Almudena Martínez-Bordiú
Infovaticana, 3 Septiembre, 2016
En diciembre de 2015 tuvo lugar la votación unánime de
la Congregación para la Causa de los Santos llamada a pronunciarse sobre el
caso del brasileño de 35 años curado de inmediato y en modo científicamente
inexplicable, en 2008, cuando ya estaba agonizante sobre la mesa de
operaciones, mientras su esposa imploraba la intercesión de Madre Teresa.
La aprobación del decreto de parte del Papa representó
fue el último escalón del procedimiento de juicio en la fase romana del proceso
sobre el milagro, iniciado en junio de 2015 en la diócesis de Santos, Brasil.
El 9 de diciembre del 2008 ocurrió la curación
milagrosa. AciPrensa la explica así:
Por obra de la Madre Teresa
El brasileño Marcilio Haddad Andrino, la persona que
recibió el milagro que llevará a la canonización de la Madre Teresa el 4 de
septiembre, compartió su increíble historia a la prensa de Italia y comentó que
él y su esposa son solo unos “creyentes normales que recibieron un
extraordinario signo de la Misericordia de Dios”.
Marcilio, que proviene del municipio de Santos en
Brasil, fue curado inexplicablemente en diciembre del 2008 cuando tenía
problemas con una infección bacteriana en el cerebro que le generó ocho
abscesos cerebrales graves y un dolor de cabeza insoportable.
“Desde el principio el diagnóstico no era bueno y solo
parecía empeorar. Pero en el interior de este gran sufrimiento comprendimos que
algo había ocurrido. Estaba seguro de que fue la Madre Teresa quien me sanó”,
explicó Marcilio al canal de televisión italiano Rai1 durante el Encuentro para
las Amistades de los Pueblos, conocido como el Meeting de Rimini, que se llevó
a cabo en Italia entre el 19 y 25 de agosto.
La historia del milagro comenzó cuando un sacerdote
amigo, el P. Elmiram Ferreira, animó al joven recién casado y a su esposa,
Fernanda Nascimento Rocha, a orar pidiendo la intercesión de la Madre Teresa.
Fernanda explicó que Marcilio estuvo enfermo durante
dos años y que acudieron a innumerables médicos pero sin recibir un diagnóstico
certero. “Fue una espera llena de angustia y no sabíamos qué era lo que estaba
mal. El primer intento de tratamiento no tuvo éxito. Así que el médico cambió
la terapia, pero Marcilio continuó emperando”.
Tras el fracaso del tratamiento, Andrino se despertó
un 9 de diciembre del 2008 con un dolor de cabeza “insoportable” que lo dejó
incapaz de hablar. Mientras su esposa oraba, fue llevado para una cirugía como
último recurso.
Después de ejecutar una serie de pruebas “el médico
miró el examen, e iluminado por el Espíritu Santo, entendió que mi esposo tenía
ocho abscesos cerebrales”, agregó Fernanda.
Asimismo, la esposa aseguró que ambos siempre habían
orado a la Madre Teresa, y que inclusive, su párroco les obsequió una reliquia
de la Beata antes de su boda. “Puse la reliquia en la cabeza de Marcilio, donde
tenía los abscesos. Recité la oración de beatificación y también lo que venía
de mi corazón. No fue fácil, pero este período me enriqueció mucho, enriqueció
nuestro amor, nuestra fe… Hoy puedo decir que valió la pena”.
Cuando el cirujano entró en la sala de operaciones se
encontró con Marcilio despierto. “Sentí una gran paz dentro de mí y ya no tenía
dolor de cabeza. No entendía lo que me estaba pasando”, expresó.
Al ver la mejora, los médicos decidieron trasladarlo a
cuidados intensivos y aplazar la cirugía hasta el día siguiente. Marcilio
durmió toda la noche sin ningún problema, y al día siguiente tras reunirse con
su médico, éste le dijo que volvería a su habitación.
«La Madre Teresa lo había sanado»
“Vi que los abscesos se redujeron en gran medida, al
igual que la hidrocefalia”, dijo Marcilio refiriéndose al término médico para
la acumulación anormal de líquido en el cráneo.
“Los abscesos se redujeron en un 70% y la hidrocefalia
había desaparecido, ni siquiera las cicatrices de los abscesos eran visibles.
En ese momento descubrí que estaba curado“, añadió.
Su esposa Fernanda afirmó que si bien el médico no
confirmó que Marcilio estaba curado, ella “ya lo sabía enérgicamente” porque
“había orado a Dios por medio de la intercesión de la Madre Teresa”, y añadió
que cuando fue a la habitación de su esposo y lo vio sentado y hablando,
entendió que “la Madre Teresa lo había sanado”.
“Mi caso fue muy difícil clínicamente. Pero estoy
seguro de que ocurrió un milagro… Yo estaba seguro de que la Madre Teresa me
había sanado”, agregó Marcilio.
Tiempo después la pareja tuvo dos hijos, a pesar de
que los médicos les dieron la mala noticia a Marcilio de que nunca sería capaz
de tener hijos debido a los tratamientos. Aunque estaban devastados, la pareja
aceptó, diciéndose a sí mismos que “si Dios quiere, vamos a tener hijos”.
Ahora Marcilio lleva una vida normal
Seis meses después de su curación, la pareja se
trasladó a Río de Janeiro y Marcilio volvió al trabajo. Fernanda comenzó a
experimentar náuseas y el médico les confirmó que estaba embarazada.
“Mi fe ha crecido mucho, veo la gracia. Yo estaba
enfermo, no podía caminar, siempre tenían que ayudarme. Hoy camino, tengo una
familia y estoy muy agradecido”, cuenta Marcilio.
Ahora, ocho años después del milagro la pareja de
esposos siguen llevando la reliquia de la Madre Teresa a donde quiera que
vayan, y oran junto a sus hijos.
“Cuando veo a mis hijos, veo a la Madre Teresa. Este
milagro hizo a mi familia más fuerte y unida. Ellos saben todo acerca de mi
enfermedad y la curación. Siempre nos acompañan, y cuando vamos con las
hermanas a rezar, entienden todo y rezan con nosotros”, explicó Marcilio.
“Dios elige a los que dan a conocer su Misericordia a
todos, como en el caso de la Madre Teresa, que curó a todos sin distinción.
Ella enseña a todos los pueblos a tener compasión del otro”.
En septiembre de 2015, la Congregación para las Causas
de los Santos aceptó las conclusiones de la comisión médica y presentó el
informe al Papa Francisco para su aprobación final.
El 18 de diciembre, el Santo Padre reconoció
oficialmente el milagro que se necesitaba para que la Madre Teresa sea
canonizada.
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