el mensaje que quiere dar la
Iglesia
Jorge Eduardo Scheinig
Arzobispo de Mercedes-Luján
La Nación, 23 de febrero de
2020
Lo que a los cristianos nos
hace verosímiles y creíbles es: la coherencia de vida personal, es decir, que
lo que creemos, decimos y hacemos sea una misma realidad, y las obras de
caridad de las comunidades eclesiales. Y cuando esas acciones y obras son un
servicio de amor concreto a personas necesitadas, ellas se transforman en un valioso
signo del amor de Dios.
Cuando decimos: "Sí a
las mujeres. Sí a la vida", estamos tratando de contribuir a la
construcción de un mundo más humano y más fraterno.
Nuestra patria tiene futuro
si nos animamos a ser creativos, audaces y valientes cuidando toda vida,
absolutamente toda vida, sin descartar a nadie, decididamente a nadie.
Tenemos futuro si todos y
juntos, como ciudadanos de una misma Nación, cuidamos a la Casa Común y a sus
habitantes más frágiles, pequeños y pobres.
Si nos dejamos tentar por
destruir la vida, especialmente la vida indefensa y vulnerable, el mundo que
estamos construyendo tiene un presente y un futuro inciertos, de más enfrentamiento,
de más oscuridad.
Nosotros creemos que cuidar
la vida de toda persona, especialmente hoy de las mujeres, de los niños más
pequeños, de las niñas y niños por nacer, lejos de ser atrasado o viejo, es lo
que le da perspectiva y futuro al mundo.
Estamos seguros de que
podemos aunar fuerzas políticas, sociales, entre las iglesias, entre las
diversas organizaciones y entre las personas de buena voluntad, para acompañar
a los más indefensos, a los que tienen muy pocas oportunidades o directamente
no las tienen.
Podemos ser capaces de
generar leyes, estructuras, espacios, organismos, nacionales, provinciales y
municipales, que resueltamente cuiden la vida y no descarten a nadie.
En ese sentido, en la
Basílica de Luján nos proponemos dar una pequeña mano. Este año estaremos
inaugurando la Casa de la Mujer, de María de Luján, un espacio para mujeres en
situación de vulnerabilidad. Es una obra más de las tantas que tiene la Iglesia
en toda la geografía territorial y humana de nuestra bendita Nación.
Les agradezco de corazón a
las hermanas de San Antonio de Padua. Congregación nacida en nuestra
Arquidiócesis de Mercedes-Luján. Ellas, junto a otras muchas personas, estarán
al servicio de la Casa de la Mujer.
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