, el cardenal Cipriani.

No obstante calificarse como “no creyente” y “agnóstico”, el autor expresa su esperanza de posibles “reformas profundas” sobre este tema “en el seno de la Iglesia, sobre la base de los primeros gestos, declaraciones e iniciativas del nuevo pontífice”.
Vargas Llosa no puede ignorar que la ley de la Iglesia no puede cambiar con los tiempos, no es de la época de las cavernas, ni de los trogloditas, sino eterna, inmutable e infinitamente perfecta, como infinitamente perfecto, eterno e inmutable es su autor, inculcada en los corazones de los hombres y luego revelada en el Antiguo y el Nuevo Testamento y la tradición apostólica. Por ello, los obispos del Perú, como sucesores de los apóstoles, no han tenido otra alternativa que cumplir con el mandato de nuestro Señor Jesucristo. Según enseña la Sagrada Escritura, ent4re otros innumerables pasajes: “No te echarás con varón como con mujer, es abominación” (Lev 18-22).

Félix Esteban Dufourq


La Nación, 17-5-14

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