Razones teológicas contra el aborto
Aica, 17 Abr
2018 |
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en su
columna del programa "Claves para un Mundo Mejor", que se emitió por
Canal 9 el sábado 14 de abril, aportó al debate parlamentario sobre el aborto,
razones que señalan porqué la Iglesia se opone al aborto. Se refirió a las
“razones teológicas contra el aborto”, que refuerzan "las certezas
científicas que aseguran que el niño que se está gestando en el seno de su
madre es un ser humano, es una persona humana”.
El prelado comenzó explicando que "el 25 de marzo
la Iglesia celebra la Solemnidad de la Anunciación del Señor, una fiesta
litúrgica que enfoca el momento en que el Ángel Gabriel anuncia a la Virgen
María que va a ser la madre de Jesús. La Anunciación del Señor quiere decir, en
todo caso, la encarnación del Hijo de Dios. Cuando María dije “sí” se produjo
la encarnación; es cuando María aceptó diciendo “aquí está la servidora del
Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho; o sea: que se haga la voluntad de
Dios”. Entonces Ella fue el instrumento de ese misterioso designio de Dios por
el cual el Hijo Eterno, para salvarnos, se hizo uno de nosotros, asumió una
naturaleza humana en el seno de María”.
“Este año -continuó explicando el arzobispo- el 25 de
marzo fue Domingo de Ramos y por eso la fiesta fue trasladada al lunes 9 de
abril. Justamente ese lunes 9, en el Congreso Nacional comenzaba a
desarrollarse el proceso que ya se está cumpliendo de manera regular para
discutir acerca del proyecto de legalización del aborto. Comenzaron a circular
allí no solo especialistas de la medicina y del derecho, sino también actrices
y periodistas. Se ha cuidado muy bien la proporción entre los oradores. Serán
32 los que intervengan, 16 y 16, bien pluralista, como diría ese gran filósofo
argentino que fue Enrique Santos Discépolo: “Don Bosco y la Mignon, Carnera y
San Martín”.
“La encarnación del Señor -prosiguió- significa que la
segunda persona de la Santísima Trinidad, cuando María aceptó ese designio de
Dios, comenzó a existir en su seno. ¿Qué ocurre? Un óvulo de la Santísima
Virgen por obra del Espíritu Santo, por la acción misteriosa del Espíritu
Santo, sin intervención de varón, comienza a gestarse como Jesús el hombre-Dios".
“Por tanto -siguió exponiendo- ese óvulo de la
Santísima Virgen pasa a ser un embrión, un feto, un niño por nacer que después
es dado a luz virginalmente; ese es Jesús”.
“Observen qué cosa admirable -siguió explicando-: cómo
Dios se abajó a ser hombre y lo hizo de ese modo. Podría haberlo hecho de otra
manera; por ejemplo apareciendo en la Tierra ya humanado, ya adulto pero no;
quiso seguir el proceso que seguimos todos nosotros en la vida. Por eso Él
comenzó a existir en el seno de su madre. Hay una razón, en este caso, que es
teológica para decir no al aborto; el aborto no puede ser porque si Jesús ha
querido compartir nuestra suerte, vemos que ese niñito que se está gestando en
el seno de una madre es una réplica, digamos así, del Hijo Eterno de Dios. Él
nos está recordando el valor que tiene la vida humana, así como Jesús la
apreció de tal manera que comenzó a existir en el seno de su madre”.
“Se han verificado ciertas coincidencias. Justo cuando
celebrábamos, el 9 de abril, la Anunciación, la Encarnación del Verbo,
comenzaba el debate sobre la posible legalización del aborto. ¿En qué acabará
este debate? No lo sabemos, pero la cosa huele mal. Me excuso por usar estas
palabras, pero creo que huele mal porque estas realidades no tendrían que estar
sujetas a debate”.
“Desgraciadamente ha cambiado la cultura en cuanto al
aprecio de la vida", admitió el prelado platense y observó que "hay
mucha gente a favor del aborto, gente de la farándula, periodistas, jóvenes
universitarios ideologizados en sus respectivas facultades" y apuntó que
también "hay alguna gente seria. A mí me llamó mucho la atención, por
ejemplo, que el ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación [Lino Barañao],
que es un hombre respetado, esté a favor del aborto, lo cual podría indicar que
su ciencia atrasa bastante pues con solo fijarse en los estudios biológicos y
genéticos del siglo XX se ve que eso no se puede sostener”.
Tras el argumento teológico con el que aspiró a
reforzar las certezas científicas que aseguran que el niño que se está gestando
en el seno de su madre es un ser humano, es una persona humana, monseñor Aguer
añadió una cuestión filosófica. "¿Cómo se desarrolla ese niño que comienza
siendo un embrión? ¿Qué principio lo mueve? Lo mueve, diría Platón, un principio
interno que es el que determina el desarrollo. La filosofía de Occidente lo
llama alma. Es el alma inmortal, que nos anima desde el momento de la
fecundación, así como también en el momento de la Encarnación del Verbo Jesús
asumió un alma humana y ese óvulo de la Virgen María que se hizo embrión por
obra del Espíritu Santo fue formado por un alma humana. Es el alma humana de
Jesús, porque Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. No es un Dios que se
disfraza de hombre, sino que es hombre verdadero y nos ha mostrado eso
siguiendo el camino que siguen todos los hombres para nacer”.
“Esto tiene que reforzarnos en nuestra convicción. Por
eso no podemos decir que sí, no podemos aceptar, sin ninguna reacción, sin
ninguna manifestación que se pueda aprobar este proyecto”, concluyó.+
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