"Mostrad a los políticos el valor de la defensa del
matrimonio"
RESUMEN DEL DISCURSO
DEL PAPA :
“Vuestro país es rico
de una larga historia cristiana que no puede ser ignorada o disminuida, y que
testimonia con elocuencia esta verdad, la cual configura, también en nuestros
días su vocación singular”, ha dicho el Papa recibiendo a los prelados de la Conferencia Episcopal
de Francia en su quinquenal visita “ad Limina”.
“El Año de la fe - ha
observado el pontífice- nos permite crecer en la confianza en la fuerza y la
riqueza intrínseca del mensaje del Evangelio.¿Cuántas veces hemos visto que son
las palabra de fe, esas palabras simples y directas cargadas de la savia de la Palabra divina, las que
más tocan los corazones y las mentes e iluminan las decisiones? Hay en ellas
palabras y realidades, convicciones fundamentales y formas de pensar que pueden
dar esperanza a un mundo sediento de ella”.
“En los debates
claves de la sociedad, la voz de la
Iglesia debe hacerse escuchar, sin flaqueza y con
determinación. Se hace escuchar respetando la tradición francesa en materia de
distinción entre las esferas de competencia de la Iglesia y las del Estado.
En este contexto, precisamente, la armonía que existe entre la fe y la razón os
da una seguridad particular : el mensaje de Cristo y de su Iglesia no es sólo
portador de una identidad religiosa, que requiere ser respetada como tal;
aporta una sabiduría que permite percibir con rectitud cuales son las
respuestas concretas a las preguntas más apremiantes, y a veces angustiosas, de
la época actual. Ejerciendo, como ya hacéis, la dimensión profética de vuestro
ministerio episcopal, aportáis a estos debates una palabra indispensable de
verdad que libera y abre el corazón a la esperanza”.
El Papa ha elogiado a
continuación a los numerosos intelectuales franceses, creyentes o no, que “son
conscientes de los enormes retos de nuestra época y para los que el mensaje
cristiano es un punto de referencia irreemplazable” y ha recordado la vitalidad
de las comunidades religiosas, sobre todo monásticas que “enriquecen a la
sociedad entera y no solo a la
Iglesia ” de ese país. Se ha referido, igualmente, a la
liturgia, a través de la cual la
Iglesia “contribuye a la obra civilizadora”, puntualizando
que en ese ámbito “ el respeto de las normas establecidas expresa el amor y la
fidelidad a la fe de la
Iglesia ; la belleza de las ceremonias, mucho más que las
innovaciones y los ajustes subjetivos, constituye una obra duradera y eficaz de
evangelización”.
Benedicto XVI, ha
abordado también la cuestión de la transmisión de la fe a las nuevas
generaciones, un tema del que los obispos “no ignoran los desafíos; sea que se
trate de la dificultad unida al pasaje de la fe recibida - familiar, social -,
de la fe personalmente asumida en el umbral de la edad adulta, o más aún, de la
dificultad de una verdadera ruptura en la transmisión, cuando hay sucesivas generaciones
que ya viven lejos de la fe. Hay también el enorme desafío de vivir en una
sociedad que no siempre comparte las enseñanzas de Cristo, y que ,en ocasiones,
trata de ridiculizar o marginar a la
Iglesia intentando confinarla exclusivamente en la esfera
privada. Para hacer frente a estos enormes desafíos, la Iglesia tiene necesidad de
testigos creíbles”.
“Conscientes de la
fuerza del ejemplo -ha dicho el Papa a los obispos- sabréis encontrar las
palabras y gestos para animar a los fieles a encarnar esta "unidad de
vida". Deben sentir que su fe los compromete, que representa para ellos
una liberación y no una carga, que la coherencia es fuente de alegría y
fecundidad . Esto atañe también a su apego y fidelidad a la enseñanza moral de la Iglesia , por ejemplo, para
mostrar el valor de sus convicciones cristianas, sin arrogancia pero con
respeto, en los distintos entornos en los que operan. Los que entre ellos se
dedican a la vida pública, tienen en este ámbito, una responsabilidad especial.
Junto a los obispos, deben prestar atención a los proyectos de leyes civiles
que puedan atentar a la protección del matrimonio entre el hombre y la mujer, a
la protección de la vida desde la concepción hasta la muerte, y a la correcta
orientación de la bioética en fidelidad a los documentos magisteriales. Es más
necesario que nunca que sean numerosos los cristianos que emprendan el camino
del servicio al bien común profundizando en la Doctrina Social de
la Iglesia ”.
19 de noviembre, 2012. (Romereports.com)
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