martes, 10 de septiembre de 2024

FENTANILO Y CRAC

 

 formas de dominar pueblos

 

Por Juan Alberto Yaría

La Prensa, 08.09.2024

 

El estado de excepción (limitación de derechos de los ciudadanos) fue teorizado por Giorgio Agamben (1942 -hoy 82 años) en relación con el abandono de lo viviente en una tierra de nadie como sucedió en el nazismo, el estalinismo, el genocidio armenio, el fascismo, etc. e incluso en los distintos procesos sudamericanos (gobernados incluso por poderes del narcotráfico) en lo que podemos llamar barbarie del siglo XXI.

Hoy el estado de excepción lo realizan incluso poderes paraestatales unidos a ciertos Estados afines y en connivencia con el delito.

El narcotráfico instala este Estado de excepción con relación al dominio de los territorios y ahora le agrega el fentanilo (opioide mucho más poderoso que la morfina y que genera gran dependencia rápidamente) transformando a todo hombre en “asesinable” y fundamentalmente dominable. La droga parece ser una forma de control político hoy y así el fentanilo se torna un arma de control político de ciudades y también el crac en nuestras ciudades en donde miles de “zoombies” vagan buscando dosis cada veinte minutos. Es el poder de la muerte para conseguir el poder lo que efectivamente tiene validez.

MAQUINARIA DEL PODER

El hombre es sacrificable en la maquinaria del poder. Es un “homo sacer” en relación con lo que menciona Agamben. El “homo sacer” es un concepto que se resucita de la Ley Romana arcaica en donde la soberanía no se da sobre el territorio solamente sino sobre la vida y muerte del sujeto.

El fentanilo asegura mayormente ese dominio que pasa a ser político asegurando grandes cantidades de personas “zoombies” como ya sucede hoy. Adormecer poblaciones es la consigna y es una forma de perdurarse en el poder o conquistar Poder.

Esto se puede articular al concepto de biopolítica de Foucault en donde la vida está dentro de los cálculos del manejo del poder. Es una nada y el hombre un “nadie” que se puede manipular para cualquier sacrificio.

Este poder de hoy se basa también en el sujeto a la “intemperie “y los “nadies” (concepto de G. Maci, analista y filósofo argentino) que vagan “errantes” en las ciudades. Agamben nos enseña que este Poder soberano se ejercita sobre “la nuda vida”: la vida en su máxima inermidad e intemperie.

 

EL SUPRAPODER

El Duce, el Führer, el Stalinismo, etc. ponen entre paréntesis todos los derechos individuales, lo mismo sucede en América Latina dominada por fuerzas ligadas al narcotráfico y que permiten la eternidad del poder en un sueño megalómano. El poder del narcotráfico como nueva entidad paraestatal surge desde este imperio del dominio a toda costa. El soberano no está atado a ninguna ley. El “sin límites” es la nueva dimensión.

El suprapoder que hace de los estados nacionales meras “marionetas” se instala en distintos lugares de América con una nueva legalidad en donde el hombre parece quedar cautivo.

El miedo y el dinero con su contracara que es la muerte operan como articuladores de gestión de este Poder instalado. El narcotráfico opera con gran fuerza en Brasil, Paraguay, Colombia, Ecuador, México, Perú, Bolivia y con anclajes en los grandes conglomerados urbanos como son nuestras villas y tiene terminales en distintos lugares desde countries hasta “boliches”. Incluso manejan algunos poderes ejecutivos.

Los lazos de esta gran multinacional en todos los rincones del territorio ponen entre paréntesis todos los derechos. ¿Son un nuevo Estado dentro e incluso por sobre el Estado formal?: en México, zonas de Colombia, Brasil, Bolivia, Paraguay, Venezuela y zonas de Perú parece ser así.

Lo predijo G. Orwell en su libro “1984” cuando nos enseñaba que en el futuro no se necesitaran bayonetas y armas para conquistar un pueblo o dominar territorios y nos decía “bastara con drogas y publicidad”. Crac y Fentanilo son los nombres de la dominación hoy.

 

“CRAC HOUSE”

“…viví 5 años en un ´crac house´ con 15 consumidores más”; también llamados “aguantaderos” (en todos los barrios hay casas de drogas en donde viven o sobreviven varios drogándose).

Quedé sorprendido al escuchar a una paciente de alrededor de 25 años que narraba como vivía en una casa del sur de la Ciudad de Buenos Aires. Me dijo que hay muchas en todos los barrios. Luego sigue diciendo “…aquí me salve”. Hoy es casi profesora de inglés y luego de un tratamiento arduo luego de pasar por terapia intensiva -por una sobredosis- empieza a vivir lo que ella llama “querer vivir”.

Tenía que llevar celulares robados para cambiarlos por “crac” que conseguía en robos callejeros. La vivienda era tomada y manejada por un “capanga”.

Las mujeres sufrían el “Síndrome de Estocolmo” con estos “Amos” y eran prácticamente esclavas y hasta ofrecidas sexualmente.

Nosotros tenemos nuestro “fentanilo” con el “crac” que invade las ciudades y también se parece a situaciones que narran noticieros de cadenas nacionales e internacionales, más particularmente de San Francisco con personas que caminan como “zoombies “pero basta entre nosotros ir a constitución, Villa 31 o al lujoso Kavanagh que en sus alrededores tienen también “zoombies” que buscan ávidamente más “crac”.

El “crac” de cocaína es un estimulante altamente adictivo y poderoso derivado de la cocaína en polvo y que se convierte en piedra utilizando distintos productos químicos. La zona frontal del cerebro (eje superior de los procesos cognitivos) que nos separa de los simios queda dañada generando un déficit de autocontrol y una pérdida de la moral en el actuar (el frontal es llamado el lóbulo de la neuro-moral).

Pasta base, paco, basuco, o pasta de coca son distintos nombres que se logra con cocaína y una mezcla toxica de químicos (kerosene, bicarbonato, etc) que forman una pasta o piedra que consume previa cocción con una pipa y que al consumirla generan excitación psicomotriz, agitación, delirio, movimientos involuntarios y generando distintas alteraciones corporales. El efecto se logra en pocos segundos y puede provocar efectos mortales.

 

EL FENTANILO

Distintos intereses se mueven detrás de las pandemias de drogas por ejemplo el fentanilo es un nuevo “fantasma” que recorre el mundo y noticias periodísticas de estos días dan cuenta de la observación de un niño convulsionando en la villa 31 de CABA, suponiendo la ingestión de fentanilo.

En nuestro país tomo notoriedad cuando 20 personas murieron en una zona del Gran Buenos Aires, habiéndose detectado una mezcla de cocaína con carfentanilo, una variante del fentanilo, de más alto poder letal. ¿La noticia dejo de ser tal porque no existe como problema real aun?

El incremento del consumo de sustancias adictivas, todas peligrosas de una u otra manera es un llamado de atención para padres, jóvenes y para un sistema de salud que está lejos de contener eventuales aumentos de los daños que están produciendo.

El fentanilo es un potente analgésico, (50 veces más que la heroína y 100 veces más que la morfina) de uso médico legal, pero se observa en el mundo un crecimiento de la producción, distribución y consumo de este opioide sintético.

El fentanilo tiene precursores químicos que se combinan en laboratorios. Es decir, no proviene del manejo de plantaciones como la marihuana o la cocaína lo que la hace más oculta su fabricación ilegal.

Organismos dedicados al estudio de la epidemia de drogas en U.S.A. señaló en un informe de noviembre del año pasado que el fentanilo ilícito es responsable de la crisis por sobredosis que asola al país.

China tiene mucho que ver ya que es uno de los principales fabricantes y a eso se unen laboratorios que promueven su uso a la población a través de premios a los médicos por recetarlos.

 

FUENTES DE ENTRADA

El mercado ilegal se vale de los fabricantes chinos y de los laboratorios americanos. Carteles mejicanos se ocupan de distribuirlo en las distintas ciudades.

El gigante asiático es el principal proveedor de fentanilo ilegal y otros de sus derivados a Estados Unidos y las distintas agencias antidrogas explicaron que la mayoría de los envíos de fentanilo ilegal llegaban por contrabando desde China —en menor medida desde México— por medio del servicio de correo postal estadounidense.

Los traficantes adquieren en el país asiático fentanilo en polvo, químicos asociados y máquinas para fabricar píldoras. El fármaco se procesa luego en EE.UU. y se mezcla con heroína u otros componentes similares.

China es una fuente global de fentanilo porque sus grandes industrias farmacéuticas y químicas están pobremente reguladas y monitoreadas, apuntó en un informe de este año la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre EE.UU. y China (USCC, por su sigla en inglés). 400.000 personas aproximadamente murieron de sobredosis por estos fármacos en EE.UU., según los Centros de Control de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

 

LABORATORIOS QUE LA PROMUEVEN

El fundador de “Insys Therapeutics”, es el primer magnate farmacéutico (fortuna aproximada de 1.800 millones de dólares) condenado en uno de los casos relacionados con la crisis de los opioides que vive Estados Unidos.

Un jurado de Boston concluyó que esta compañía y cuatro colegas conspiraron para engañar a las compañías de seguros de salud y sobornar a médicos para que recetaran analgésicos adictivos a base de opioides, incluso a pacientes que no los necesitaban.

Los dueños estaban en la quien lista de multimillonarios de Forbes hasta el 2017 luego de lo cual el gobierno, declaró una "emergencia nacional" por la adicción descontrolada a los opioides en el país.

La Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. aprobó la comercialización de Subsys en 2012 para tratar el dolor extremo en personas con cáncer, aunque finalmente terminó en el botiquín de otro tipo de pacientes.

Fue declarado culpable de conspiración para delinquir como método de aumentar las ventas de su producto Subsys, un aerosol de fentanilo, que es un opioide entre 50 y 100 veces más fuerte que la morfina.

La Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. aprobó la comercialización de Subsys en 2012 para tratar el dolor extremo en personas con cáncer, aunque finalmente terminó en el botiquín de otro tipo de pacientes.

La compañía ejecutó un plan para pagar sobornos a los médicos y que promovieran las ventajas de Subsys en eventos falsos de marketing. En diferentes años, Insys llegó a pagar más de US$10 millones de dólares en este tipo de sobornos, reportó la agencia de noticias AFP.

 

MOVILIZACION DE LAS CIUDADES

Por otra parte, hay distintas ciudades y condados que demandaron a compañías farmacéuticas por distintos productos ligados al fentanilo.

En total son más de 500 entidades de todo Estados Unidos las que firman la querella: condados de Alabama, California, Florida, Illinois, Kentucky, Massachusetts.

Uno de los medicamentos en el centro de esta crisis es el OxyContin, un potente fármaco que se receta para tratar el dolor crónico (para los dolores especialmente ligados al cáncer).

Se acusa a los dueños de estas empresas de engañar a médicos y pacientes y de poner en marcha técnicas de venta y marketing que condujeron a una sobre prescripción de este fármaco a muchos pacientes que no tenían por qué ser recetados.

Estados Unidos está en medio de una epidemia de heroína y opiáceos. La sobredosis de drogas se ha convertido en la principal causa de muerte accidental, superando a los accidentes de tránsito.

Lo mismo sucede en Canadá y hay carteles que indican: “Bienvenidos al paraíso de Vancouver”. La otrora pujante Vancouver se ha convertido en un foco pandémico de fentanilo con sujetos a la intemperie vagando como “nadies”.

 

Juan Alberto Yaría

* Director general de Gradiva - Rehabilitación en adicciones

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