Ciudad del Vaticano, 26 de junio de 2015 (Vis).-
Hoy,
viernes, 26 de junio, en el Palacio Apostólico Vaticano, se ha firmado un
Acuerdo General entre la Santa Sede y el Estado de Palestina. El documento
sigue al Acuerdo Base firmado entre la Santa Sede y la Organización para la
Liberación de Palestina (OLP), el 15 de febrero de 2000 y es el resultado de
las negociaciones llevadas a cabo por una comisión bilateral en los últimos
años .
El arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para
las Relaciones con los Estados, ha firmado por la Santa Sede, mientras Riad
Al-Malki, Ministro de Asuntos Exteriores, lo hizo por el Estado de Palestina.
Han asistido al solemne acto por parte de la Santa
Sede: el arzobispo Giuseppe Lazzarotto, delegado apostólico en Jerusalén y
Palestina.; el arzobispo Antonio Franco, nuncio apostólico; S.B. Fouad Twal,
Patriarca de Jerusalén de los Latinos; Mons. Antoine Camilleri, subsecretario
para las Relaciones con los Estados; padre Lorenzo Lorusso. OP, subsecretario
de la Congregación para las Iglesias Orientales; Mons. Alberto Ortega, oficial
de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado;
Mons. Paul Borgia, funcionario de la Sección de Asuntos Generales; padre Oscar
Marzo, OFM, miembro de la Custodia de Tierra Santa y oficial de la Congregación
para las Iglesias Orientales.
Por parte del Estado de Palestina: Ramzi Khoury,
Asesor del Presidente, Jefe Adjunto del Alto Comité Presidencial para los
Asuntos de la Iglesia en Palestina; el embajador Kassissieh Issa, Representante
del Estado de Palestina ante la Santa Sede; el embajador Rawan Sulaimán, Ministro
Agregado de Relaciones Exteriores para Asuntos Multilaterales; Vera Baboun,
Alcaldesa de Belén; Mousa Abu Hadeed, Alcalde de Ramallah; . Ammar Hijazi,
Viceministro adjunto de Relaciones Exteriores para Asuntos Multilaterales; Azem
Bishara, Consejero Jurídico de la OLP; Ammar Nisnas, Consejero de la
Representación Diplomáticoa de de Palestina ante la Santa Sede.
El Acuerdo consta de un preámbulo y 32 artículos
distribuidos en 8 capítulos. Aborda los aspectos esenciales de la vida y la
actividad de la Iglesia en el Estado de Palestina, reafirmando al mismo tiempo
el apoyo a una solución negociada y pacífica de la situación en la región.
Entrará en vigor una vez que ambas Partes se hayan notificado por escrito que
se han cumplido los requisitos constitucionales o internos para ese fin.
Ofrecemos a continuación una síntesis del contenido
del Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado de Palestina -firmado esta mañana
en el Palacio Apostólico Vaticano- elaborado a partir del texto facilitado por
L'Osservatore Romano.
El Acuerdo se presenta con un propio carácter... que
tiene en cuenta las situaciones jurídico-políticas que giran en torno a
conflictos y a reglas superpuestas a lo largo de los siglos. ..El Preámbulo,
con un referencia al derecho internacional vigente enmarca algunos puntos
clave: la autodeterminación del pueblo palestino, el objetivo de la solución de
los dos Estados, el significado no solamente simbólico de Jerusalén, su
carácter sagrado para judios, cristianos y musulmanes y su valor universal como
tesoro religioso y cultural para toda la humanidad, los intereses de la Santa
Sede en la Tierra Santa. Las dos Partes, pensando en su relación recíproca y
diaria, indican en el acuerdo negociado una manera de trabajar, juntos y por
separado, no sólo en la definición de la situación de la Iglesia Católica en
Palestina, sino también por el bien de los individuos y las instituciones.
El acuerdo, por lo tanto, puede considerarse como
instrumento que concurre al objetivo de esa paz "justa y duradera",
que solo puede ser el resultado de un acuerdo entre las autoridades palestinas
e israelíes.La idea de que el futuro de la Tierra Santa está en manos de los
actores allí presentes, encuentra apoyo en la voluntad de la Santa Sede de
ejercer "su misión educativa, espiritual y moral", pero - utilizando
y ampliando la fórmula del art. 24 del Tratado de Letrán -. permaneciendo a las
competiciones temporales o políticas y a no reclamar una competencia sobre las
disputas territoriales entre las naciones, a menos que las partes contendientes
o instituciones internacionales no apelen unívocamente a su misión de paz .
El capítulo II aborda el tema de la libertad de
religión y de conciencia en sus múltiples dimensiones y contenidos que van
desde los efectos civiles del matrimonio canónico, a las "facilidades
consuetudinarias'' para los diferentes ritos, al respeto de los días festivos y
al derecho de los cristianos que trabajan en las oficinas públicas a cumplir
con la obligación de la misa dominical, la asistencia religiosa a las fuerzas
armadas y a los prisioneros, hasta el derecho de los padres a dar a sus hijos
una educación religiosa y moral. Hay que destacar, además, por su actualidad,
el reconocimiento explícito de una verdadera objeción de conciencia como
práctica coherente con el derecho a la libertad de conciencia, creencia y
religión.
La firma del Acuerdo pide que se mire al futuro sin
olvidar la historia y aquellos eventos que, en la dimensión política y
jurídica, han trazado la condición, el tejido social y el orden normativo de
Palestina, teniendo en cuenta la acción la Iglesia, como se ve en los
siguientes capítulos:
El capítulo III, reconociendo la personalidad jurídica
y el derecho a la auto-organización de la Iglesia, salvaguarda su orden
interno, la libertad de otorgar cargos eclesiásticos, la exención de los
clérigos de los servicios personales obligatorios, incluido el militar, etc ..
Se confirma la competencia, prevista por el ordenamiento palestino, de los
tribunales eclesiásticos para ejercer la jurisdicción civil. El tema, como se
precisa en el capítulo IV, se refiere principalmente (pero no solo) a
cuestiones como el matrimonio, la filiación y la adopción, de acuerdo con el
estatuto personal de los cristianos en Tierra Santa.
El capítulo V , partiendo del régimen del "Status
Quo", declina la naturaleza y la tipología de los Santos Lugares,
colocando el concepto de la santidad ? del que se deriva el de los derechos
religiosos - como fuente de obligación para las autoridades civiles llamadas a
respetar sobre ellos de manera exclusiva la autoridad y la jurisdicción
canónica de la Iglesia católica, a menos de intervenciones coordinadas. La
cuestión está vinculada a la libertad de culto y las garantías necesarias para
las peregrinaciones y las estructuras de hospitalidad para los peregrinos.
El capítulo VI garantiza el derecho de la Iglesia a
operar en los sectores educativo, social, de asistencia y de la comunicación, y
regula la relación con el sistema jurídico palestino. A ello se acompaña una
disposición general sobre la libertad de recibir fondos y la discrecionalidad
que es propia de estas instituciones eclesiásticas en el funcionamiento y el
personal.
El capítulo VII está dedicado enteramente a las
propiedades de la iglesia y al régimen fiscal especial aplicable a ellas
inspirado en criterios funcionales de no imponibilidad. Cuestiones que para
alinearse directamente a la situación y la legislación local serán objeto de
nuevas negociaciones y acuerdos.
El concurso de la comunidad católica palestina a las
largas negociaciones que comenzaron de forma sistemática en 2010, ha aportado
un valor añadido al Acuerdo. La Iglesia local ha demostrado ser una
protagonista efectiva dando una contribución leal no solo a la consolidación de
la realidad eclesial, sino a la imagen de Palestina, así como de toda la Tierra
Santa.
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