miércoles, 30 de enero de 2013

Canción sobre el sol inagotable





Karol Wojtyla





Señor, perdona a mi pensamiento, por no amarte lo bastante;
Perdona a mi amor, por estar tan atado al pensamiento,
Que con el pensamiento frío te abraza
En vez de hacerlo como hoguera ardiente.

Pero acepta, Señor, este asombro, que en el corazón estalla,
Como el arroyo en su manantial
Signo de que allí vendrá el ardor –
Y no rechaces, Señor, este asombro, que desde mi frialdad brota,
Al que un día vas a satisfacer con la piedra ardiente
de tus labios.

No, no rechaces, Señor, este asombro,
que  no es nada para Ti, porque estás entero en Ti,
pero lo es todo para mi y en él siempre pienso;
en un torrente que rompe en las orillas,
antes que al océano inmenso entregue su caudal de
angustia.
1944

(Karol Wojtyla: Poesías, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1993)

(Tomado del blog  Juan Pablo II)

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