El gobierno francés
ha presentado un proyecto de ley para el reconocimiento de las parejas
homosexuales, incluyendo la posibilidad de la adopción. El parlamento analizará
el proyecto a principios del año que viene. Se dice que, detrás de estos
proyectos de ley, existe la cuestión de los llamados derechos de los
homosexuales. Pero no es cierto en absoluto porque detrás de esto hay mucho
más. El reconocimiento de los matrimonios homsexuales es la puerta para pasar a
una sociedad muy diferente de lo que hemos conocido hasta ahora. Veamos el ¿Por
qué?
Todo comenzó el 25 de
julio de 1978
Era 25 de julio
cuando nació Luise Brown, el primer bebé concebido en un tubo de ensayo. Por
primera vez, un ser humano nacía no concebido en el curpo de una mujer. El día
de hoy, un niño que nace puede tener hasta seis padres entre biologicos y
sociales. La separación entre la sexualidad y la concepción produce una
disolución de las relaciones naturales en la creación de una sociedad compuesta
por individuos asexuados, la sustitución de la naturaleza con la cultura. La
punta más aguda de la cuestión antropológica es la ideología del gender
(género) que pretende elegir el propio orientamiento sexual: mujer y hombre no
se nace, se vuelve.
En un futuro próximo
será siempre más y más fácil ser padre sin ser hombre, ser madre sin ser mujer,
tener un hijo sin haberlo dado a luz, concebirlo sola sin la necesidad de un
hombre, proyectar un hijo, contraer un hijo con una mujer que alquila su útero,
seleccionar el hijo. La solicitud de reconocer las parejas homosexuales trae
consigo todo esto y tiene como objetivo todo lo que hemos mencionado. No
existen asociaciones que protegen los derechos de las parejas que son
heterosexuales. Esto significa que el problema no son los derechos de los convivientes.
En todo caso, es para
abrir el camino a las parejas homosexuales, el verdadero cambio real, porque
hoy en día la pareja homosexual puede tener hijos. Detrás del matrimonio
homosexual existe la voluntad de construir una sociedad diferente a la que ha
sido hasta ahora.
Los datos en ciertos
casos dicen mucho
Ha sido demuestrado
con datos cuantitativos que el diseño es muy ideológico y no se lo explica solo
usando la retórica de “pobres homosexuales”. En España los matrimonios gay se
celebran desde el 1 de julio del 2005. En 7 años se han celebrado 22.442
matrimonios gay, equivalente al 0,006 por ciento. En Inglaterra se llega al
0,064 por ciento.
Además, debido que
las estadísticas hablan de alrededor del 1 por ciento de ciudadanos que se
declaran homosexuales, lo que significa que entre ellos hay muchos que no
desean, ni en lo mas mínimo, celebrar cualquier tipo de boda. Estos datos nos
indican que las razones por la tenedencia de las fuerzas políticas, en modo
especial las de izquierda, de querer a toda costa el reconocimiento de las
parejas (coppie di fatto) y luego de las parejas homosexuales son de un tipo
totalmente diferente.
Durante mucho tiempo
se ha pedido el reconocimiento de las parejas de hecho; es decir, la
convivencia. La razón no era proteger los convivientes sino abrir las puertas
para el reconocimiento de las parejas homosexuales. De hecho, no existe una
pizca de una asociación de convivientes que luchen por sus propios derechos.
Los convivientes quieren permanecer como tales, de lo contrario contraería
matrimonio.
Como la propaganda
para el reconocimiento de la convivencia era el caballo de Troya para el
matrimonio entre homosexuales, ahora las bodas homosexuales son en caballo de
Troya para una sociedad sin vínculos naturales y sin la familia. Esto es debido
a que: después de Louise Brown, los homosexuales pueden (técnicamente) tener
hijos.
¿Qué cosa sucede en
Francia?
En Francia nos
encontramos en lo mismo. Un guión que ya se ha recitado en Inglaterra, España y
que seguramente encontrará la confirmación por parte de otra nación. Por debajo
de esto existe una sociedad secularizada que no cree que existan más elementos naturales; es decir, elementos relacionados con lo que el hombre
es y lo que debe hacer para vivir bien. El concepto de orden natural se ha ido
cuando se ha abandonado la idea de un Creador. La secularización religiosa ha
producido una profunda secularización ética y civil cuyo credo es que cada uno
haga lo que cree.
En este contexto, es
digna de elogio, la acción de algunos grupos católicos (por desgracia otros
grupos se han integrado a la sociedad de los deseos) que combaten en el campo
de las ideas y de las acciones políticas. La revista Liberté Politique
[www.libertepolitique.fr], expresión de la Asociación para la Fundación del Servicio
Político de París, está librando una dura batalla cultural contra una sociedad
sin familia. La asociación Nouveuao féeminisme européen [www.nouveaufeminisme.eu]
esta recogiendo firmas para un referéndum.
Elizabeth Monfort,
presidente de esta asociación, ha dicho que el proyecto “el matrimonio para
todos” viola el principio de igualdad entre hombre y mujer en cuanto planea
abolir los terminos “hombre” y “mujer” después de que las mujeres hayan luchado
por obtener la igualdad con los hombres. El proyecto de ley gubernamental niega
a la mujer la condición de “esposa” y de “madre”, impone que no se ocupen más
las palabras “mujer” y “marido” sino solo la palabra “conviviente”, tampoco
utilizar la palabra “padre” y “madre” si no solo la palabra “progenitore”. Todo
esto pone un interrogativo a la diferencia de sexos y a la igualdad del mismo.
Benedetta Cortese
Osservatorio Internazionale Cardinale Van Thuân, 26-11-12
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