Sandro Magister
"Informador
Público", 8-2-15
Tal como fue anticipado por el secretario
general del sínodo de los obispos, Lorenzo Baldisseri (en la foto), se hizo público
el primer lote de los participantes a la reunión del próximo octubre, elegidos
por las respectivas conferencias episcopales.
De la delegación de
Estados Unidos ya se sabía. Los cuatro nominados son todos contrarios a la
admisión a la comunión de los divorciados que se han vuelto a casar –punto
crucial del conflicto actual–, mientras que no fue elegido el pupilo del papa
Francisco, el progresista Blase Cupich, promovido hace muy poco a la importante
arquidiócesis de Chicago.
Más equilibrada
aparece la delegación de Francia, en la que el progresista Jean-Luc Brunin,
presidente de la
Comisión Episcopal Francesa para la Familia , hace de
contrapeso del cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París.
Entre los delegados
de España, el más votado fue el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal ,
el neo-cardenal Ricardo Blázquez Pérez, gran partidario desde hace años del
Camino neo-catecumenal, el movimiento católico más comprometido en defender el
modelo tradicional de familia. Mientras que el predilecto del Papa, el
neo-arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra, ingresó en el grupo por muy poco,
superando apenas por un voto al conservador Juan Antonio Reig Plá, obispo de
Alcalá de Henares.
Decididamente
orientado en sentido conservador es el único representante de Holanda, en la
persona del cardenal Willem Jacobus Eijk.
Lo mismo resulta para
gran parte de los delegados africanos.
Sorprendente es el
caso de Nueva Zelanda, donde al neo-cardenal John Atcherley Dew, defensor
entusiasta de las tesis progresistas en el sínodo del pasado mes de octubre, le
faltaron los votos necesarios para retornar a Roma como delegado de su país.
Así tampoco fue
elegido, en Uruguay, ni siquiera el otro neo-cardenal Daniel Fernando Sturla
Berthouet, arzobispo de Montevideo, también él progresista. Al sínodo irá el
obispo de Minas, Jaime Fuentes Martín, miembro del Opus Dei y testigo directo,
hace tres lustros cuando era capellán de las monjas adscriptas a la nunciatura,
del escandaloso "ménage" entre el entonces consejero diplomático
Battista Ricca –hoy agraciado por el papa Francisco, quien lo promovió a
prelado del IOR– y su amante llevado a allí desde Suiza. También el predecesor
de Fuentes en la diócesis de Minas, el obispo emérito Francisco Domingo Barbosa
Da Silveira, estuvo en las crónicas por acciones análogas, que lo obligaron a
dimitir en el 2009.
De este primer lote
de delegados se puede prever entonces que en el sínodo de octubre los
partidarios de audaces cambios de la doctrina y de la praxis de la Iglesia en materia de
matrimonio y de homosexualidad no encontrarán allanado el camino.
Esto no quita que
algunos de ellos estén dando prueba de un particular activismo, para apoyar su
causa.
* * * *
En Estados Unidos,
por ejemplo, el neo-arzobispo de Chicago, Blase Cupich, no oculta que tiene
como su faro al cardenal Walter Kasper, el líder de los innovadores, y actúa en
consecuencia.
Como ya había hecho
en su anterior diócesis de Spokane, Cupich anunció en una entrevista concedida
a "Commonweal" que regalará a todos sus sacerdotes una copia de la
exposición de Kasper en el consistorio de febrero del 2014, en apoyo de la
admisión a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, y organizará
seminarios para que los mismos sacerdotes asimilen al máximo los contenidos:
> A Listening Church. An Interview with Archbishop Blase Cupich
* * * *
En Alemania, el
arzobispo de Munich, Reinhard Marx, quien es también uno de los nueve
cardenales de consulta del Papa, va todavía más lejos.
En una extensa
entrevista publicada en el semanario "America", de los jesuitas de
Nueva York, dijo que la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar es
sólo un primer paso, porque es sobre la doctrina del matrimonio que es
necesario intervenir, actualizándola, y lo mismo vale para las relaciones
homosexuales:
> Cardinal Marx on Francis, the Synod, Women in the Church and Gay
Relationships
Y entre tanto, la Conferencia Episcopal
alemana tomó medidas para hacer pública su propia contribución al sínodo del
pasado mes de octubre: un documento para apoyar la comunión a los divorciados
que se han vuelto a casar, suscrito por la gran mayoría de los obispos y de
hecho ya puesto en práctica a gran escala:
> Theologisch verantwortbare und pastoral angemessene Wege zur
Begleitung wiederverheirateter Geschiedener
* * * *
En Bélgica, el obispo
de Anversa, Johan Bonny, ex colaborador del cardenal Walter Kasper en el
Pontificio Consejo para la
Unidad de los Cristianos y aspirante número uno a la sucesión
del actual arzobispo de Bruselas, el conservador André-Joseph Léonard, ha
enriquecido la carga, ya muy pesada, de sus propuestas innovadoras que reclaman
de la Iglesia
la plena aprobación de la "relación" entre homosexuales, en una
entrevista concedida al diario "De Morgen":
> Bonny wil kerkelijke erkenning holebi's
* * * *
Al pasar de los
obispos a los teólogos, uno de éstos, el italiano Giovanni Cereti, citado por
el cardenal Kasper como su primer autor de referencia en la reconstrucción de
la praxis de la Iglesia
antigua respecto a los divorciados que se han vuelto a casar, ha vuelto no sólo
a confirmar las propias tesis rechazando en bloque toda crítica, sino que las
ha aumentado, amonestando a quien niega la Eucaristía a los
divorciados que se han vuelto a casar de colocarse con esto mismo "fuera
de la comunión de la gran Iglesia".
De hecho, esto es lo
que él escribe en el prefacio a la reciente reimpresión de un libro suyo sobre
el argumento, "Divorziati risposati. Un nuovo inizio è possibile?"
[Divorciados vueltos a casar. ¿Es posible un nuevo comienzo?], editado por la Cittadella de Asís:
"Quien no
reconoce la posibilidad que se pueda conceder a estas personas la reconciliación
sacramental, negando a la
Iglesia el poder de ejercitar la misericordia en nombre de
Cristo y de perdonar todos los pecados, recae en el error de los novacianos.
Ellos excluían de la reconciliación y de la comunión hasta en el lecho de
muerte a los responsables de los pecados de apostasía, de homicidio y de
adulterio, entendiendo con éste último a las personas señaladas de este modo en
el evangelio (jamás los viudos que se han vuelto a casar). La gran Iglesia tomó
conciencia muy rápidamente de haber recibido del Señor el poder de absolver
cualquier pecado y, por lo tanto, los admitía a la penitencia, y concluido el
tiempo de penitencia los readmitía en la comunión eclesial y en la Eucaristía. ¡Que el
Señor no permita que los que en nombre de la defensa de la fe se oponen hoy a
la reconciliación de los fieles que se encuentran en tal situación vayan a caer
en el error novaciano, corriendo el riesgo de ponerse fuera de la comunión de
la gran Iglesia!"
* * * *
Desde Japón, un
jesuita español, Juan Masiá, va mucho más allá, en una fluida entrevista en el
portal católico progresista "Religión Digital", que lo presenta como
"uno de los mayores expertos de bioética del mundo":
> Juan Masiá,
S.J.: "Hace años que tendría que ser posible que se ordenen tanto hombres
como mujeres, tanto célibes como casados"
No sólo él quiere el
sacerdocio para todos, incluidas las mujeres, como pone en evidencia el título
de su entrevista. Sobre el punto específico del matrimonio y del divorcio
reclama que no nos detengamos en innovaciones sólo prácticas, como las
sugeridas por el demasiado prudente Kasper, sino que finalmente se haga lo que
ni siquiera el Concilio Vaticano II jamás se atrevió: cambiar la doctrina,
incluso el dogma de la indisolubilidad del matrimonio. En cuanto a la
"Humanae vitae", tan apreciada por el papa Francisco, Masiá la corta
en seco. Dice que es inútil tomarla en consideración, simplemente hay "que
olvidarla".
* * * *
Menos llameante en el
tono, pero no menos radical en la sustancia es también la línea adoptada por el
monasterio de Bose, cuyo fundador y prior Enzo Bianchi tiene un largo
ascendiente sobre amplios sectores del catolicismo no sólo italiano, todavía
más desde el momento que el papa Francisco lo promovió a consultor del
Pontificio Consejo para la
Unidad de los Cristianos.
El vice prior de
Bose, Luciano Manicardi, en una erudita entrevista en el Observatorio de la
libertad y de las instituciones religiosas, invoca que también la Iglesia Católica ,
como antes las Iglesias Ortodoxas, admite la disolución de un matrimonio y en
consecuencia la posibilidad de las segundas nupcias, no sólo por la muerte de
uno de los cónyuges sino simplemente por la "muerte del amor":
> Chiesa e famiglia dopo il sinodo straordinario: un cantiere in
divenire
Aquí presentamos lo
que el vice de Enzo Bianchi dice sobre este punto:
"En la 'Relatio
synodi' se hace referencia a la 'diversidad de la disciplina matrimonial de las
Iglesias Ortodoxas' que prevé la posibilidad de nuevas nupcias, no sólo en caso
de viudez sino también de divorcio, acompañadas por un recorrido penitencial y,
en todo caso, no más allá de la tercera vez (cf. también la 'Relatio
ante-disceptationem', parágrafo 3). Si al momento parece difícil la importación
en la Iglesia
Católica del modelo ortodoxo que prevé también el
reconocimiento de causas justas de divorcio (en el mundo ortodoxo, en efecto,
desde el canon 9 de Basilio de Cesarea retomado por el Concilio, en Trullo en
los años 691-692, se toma como verdadera excepción la excepción mateana explicitada
en la indisolubilidad matrimonial que encontramos en Mt 5, 32 y 19, 19), sin
embargo, desde el momento que la Iglesia Católica ya prevé la posibilidad de
nuevas nupcias sacramentales en caso de muerte de un cónyuge, reconociendo así
una quiebra irreversible del primer matrimonio que no infringe el principio de
la indisolubilidad, se puede pensar que ella puede llegar a acoger la
posibilidad de nuevas nupcias frente a la evidencia de fracasos irreversibles a
causa de la muerte del amor, de la muerte de la relación, de la transformación
de la vida juntos en un infierno cotidiano. Esto ciertamente, unido a una
disposición penitencial y a la voluntad de un reinicio serio en una nueva
unión. Y esto como medida pastoral y 'oikonómica' que narra la misericordia de
Dios, su amor más fuerte que la muerte, y va en su ayuda compadeciéndose de la
fragilidad humana. Ciertamente que esta solución, proyectada por un teólogo
como Basilio Petrà, que sorprende no haberlo visto entre los expertos del
sínodo del 2014, tendría consecuencias en el plano ecuménico en cuanto
representaría un indudable acercamiento de posiciones con la praxis de otras
Iglesias".
* * * *
Frente a este denso
despliegue de fuerzas, los defensores del matrimonio indisoluble resultan menos
ruidosos y menos llamativos.
A su favor se puede
citar el artículo en "Die Tagespost" del 22 de enero del vicario
general de la diócesis de Coira, Martin Grichting, una de las raras voces
disonantes respecto al coro pro-Kasper dominante en Alemania y Suiza:
> Eine pastorale
Wende
Grichting exhorta a
afrontar el problema de los divorciados que se han vuelto a casar, con el mismo
estilo del apóstol san Pablo, rico de comprensión pero inequívoco hasta el
martirio al dar testimonio de la verdad. Además de en alemán, su artículo puede
ser leído en su traducción italiana, en esta otra página de www.chiesa:
> Una svolta
pastorale
Contra la "sutil
herejía" de separar la doctrina de la práctica pastoral, modificando ésta
última hasta desmoronar la primera, aunque dando muestras de defenderla de
palabra, se ha expresado muchas veces el cardenal Gerhard Ludwig Müller,
prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe.
Y lo mismo ha hecho,
refiriéndose directamente a la indisolubilidad del matrimonio, el obispo de Alcalá
de Henares Juan Antonio Reig Pla el 5 de febrero en la universidad Francisco de
Vitoria de Madrid:
> La relación
entre doctrina cristiana y pastoral
Por último, se puede
señalar la "súplica filial" dirigida al papa Francisco por 100
personalidades católicas y por más de 30 asociaciones pro-vida y familia para
que pronuncie "una palabra clarificadora" contra la
"generalizada desorientación causada por la eventualidad que en el seno de
la Iglesia se
abra una brecha tal que permita el adulterio –con el acceso posterior a la Eucaristía por parte de
parejas divorciadas y vueltas a casar civilmente– e incluso una virtual
aceptación de las uniones homosexuales. Todas estas prácticas están condenadas
categóricamente por la Iglesia ,
como opuestas a la ley divina y natural":
> Filial Appeal to His Holiness Pope Francis on the Future of the
Family
Entre los que
suscriben esta súplica figuran los cardenales Raymond Leo Burke, Walter
Brandmüller y Jorge Arturo Medina Estévez; los obispos Wolfgang Haas (de Vaduz,
Liechtenstein) y Athanasius Schneider (de Astana, Kazajistán); los profesores
Josef Seifert, Wolfgang Waldstein y Luke Gormally, de la Pontificia Academia
para la Vida ;
Robert Royal, presidente del Faith and Reason Institute, los italianos Roberto
de Mattei y Pietro De Marco, y el exiliado cubano Armando Valladares, ex
embajador de Estados Unidos en la comisión de la ONU para los Derechos Humanos.
El cardenal Camillo
Ruini, en una entrevista concedida al "Corriere della Sera", el
pasado 22 de octubre, dijo que el poder mediático de los críticos católicos de
Francisco es más débil que el de las publicaciones laicas que ponen al Papa de
su lado y se apropian de él: "Unos tienen los fusiles de carga, los otros
tienen la aviación".
En la intersección
entre los dos sínodos sobre la familia parece que sucede algo similar. Los
innovadores tienen la aviación y los defensores de la doctrina y de la praxis
tradicional tienen los fusiles de carga.
Pero como ya
aconteció en la reunión del pasado mes de octubre, también en el próximo sínodo
se podrá cambiar el rumbo.
__________
Los documentos del
doble sínodo sobre la familia:
> Sínodo de los
Obispos
El listado completo
del primer lote de los miembros del sínodo del próximo mes de octubre, elegidos
por las respectivas conferencias episcopales:
> Membri e
sostituti eletti
Y un análisis de las
orientaciones de buena parte de ellos, compilada por John Allen del
"Boston Globe":
> Forecast: 2015 Synod of Bishops will be just as stormy as last time
__________
Traducción en español
de José Arturo Quarracino, Buenos Aires, Argentina.
Sandro Magister
L'Espresso
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