Presentación del
informe Moneyval
Aica, 18-7-12
El actual sistema de la Santa Sede y del Estado
de la Ciudad
del Vaticano es ‘largely compliant’ “ampliamente conforme” con respecto a los
estándares internacionales. Lo informó, hoy, monseñor Ettore Balestrero en su
calidad de subsecretario para las Relaciones con los Estados, y de Jefe de la
delegación de la Santa Sede
en la Sesión Plenaria
de Moneyval, en la que el pasado 4 de julio se discutió y aprobó el Primer
informe de Evaluación sobre las medidas de prevención del lavado de dinero y
del financiamiento del terrorismo adoptados por la Santa Sede y el Estado
de la Ciudad
del Vaticano.
Monseñor Balestrero
hizo pública las observaciones principales incluidas en el Informe de
Evaluación, compartiendo algunas observaciones sobre el punto de partida, el
recorrido realizado y el que todavía deberá realizar la Santa Sede en un
encuentro con la prensa, donde también participó el portavoz vaticano padre
Federico Lombardi SJ.
Moneyval es la herramienta
de control primario del Consejo de Europa en la lucha contra el lavado de
dinero y la financiación del terrorismo (Anti-money-laundering and combating
financing of terrorism).
El 6 de abril de
2011, el Comité de Ministros aceptó la solicitud presentada en febrero del
mismo año por el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, al
Consejo de Europa, mediante el que se pedía la inclusión del Estado de la Ciudad del Vaticano, como
sujeto de evaluación. El Estado de la
Ciudad del Vaticano se comprometía entonces para una visita
por parte de Moneyval en noviembre de 2011.
En este marco, como
fue especificado en la evaluación por parte de Moneyval, efectuada por la Secretaría de Estado, la Santa Sede está
convencida de que el propio compromiso en el plano moral debe estar acompañado
por la conformidad y por la efectiva actuación de los estándares
internacionales para la lucha al blanqueo y al financiamiento del terrorismo.
En su presentación
Monseñor Balestrero puso en evidencia el objetivo, que es el de hacer concreto
el compromiso moral, aludiendo a que para la Santa Sede el recorrido
representa antes que nada un compromiso moral y no estrechamente técnico.
Como -en este
sentido- afirma el papa Benedicto XVI en el Motu Proprio del 30 de diciembre de
2010, “muy oportunamente la comunidad internacional se está dotando cada vez
más de principios e instrumentos jurídicos que permitan prevenir y contrastar
el fenómeno del lavado de dinero y del financiamiento del terrorismo”.
Al respecto el Jefe
de la Delegación
de la Santa Sede
para la Sesión
Plenaria de Moneyval destacó que a la luz de las palabras del
Santo Padre es justo que la
Santa Sede comparta estos esfuerzos, adoptando y “haciendo
propias” tales reglas, útiles también “al desarrollo de la propia misión”.
En el encuentro con
la prensa se puso de relieve que el Estado de la Ciudad del Vaticano dispone
de un pequeño territorio con poca población y un nivel bajo de criminalidad, y
que carece de una economía de mercado. No es un centro financiero y sus
actividades en este ámbito se desarrollan como soporte de las obras de caridad
y religión.
Sin embargo, al mismo
tiempo la Santa Sede
goza de una reconocida autoridad moral y está en profunda conexión con los
países más próximos y con aquellos lejanos en el mundo.
En este apartado
monseñor Balestrero pone el acento en que la Santa Sede se sirve de
la propia autoridad moral para solicitar la máxima conciencia con respecto a
los demasiados frecuentes crímenes transnacionales de lavado de dinero y
financiamiento del terrorismo.
Sobre el recorrido
realizado, el representante de la
Santa Sede ante la Moneyval aludió a los últimos 19 meses que fueron
un período de intenso trabajo y aprendizaje. Antes de iniciar este camino
existía un buen número de medidas en vigor. Antes que nada, se mantuvo firme la
determinación en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del
terrorismo.
Además en el
ordenamiento jurídico estaban presente numerosos elementos necesarios para
hacer frente a tales fenómenos criminales. Fue casi a finales del año 2010 que
se adoptó la Ley
número 127 en materia de prevención y contraste del lavado de dinero y del
financiamiento al terrorismo, entrada en vigor el 1º de abril del año 2011, y
en el mes de junio del mismo año se hizo operativa la Autoridad de Información
Financiera.
En febrero de 2011 se
hizo la solicitud a Moneyval de la evaluación sobre las medidas de prevención
en materia. Y, en noviembre del mismo año tuvo lugar la primera visita de los
auditores de Moneyval, los mismos que fueron reputados como el más sólido
equipo de evaluadores que Moneyval haya jamás reunido.
A la luz de todo esto
considerando las primeras observaciones formuladas por los evaluadores en
noviembre de 2011, se hizo evidente que la primera versión de la Ley número 127, si bien
representa un importante paso hacia una normativa interna eficaz, contenía una
serie de lagunas y límites que necesitaban ser colmados. En enero de 2012 la Santa Sede modificó
esta Ley para hacer, entre otras cosas, más efectiva la cooperación entre las
autoridades internas competentes en la prevención y contraste del lavado de
dinero y de la financiación del terrorismo. El nuevo texto legislativo subraya
en particular, la importancia de asegurar un sistema interno sólido y
sostenible.
Actualmente, con la
reforma realizada, en el sistema de prevención y financiamiento han sido
introducidos algunos elementos enunciados en ocho puntos, mientras que por otra
parte la Santa Sede
actuando también por cuenta del Estado de la Ciudad del Vaticano, con fecha del 25 de enero de
este año, ratifico tres Convenciones: la Convención de Viena contra el tráfico ilícito de
estupefacientes y de sustancias psicotrópicas del 1988; la Convención de Nueva
York para la represión de la financiación del terrorismo de 1999, y la Convención de Palermo
contra la criminalidad organizada transnacional del 2000.
Estas convenciones
son directamente aplicables en el ordenamiento jurídico interno, mientras el
área de la cooperación internacional ha sido minuciosamente verificada. Los
evaluadores han relevado que el actual sistema de la Santa Sede y del Estado
de la Ciudad
del Vaticano es largely compliant “ampliamente conforme” con respecto a los
estándares internacionales.
Sin embargo subsisten
áreas que necesitan ser mejoradas. En este sentido el Estado de la Ciudad del Vaticano está
consciente de que la normativa interna en materia de prevención y contraste al
lavado de dinero y financiación del terrorismo puede todavía ser mejorada. Es
así que el representante vaticano ante la Moneyval indicó en Rueda de Prensa que tras las
modificaciones legislativas del pasado mes de enero muchas cuestiones fueron
afrontadas, también gracias al diálogo continuo con los evaluadores. Otras
cuestiones serán afrontadas a la mayor brevedad y dando prueba de efectividad.
En general, las
conclusiones son la siguientes: con referencia a los resultados de la
evaluación, la Santa Sede
y el Estado de la Ciudad
del Vaticano hacen saber a través del Jefe de la Delegación de la Santa Sede en la Sesión Plenaria de
Moneyval, monseñor Ettore Balestrero que se reforzará el sistema en su
conjunto, en particular entre las 16 Recomendaciones GAFI esenciales para la
lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, existen 7
áreas a las cuales la Santa
Sede debe y quiere prestar particular atención.
El Informe publicado,
indica monseñor Balestrero, representa una piedra angular en el constante
compromiso de conjugar la responsabilidad moral con la excelencia técnica.
“Por tanto –concluyó
en su presentación- realizamos un paso definitivo echando los cimientos de una
“casa” es decir de un sistema de lucha contra el lavado de dinero y el
financiamiento al terrorismo, que sea sólido y sostenible. Ahora queremos construir
cumplidamente un “edificio” que demuestre la voluntad de la Santa Sede y del Estado
de la Ciudad
del Vaticano de ser un “partner” confiable en la comunidad internacional”.+
No hay comentarios:
Publicar un comentario