Vida Nueva,
3-10-2023
Para el obispo de
Bilbao, Joseba Segura, “la Doctrina Social de la Iglesia es un producto de la
modernidad con una historia relativamente corta y reciente”. Así lo compartió
esta tarde en la Universidad Pontificia Comillas, durante la ponencia de
apertura de las XX Jornadas de Teología, organizadas por el centro de formación
de los jesuitas. El prelado vasco fue el responsable de abrir este foro de
reflexión que entre hoy y mañana acoge la universidad, que en esta edición
ahonda en la encíclica de Juan XXIII ‘Pacem in Terris’, al cumplirse 60 años de
su publicación.
Segura subrayó
ante los presentes “la irreductible pluralidad del pensamiento social
católico”, que ha traído consigo no pocos roces en el seno de la Iglesia.
“¿Existe realmente una unidad en el pensamiento social católico donde unos y
otros tienen convicciones de fe legítimas para votar a uno u otro partido?”, se
preguntó el pastor.
Para intentar
responderse, el obispos relató que “lo que puede ayudarnos a entender lo que
tenemos común es entender el pensamiento social católico es entenderlo como un
paraguas: de una u otra forma todos los pensamientos presentes en la Iglesia
quieren desarrollar el deseo de la divinidad de crear y sostener las
comunidades humanas, enriquecer la vida comunitaria”. “A algunos estos les
puede parecer poco, porque para unos la dimensión comunitaria se reduce a la
defensa de la familia y otros incluyen la integración de los últimos”, apostilló
después, para sentenciar, con una mirada esperanzadora que “podemos llegar a
muchos acuerdos con subrayados diferentes”.
Con esta premisa,
Segura defendió que “la Doctrina Social Católica ha sido muy consistente, pero
eso no significa que haya mantenido los mismos postulados y no haya habido
cambios”. A la par, enfatizó que “hay que preservar la autoridad del Papa en
esta materia, sea el que sea, aunque sus propuestas puedan ser cuestionadas y
cuestionables”.
Pluralismo
eclesial
A la hora de desarrollar
la Doctrina Social, el obispo recomendó desarrollarla desde “un pluralismo
eclesial” que se sustente y sustente la comunión. “La Iglesia está inoculada
contra el sectarismo”, valoró, a pesar de los enfrentamientos que se pueden dar
entre los propios católicos. Para Segura es que, más allá de la autoridad o del
protagonismo de unos y otros, hay un margen amplio de libertad para cada
católico y para la comunidad.
Por otro lado,
también puso sobre la mesa algunas de las dificultades que hoy tiene el pensamiento
social para abrirse paso: “Hay una esquizofrenia entre lo que se valora y se
dice de lo bueno que es la Doctrina Social de la Iglesia y esas mismas
instituciones tienen poco interés en aterrizarlo”.
Así, como ejemplo,
Segura compartió la gestión financiera de congregaciones y diócesis que todavía
hoy no tienen en cuenta las inversiones éticas en su toma de decisiones. De la
misma manera, cuestionó la formación en materia económica que se da en algunos
centros católicos, donde el pensamiento social católico sería “solamente un
barniz”.
También mostró su
preocupación a que la Doctrina Social esté “abierta a interpretaciones
contradictorias” por el nivel de abstracción de determinadas cuestiones, así
como el riesgo de que los planteamientos que se hagan pierdan “la perspectiva
transnacional”. En esta misma línea, llamó a dar un salto en materia teológica:
“Tenemos que superar la distinción entre moral personal y social, que para mí
está trasnochada”.
Secularización y
anticlericalismo
Durante su intervención,
el obispo de Bilbao, también reflexionó sobre la creciente secularización y
cierto anticlericalismo presente en la sociedad, haciendo hincapié en cómo el
clima mediático influye en una conceptualización errada de la Iglesia, como ha
sucedido con la crisis de la pederastia, a la que se una parte de verdad para
llevar a generalizaciones peligrosas.
Junto a Segura, en
la sesión inaugural, intervinieron el rector de la Universidad Pontificia
Comillas, Enrique Sanz, y el decano de la facultad de Teología y Derecho
Canónico, Francisco Ramírez Fueyo. Durante su alocución, Ramírez Fueyo defendió
“la relevancia del pensar teológico para sociedad, la política y la economía”.
A la par, al repasar el magisterio papal, des Roncalli a Bergoglio, evidenció
que “el magisterio del Papa Francisco ha encontrado en el sector católica
serias reservas y rechazos explícitos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario