Centro Jurídico Tomás Moro, 18.06.2018
La crisis del catolicismo actual se puede explicar de
múltiples formas, y se puede argumentar y sustentar desde una gran amplitud de
perspectiva, pero en síntesis podríamos resumir la crisis del catolicismo como
lucha entre el entreguismo a la modernidad, o la fidelidad de la tradición.
John Senior en su libro “la restauración de la cultura
cristiana” aborda precisamente la crisis religiosa de occidente planteando al
lector la única solución posible: la vuelta a los principios. La principal
tesis (la única tesis posible) que nos plantea Senior para restaura la cultura
cristina es volver nuestros ojos y nuestra experiencia a la realidad,
redescubrir el mundo desde el contacto directo con la naturaleza, con la
realidad del ser humano, y alejarnos de tecnologías que no han servido para
liberar al hombre, sino más bien todo lo contrario, han servido para desplazar
al hombre desde el centro de la creación a los recónditos espacios de lo
accesorio.
La editorial Homo Legens nos presente uno de los
libros claves para entender al sorprendente John Senior, que ya en la década de
los 70 del siglo pasado demostró que la restauración de los valores cristianos
era una realidad posible y alcanzable. Su experiencia en la instauración del
Programa de Humanidades Integradas Pearson, demostró que solo era necesario
acercar la tradición a la juventud universitaria (de la Universidad de Kansas)
para que la semilla de la tradición germinara en cientos de conversiones al
catolicismo entre una población que vivía instalada en el relativismo y la
artificialidad.
En uno de los pasajes magistrales de su libro, Senior
llega a afirmar que “ninguna restauración seria de la Iglesia o de la sociedad
podrá ocurrir sin el retorno a los primeros principios, pero antes que a los
principios debemos retornar a la realidad ordinaria de la que se alimentan los
principios”.
En este camino a los principios el católico se tiene
que armar de intelecto y voluntad, intelecto para depurar lo esencial de lo
accidental, la modernidad de la tradición, y voluntad para enfrentarse a un
mundo hostil con la verdad y la belleza.
Como cristianos la tarea de la restauración no es
nueva, ya que el desafío es similar al que enfrentaron los cristianos en el
siglo V con las invasión bárbara; no obstante nuestra situación actual es más
compleja por cuanto la caída del Imperio Romano fue provocada por pueblos que
conservaban la capacidad de creer y que conservaban el contacto con la naturaleza,
sin embargo en el presente los barbaros viven instalados en el relativismo
(religioso, moral, económico, social …) e instalados en una sociedad
artificial. Senior llega a afirmar que nuestros tiempos son similares a los de
San Jerónimo, dado que los bárbaros han destruido nuestras instituciones
culturales, aunque esta vez desde dentro.
El grito desesperado de Senior no recuerda a las
palabras pronunciados por San Juan Pablo II, en su discurso en Santiago de
Compostela (9 de noviembre de 1982), al reconocer que “Europa está además
dividida en el aspecto religioso: No tanto ni principalmente por razón de las
divisiones sucedidas a través de los siglos, cuanto por la defección de
bautizados y creyentes de las razones profundas de su fe y del vigor doctrinal
y moral de esa visión cristiana de la vida, que garantiza equilibrio a las
personas y comunidades” discurso que finalizó con aquella famosa admonición
dirigida a Europa “Vuelve a encontrarte. Sé tú misma.”
No obstante, por desgracia constatamos que algunas de
las afirmaciones realizadas por Senior han sido tristemente superadas, así para
el profesor estadounidense la crisis de fe “no se trata de una merma de fe
entre los humildes sino de una desintegración de la razón en las clases
dirigentes, entre los jueces, los escritores, los profesores y, sobre todo,
entre los clérigos”, crisis que por desgracia hoy en día ya afecta a los
humildes y a los cristianos de base, que viviendo tantos años sin pastores
dignos de ese nombre van perdiendo poco a poco el sentido natural de la fe,
contagiándose del relativismo destructor de la verdad.
“La restauración de la cultura cristiana” denuncia
igualmente el relativismo instalado incluso en la vida universitaria, y lo que
es más peligro, instalado incluso en las universidades católicas en donde “la
religión cristiana puede ser estudiada siempre y cuando no se crea en ella”.
Senior ya en el siglo pasado nos anticipaba que el relativismo ha tomado un
carácter totalitario que cercena cualquier tipo de libertad científica,
artística, y desde luego cualquier posibilidad de libertad religiosa.
La obra que la editorial Homo Legens nos presenta, no
es solo una obra de denuncia, sino una obra de esperanza al aportarnos su autor
el único verdadero camino de la salvación social: volver a la tradición, volver
a los orígenes, creando círculos de resistencia en las familias y las
comunidades convencidas del triunfo definitivo de la verdad y la belleza.
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